Segunda entrega de esta selección de los mejores discos nacionales editados entre 2008 y 2018. Como ya mencionamos en la primera parte de este trabajo, no se trata de un ranking, sino que la lista está ordenada por fecha de salida.
«El mar de las almas», Carajo (09/10)
Foo Fighters, Underoath y Sevendust fueron las influencias del trío liderado por Corvata Corvalán para este disco, tal como lo contaron en una entrevista con Rock.com.ar. El álbum sería el último que lanzarían con Universal Records, y tendría un significado muy especial para la banda.
«‘El mar de las almas’ es la vida misma: el mar a veces está revuelto y también hay días re calmos. Hay muchos destinos, y cada uno de nosotros tuvo distintos faros guiándolo cuando las aguas estuvieron movidas. Supongo que esta etapa representa nuestro carácter aventurero», señalaba el vocalista en una nota con Conexión Under.
Producido por Ale Vázquez -aliado permanente del grupo-, el sonido del disco es posiblemente el más sólido que Carajo haya logrado. Canciones como «Humildad», «Libres» y los cortes «Ácido» y «Luna herida» serían números casi fijos en sus conciertos de ahí en adelante, marcando la verdadera importancia del lanzamiento.
En el mismo diálogo con Rock.com.ar, Corvata agregaba: «Fue donde se concretó nuestra identidad, el sonido, ese power trío y mixtura que veníamos experimentando. Es uno de los más logrados, y le hace justicia al vivo de la banda». Nada más que agregar.
Canciones destacadas: «Luna herida», «Libres».
«El perfume de la tempestad», Indio Solari (11/10)
Si «Porco rex» había sido una bisagra en la carrera del ex Redonditos de Ricota, este disco fue la consolidación de ese sonido. Con un feeling menos crudo y letras más crípticas que su antecesor, el Indio mostró que su carrera solista estaba más viva que nunca.
Al igual que el resto de sus lanzamientos, el álbum fue grabado en su estudio Luzbola. «Es un viaje de ‘Porco rex’ hacia la tormenta -explicaba el cantante en un reportaje con Rock & Pop-. A las maquetas las hice solo, y para este disco arranqué con cuarenta. Siempre quedan un montón de temas que no progresan de la misma manera, y que son escupidos rápidamente».
En «El perfume…» Solari adoptaría el nick «Caballo loco», y lo acompañaría una banda histórica: Gaspar Benegas y Baltasar Comotto en guitarras, Marcelo Torres en bajo y Hernán Aramberri y Martín Carrizo en baterías.
La solidez es clara desde el comienzo: «Todos a los botes» es quizás la mejor apertura que el vocalista presentaría en todos sus discos solista. La gira del disco tuvo como punto cúlmine un show en el Autódromo Ángel Pena de San Martín, Mendoza, con 150.000 personas. Chapeau.
Canciones destacadas: «Vino mariani», «Torito es muerto».
«Ringo», Massacre (08/11)
Aunque «El mamut» (2007) fue la llegada al mainstream para la banda de Walas, éste disco los presentaba con el audio más pulido de su carrera. «Después de un álbum tan exitoso, teníamos mucha presión -explicaba el vocalista en una entrevista con Rock.com.ar-. ‘Ringo’ podía ser un fracaso… o sostener el título. Los artistas que transan repiten la fórmula. Dicen ‘con esto la pegué’, y se plagian a sí mismos».
Producido por Ale Vázquez y grabado en los estudios El Pie, Tónica y El Quincho entre marzo y junio de 2011, el nombre es un homenaje al boxeador Ringo Bonavena. En el disco, Massacre plantea algunas de sus letras más científicas… y más extrañas.
En la apertura con «La web del siglo», Walas ya marca el tono: «Microsoft lo inhibió, todos quieren trabar su paso. Marco Polo, web del siglo… ¿hasta dónde va a llegar?». Para «Celebrity», que aparece casi en la mitad del álbum, el vocalista redobla la apuesta: «Voy a cuidarte y protegerte, llamarte por tu nombre. Voy a meterte en una cajita de Tic-Tac azules».
En «Ringo» también hay temas radio-friendly («Tanto amor», «Tengo captura» y «El deseo») y momentos espaciales en los que se luce el guitarrista Pablo Mondello («El robot vs. la momia azteca» y «Lo mío no es tan grave»).
Con un disco con tantos matices y un audio tan pulido, era obvio que Massacre estaba creando uno de los momentos más destacados de su historia. Definitivamente, revalidaron el título conseguido con «El mamut» y ganaron por knock out.
Canciones destacadas: «Tengo captura», «Luna elástica».
«Non stop», Dancing Mood (09/11)
Después de más de una década de carrera, Hugo Lobo y sus secuaces ya habían conquistado un montón de escenarios como el Luna Park, el teatro Gran Rex y el Ópera. En este último, incluso habían grabado un DVD junto a una orquesta e invitados como Skay Beilinson y Guillermo Bonetto.
Pero con su espíritu siempre entusiasta, Dancing Mood decidió llevar la situación un poco más allá. Grabaron un disco triple… ¡con casi 50 temas! Todo un hito para una banda de ska y rocksteady instrumental, que encima, mostraba en este material sus primeras composiciones propias. Lobo explicó, en una entrevista con Rock.com.ar, que esos temas se generaron «desde el piano y no desde los vientos».
«Non stop» fue grabado mayormente en los estudios MCL, pero el trompetista paseó por todo el mundo en busca de invitados estelares. Así conseguió a leyendas con nombre propio como Dennis Bovell (Matumbi), Pauline Black (The Selecter), Winston Francis, Rico Rodriguez, Lynval Golding (The Specials), Winston Reedy, Doreen Shaffer (The Skatalites) y Gazz Mayall (The Trojans).
La secuenciación de «Non stop» también es clave para que el álbum haya sido un éxito. Temas como el homónimo, «Man in the street», «Song for my father», «You can get it if you really want» y «Mr. PC» se convertirían en figuras centrales de sus conciertos. El disco le llevó a Hugo Lobo casi cuatro años de trabajo, pero como se ve, estuvieron más que justificados.
Canciones destacadas: «Non stop», «Teenage ska».
«Volumen II», Humo del Cairo (10/11)
Después de un debut orientado al desert rock, Humo del Cairo encontró su sonido definitivo con este lanzamiento. Con canciones más cercanas al post-metal, una banda en plena aceitadísima en vivo y la masterización de Mario Breuer, era imposible que la fórmula no diera resultado.
«Me despojé de muchos tabúes, y dije: ‘Somos un grupo pesado y punto’. Eso puede incluir a un tipo cantándote con una guitarrita. No pasa por el volumen ni el sonido, sino por la intensidad -explicaba el cantante Juan Manuel Díaz en una entrevista con la revista Soy Rock-. El hardcore fue el género que más interpreté en mi vida, me agarró justo en la adolescencia, así que me empapé bastante».
Tales avances se notarían más en los siguientes lanzamientos del grupo, pero en «Volumen II» ya había pistas de esa búsqueda. Se vislumbraba en temas como «Fe», «Crinas» y «Espada de sal». Otras canciones todavía tendrían vestigios de un stoner puro, como «Los ojos», «Tierra del rey» y el épico «El alba», quizás el mejor tema que haya editado Humo del Cairo. Definitivamente, un antes y un después dentro del género.
Canciones destacadas: «El alba», «Tierra del rey».
«Fábulas de la locura», Zumbadores (03/12)
Con el décimo aniversario del grupo, la banda liderada por Alejandro «Coco» Fassi buscaba romper los moldes mediante un disco de estudio arriesgado. Y vaya si lo consiguió: en un lapso de dos años, grabaron canciones con invitados como Chizzo (La Renga), Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu) y Jorge Serrano (Los Auténticos Decadentes).
Pero además hubo colaboraciones de artistas plásticos y escritores. En conclusión, casi 50 invitados. «Todos lo hicieron con alegría y muy amablemente. Estoy agradecido porque pudimos armarlo mediante la generosidad de cada uno», explicó el cantante en una entrevista con El Bondi.
El ilustrador Juan Manuel Tavella, por su parte, creó videos con animaciones (además de los oficiales) para contar las historias de cada canción. El recurso tiene incluso más sentido si se considera que las composiciones navegan diferentes territorios: desde el hard rock de «Dios practica un tsunami», pasando por la eufórica «Rata de puerto» y terminando con «Una noche como ésta».
¿Lo más importante? Que al margen de contar con decenas de invitados y colaboradores, el álbum tiene una cohesión envidiable y suena homogéneo. Y eso es, sin dudas, lo más difícil de lograr. Bien por Zumbadores.
Canciones destacadas: «Un amor sofisticado», «Rata de puerto».
«Lima», Kapanga (10/12)
«No se puede manejar un barco desde el muelle», explicaba el baterista Claudio Maffia en una charla con Rock.com.ar. Se refería a la partida de Marcelo «Balde» Spósito, uno de los miembros históricos de Kapanga. La salida del bajista y compositor se dio progresivamente: primero dejó de tocar en vivo y luego se dedicó exclusivamente a componer. Después, se alejó del todo.
Por eso, «Lima» era una oportunidad para que el grupo demostrara que seguía de pie, y que podría hacerle frente a la pérdida de uno de sus compositores más importantes. «El equipo se rearmó, con Maikel (guitarrista) como lider musical y Memo (nuevo bajista), que empezó a aportar muchas ideas», agregaba Maffia, que también contaba que a la mitad del disco la había escrito Maikel «en solitario»:
El violero tomó protagonismo con aportes vocales «Lost» -usada para abrir los shows de la gira-, «Miles de ideas» -que tuvo a Hugo Lobo de invitado- y «Canción simple». Gracias a la producción de El Chávez, Kapanga también pudo hacer que su estilo evolucione sin dar concesiones. Eso se nota en «La crudita», «Jefe max» y «No me sueltes (es posible)», algunos de los cortes con el sonido más tradicional de todo el álbum. Con «Lima», Kapanga demostró que no sólo tenía el control del barco, sino que no les asustaba ir hacia nuevas aguas.
Canciones destacadas: «Lost», «No me sueltes (es posible)».
«Chances», IKV (10/12)
El estudio Unísono, de Gustavo Cerati, fue el lugar en donde el dúo de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur decidió grabar su disco regreso. Como si eso fuera poco, la banda contrató al productor Rafael Arcaute -ganador de más de una decena de premios Grammy- y se dejó llevar por el funk, el pop y hasta el soul más progresivo de los años ‘70.
Uno de los grandes ejes conceptuales del disco es la pérdida, un sentimiento influenciado por la muerte de Luis Alberto Spinetta, padre de Dante. De hecho, la canción «Águila amarilla» es un tributo al Flaco. «Habla de cambiar de forma, porque de alguna manera nos vamos de este mundo pero seguimos estando espiritualmente», fundamentaba Dante en una entrevista con Clarín. Incluso, en «Chances» se usaron algunas de las guitarras de su padre.
El momento más duro para el grupo fue el de tener que presentarse en el Cosquín Rock, a sólo horas de la muerte del Flaco. Allí versionaron «Post crucifixión» y demostraron algo: que ellos estaban más vivos que nunca. En el álbum -que saldría meses más adelante- también hay luminosidad, sobre todo gracias a los vientos que recuerdan al período de «Leche» (1999).
El lanzamiento los gratificó con cinco Premios Gardel, varias nominaciones a los Grammy y múltiples reconocimientos para el productor Rafael Arcaute. Más allá de las obvias comparaciones con su pasado, Dante se dejó una consigna clara en el mismo reportaje con Clarín: «No había nada que superar, era hacer algo nuevo». Y vaya si lo lograron.
Canciones destacadas: «Funky futurista», «Monta el trueno».
«Blanco», Eruca Sativa (11/12)
«Somos de la idea de que las radios tienen que pasar la música que hacen los artistas, y que no hay que trabajar para sonar ahí», decía la bajista Brenda Martin en un reportaje con la revista Soy Rock. «Para tratar de no imitar los errores, a veces nos ponemos a ver las experiencias de las otras bandas y por qué se separaron. Ojalá que nos siga saliendo bien».
Quizás por esa búsqueda, «Blanco» marca una etapa. Ya desde los títulos de sus discos previos se cierra una trilogía: «La carne/Es/Blanco», pero también desde lo sonoro. En los estudios MCL, Eruca Sativa se dio el lujo de experimentar con canciones más largas (como «El balcón»), temas sensibles («Antes que vuelva a caer») y por supuesto, su coyuntura de power trío («Fuera o más allá»). El material también contó con la participación de Fito Páez en «Guitarras de cartón» y tuvo al cordobés Titi Rivarola, que fallecería poco tiempo más tarde, en «Amor ausente».
A esto le seguiría una multitudinaria gira por el país y por el exterior, y hasta una presentación en el Teatro Ópera en formato electroacústico, que sería editada en CD + DVD. Está la creencia de que el tercer álbum de una banda es el que realmente demuestra si su legado se mantendrá en el tiempo. Con «Blanco», Eruca Sativa dejó en claro que había llegado para quedarse. Por suerte.
Canciones destacadas: «El balcón», «Antes de que vuelva a caer».
«Incandescente», Richard Coleman (08/13)
Ale Vázquez, productor que ya apareció en este ránking gracias a su trabajo con Carajo y con Massacre, sería también responsable también del tercer LP solista del ex Siete Delfines.
Coleman, que ya había trabajado con Soda Stereo y Charly García, llamó a Skay Beilinson para que tocara la guitarra en «Corre la voz», y a Alejandro Lerner para que dejara plasmado su Hammond en «Cuestión de tiempo».
«Decidí grabar los primeros demos en cintas. En cassettes de 4 pistas, para ser más preciso. Era una grabadora restaurada igual a la que usé en 1985 con Fricción, sin nada de edición ni Pro Tools. Parte de la búsqueda del disco fue rescatar objetos de su obsolescencia», señalaba Coleman en un comunicado de prensa.
La idea del disco fue básicamente esa: demostrar que es difícil negar el «sistema» en en el que se dan nuestras rutinas, pero dejar en claro que igualmente se puede estar enamorado de la vida. Un álbum realmente incandescente.
Canciones destacadas: «Como la música lenta», «Corre la voz».