Para los músicos, para los productores, y para los que manejan el negocio del espectáculo, el año no termina el 31 de diciembre. El verdadero final del ciclo es el último día del mes de febrero. Recién entonces con las ventas y repercusión de los «discos de verano», con la cantidad de trabajo obtenido en los shows de carnaval ellos pueden realizar un balance de los beneficios o perjuicios que arrojó un año de actuación. Ese período puede ser vital para la carrera de cualquier conjunto: apenas en doce meses tienen la posibilidad de alcanzar la gloria o hundirse en la tiniebla de los vencidos.
Muchas cosas han ocurrido desde febrero de 1970. Cada conjunto habrá hecho va su balance o lo hará dentro de pocos días. Pelo también quiso dar su interpretación de un año convulsionado para la música popular. Hubo cambios, desuniones y nuevos lineamientos. Algunas previsiones hechas el año anterior se cumplieron. Otras todavía esperan. Esto es lo ocurrido en los últimos 360 días.
LOS GATOS (LOS ESTABLES)
Regresan de su confusa separación con pisadas fuertes. Tienen argumentos: la evolución musical, los nuevos —y buenos— equipos, la ráfaga renovadora del guitarrista Pappo, las ganas de volver a ser. Son. Lo dejan muy claramente establecido con el primer long play de la nueva etapa: una cara recuerda su estilo anterior (más bossa), la otra demuestra el nuevo amor: el puro rock. Poco después se dejan manosear un poco cuando hacen el intermedio (una especie de «acto vivo») en un espectáculo del Luna Park que se llamaba «demonios al volante» o algo así que no tenía nada que ver con la música; menos con la de ellos. En los meses del invierno, el público se pregunta por qué siguen prevaleciendo a pesar del surgimiento de nuevos grupos. Sus recitales son siempre los más poblados. Todos anuncian proyectos personales: grabaciones, actuaciones independientes: y gran libertad de acción. El único que cumple es Litto Nebbia: grabó un long play solista que su grabadora recién editará ocho meses más tarde. En agosto Pappo se separa y el conjunto queda reducido a cuarteto. Litto pasa a tocar el bajo y Alfredo la guitarra. Sus discos adquieren mayor calidad técnica e interpretativa y todos están definidamente volcados al rock tradicipnal. Su compañía grabadora opina que está conforme «los Gatos —dicen es el único grupo dentro del pop que siempre vende: es estable».
Detalle significativo: En el festival B.A.Rock no tiene una buena actuación; sin em: bargo el público —el que lo sigue— demuestra ser el más «fan», el más amante de un conjunto aún por sobre sus
valores musicales. Al iniciar 1971 deciden viajar a Europa («sin conocer la fecha de regreso»). Antes lanzan su primer long play como cuarteto.
Balance: A pesar de todas las variantes (nueva unión, entrada y salida de Pappo, reducción a cuarteto) el grupo tiene un año normal, que lo sigue manteniendo arriba, al menos en popularidad. Musicalmente, se adecuaron a las necesidades de la hora, y siguieron manteniendo la corrección: su arma fundamental.
VOX DEI (EL CONJUNTO DEL AÑO)
Cualquier jugador hubiera apostado a que el conjunto del año ’70 iba a ser Vox Dei.. Era simple y fácil acertar: sólo había que escuchar su música (exactamente enclavada en la actualidad: rock fuerte), analizar su trayecto. ria anterior (escalando de a poco, pero demostrando un afiatamiento para mayores logros). Todas las condiciones estaban dadas y la mayoría esperaba que ellos revistaran entre los grandes. Y no defraudaron. «Presente» y la «Canción para una mujer» fueron sus bastiones musicales, aunque no sus más genuinas producciones. Su verdadero sonido estuvo en los recitales. De allí surgió Vox Dei, de la misma manera que un año atrás lo habían hecho Manal y Almendra. Ninguna perturbación de tipo personal alteró la trayectoria del grupo. También era lógico: la mayoria de los conjuntos en su primer año permanecen fuertemente unidos. Sólo parecen haber tenido un diferendo con su primigenia compañía, el sello Mandioca, «pero nunca nada queda claro». El anuncio de grabar «La biblia» los rodeó de cierto halo de respeto y curiosidad, pero recién se podrá comprobar el resultado de tanta incógnita dentro de algunas semanas cuando aparezca a la venta. Sin embargo ese no fue el motivo que los convirtió en uno de los grupos con mayor cantidad de trabajo en los jugosos ($). carnavales.
Detalle significativo: Después del surgimiento sucesivo de varios grupos aparentemente con intenciones intelectuales (y que también interesó a cierta camadilla snob intelectual del público) el nacimiento de Vox Dei es la primera consagración de un conjunto verdaderamente popular (por su música y su proyección) d,sde la aparición de los Gatos. Un intento similar (sin lograrlo plenamente) había sido realizado antes por la Barra de Chocolate.
Balance: Vox Dei debe estar satisfecho. Se vio favorecido a todo nivel. Ya está entre los grandes. Concretó durante el ’70 un doble esfuerzo: consagrarse (y bien) y grabar algo muy importante y peligroso: «La Biblia'». Pero su problema. como en la mayoria de los grupos locales. comienza ahora
BARRA DE CHOCOLATE (SIN PENA. SIN GLORIA)
El año de la muerte, para este conjunto que había aparecido con buenos auspicios, en un momento que las líneas demarcatorias de la música pop nacional aún permanecían confusas. Sustentado por una cierta mística que rodeaba a su jefe, el semi afinado Pajarito Zaguri, la Barra no pudo
continuar basándose sólo en ese argumento. Algunos de sus integrantes evolucionaron o tomaron caminos musicales diferentes. De allí surgieron problemas de tipo personal. El primer long play del grupo aparecido en los primeros meses del año, si bien demostraba muchas fallas ponía en evidencia una actitud cristalina, sin camelos musicales. Se veía todo: aciertos y errores. Las siguientes producciones musicales (algunos simples mal pergeñados) no alcanzaron cifras mínimas de venta. La grabadora les empezó a perder confianza. El trabajo disminuyó. Sus últimas actuaciones (en las que el guitarrista Gamba reemplazó a Nacho Smilari) fueron bastante desastrozas. La decisión de separarse fue acertada y oportuna.
Detalle significativo: El cariño que el público demostró siempre por la Barra, aún en sus peores presentaciones. Sin embargo, no muchos compraron sus discos ni dieron pie para que la Barra fuera cabeza de cartelera de un recita.
Balance: La separación de la Barra de Chocolate no fue una «lamentable» pérdida para el rock argentino, El grupo fue una especie de «cabeza de turco que pagó el precio de la evolución de la música local. Fueron víctimas de sí mismos. Más lamentable hubiera sido si seguían juntos.
SEPTIMA BRIGADA (IGUAL CAMELO)
Este grupo demostró durante el último periodo, cómo se puede llegar a manosear a los músicos con la tentación del dinero, la fama y todo eso La Séptima Briga
da, quizás en su esencia, tenga buenas intenciones; son decididamente buenos intérpretes y quien escuche detenidamente sus temas puede vislumbrar detrás de la vulgaridad ciertos arreglos y toques imaginativos. Pero lamentablemente ellos mismos se engañan, porque saben todo eso, pero siguen en el «camelo». Después de «Paco Camorra» dijeron que iban a cambiar. El «cambio» fue «Juan Camelo» que es una avivada reiterativa para seguir vendiendo. Algo parecido a lo que hizo hace algunos años la Joven Guardia cuando sacó «La extraña de las botas rosas». Finalmente el cambio vino: se volcaron a una onda Santana, que según referencias les sale bastante bien. Pero siguen en el «camelo»: ¿desde cuándo les surgió el ritmo latino? ¿Después de escuchar detenidamente a Santana y comprobar que aparte de ser una onda popular se vendía muy bien.
Detalle significativo: Ellos están empecinados en abandonar la imagen de conjunto complaciente que, claramente, se les ajusta a la perfección. Para lograrlo van a tener que cambiar sus mentes: no es un problema musical.
Balance: Seguramente habrán vendido muchos discos, habrán hecho cientos de shows y después de carnatales, seguramente, se comprarán muchas cosas, Esto está bien, es lícito. ¿Pero no les gustaría tener lo mismo con otra música?
ALMA & VIDA (LA REVELACION DEL AÑO)
Nunca antes se había dado tanto ni tan rápido dentro de
la corta historia del pop local Exactamente en un año, la banda Alma y Vida se colocó entre los grandes, vende discos y tiene bastante trabajo. Todo eso con una formación insólita, agregando instrumentos no habituales. a despecho de posibles prejuicios en el público. Al principio bastante influenciados por sus antecedentes norteamericanos (Blood. Sweat and Tears y Chicago) van encontrandc lentamente su propio idioma. Pero desafiantes ellos preguntan: «Si, es cierto que tenemos influencias, ¿pero qué conjunto argentino no las tiene?» Manejados inteligentemente por su manager, Alma y Vida fue realizando un trabajo de consolidación subterránea —a nivel empresario— que le permitió emerger en B.A.ROCK y un festival competitivo de Mar del Plata como un promisorio baluarte de la música argentina.
Detalle significativo: Quizás por primera vez en la Argentina se da la coincidencia que un grupo que pertenece a la última generación obtiene aplausos y elogios de todos los públicos. Un detalle.
Balance: Alma y Vida hizo todo un año: nació, progresó y triunfó en 360 Bias. Nadie lo había previsto como el conjunto del año. Pero puede ser algo asi como «la revelación de 1970». Pero con un dato más: en ese mismo período también llegaron a la cima.
MANAL (CUIDADO CON EL LEON)
La opinión de un critico emitida durante el festival B.A. ROCK fue bastante clara: «A Manal —dijo— lo aplaudieron más cuando subió al escenario que cuando bajó». Después de dos años de actuación este primer trío argentino de blues (ahora bastante convertido al rock) parece estar viviendo de su sombra más que de sus realidades. Peligrosamente reiterado en los temas que compusieron como «punta de lanza», su juego musical fue cayendo en cierta monotonía, reflejada en su último álbum, «El León». El cambio de grabadora, un conflicto que se estiró con versiones y rumores durante varios meses y que fue el «pase» más grande habido en la música pop, no le aportó nuevas luces, pero les redituó algunos beneficios económicos. Sin embargo, trascendió, que la nueva compañía opina que «discográficamente no pasa mucho». Un oscuro viaje a Estados Unidos de dos de sus integrantes, ciertos delirios musicales (mal ensayados y peor improvisados) fueron desmejorando la imagen que la crítica y el público tenía del trío.
Detalle significativo: A pesar que la temporada ’70/’71 fue bastante mala para Manal, es indudable que ellos siguen siendo el grupo con más fuerza, el que no es simpático ni dice cositas lindas, el que globalmente tiene una actitud más revolucionaria.
Balance: Musicalmente desparejo, sin los aciertos anteriores. Económicamente bueno por el «pase» (se compraron instrumentos). Individualmente evolucionó Alejandro Medina. Gabis estable y Martínez no escribió nada nuevo.
ALMENDRA (CAUSAS VISIBLES Y LAMENTABLES)
1970 era, según los cálculos, el momento en que Almendra
debía consagrarse como el «gran conjunto nacional», fielmente representativo de la música popular argentina. Habían empezado muy bien con la aparición de su demorado primer long play. Un disco que tuvo mucha repercusión (aunque un poco menos de la que algunos interesados quisieron adjudicarle). Pero su importancia no fue a nivel ventas, sino en el plano documental para toda una generación de gente joven y de músicos jóvenes. Era el primer vuelo realmente imaginativo del sonido local. A principios del invierno todo iba bien. Dos de ellos viajaron a Estados Unidos y trajeron equipos e instrumentos: se equipaban para el gran golpe. Ese gran golpe, el definitivo para demostrar todo lo que valían y todo lo que podía hacerse con la música nacional, estaba concentrado en una largamente anunciada ópera que fue el regocijo con el que se empalagaron sin probarla su sadmiradores y sus críticos que habían depositado en ellos :a oportunidad de hablar con verdadero fervor. Sin embargo, finalizado el invierno, Almendra anunció su separación. Los motivos fueron confusos (se adujo diferencia de caminos musicales: lo mismo de siempre). Pero una de las causas reales era cierta incbmpatibilidad entre algunos de sus miembros. A pesar de todo, siguieron juntos durante algún tiempo en una escenificación muy triste y lamentable de lo que es la desintegración de una familia. Mientras tanto, se prestaron a que los medios de información, y los que no son información pero tienen bastante de medios, utilizaran su se paración como un argumento atractivo para hacer shows: hubo como media docena de «última presentación de Almendra». También fueron bastante manoseados por los periodistas, que publicaron notas con desenlaces lacrimógenos. Cuando la verdad era que se separaban y chau. Una lamentable separación, cierto. Pero irremediable: Spinetta, señalado durante mucho tiempo como factotum, ya había entrado en el delirio psicodélico y en la confusión de sus problemas musicales, personales y celestiales. Mientras tanto prepararon un long play (ver nota respectiva) que mostró el enrarecimiento de su música por causas bastantes visibles y lamentables. Entre toda la maraña de confusiones. separaciones, actuaciones, reportajes, y otras cosas, Almendra no realizó su promocionada ópera, Alguien hizo un chiste. Dijeron: «Nunca compusieron nada: sólo hicieron el jingle para una marca de galletitas». Esa misma ópera iba a ser auspiciada por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires y presentada en el teatro San Martín con toda la «manija». Menos mal que no la hicieron: ellos mismos, al separarse, demostraron que el conjunto no daba para más.
Detalle significativo: El público no se resigna a admitir la separación.
Balance: Horrible.
CONEXION N° 5 TRIO GALLETA PINTURA FRESCA («ANDA A CANTARLE A FRANK SINATRA «)
Con algunas variantes, estos tres conjuntos, ejemplo del viejo criterio anticreador e imitativo de anteriores generaciones argentinas (una Argentina del pasado) han visto llegar la hora de la muerte. Permanecieron en el tapete en tanto la música nacional se gestaba y se confundía: mientras tanto ellos cantaban en inglés regrabando temas éxitosos del exterior. Pero este año cada uno de ellos vio que el negocio se terminaba: Bisso empezó a cantar en castellano lo primero que le vino a la mano; Pintura Fresca empezó a insertar frasecitas en correcto castellano en sus temas «ingleses»; y el trío Galleta intentó componer sus propios temas. Desgraciadamente no mejoraron, Ya está dicho: no es una cuestión musical, es la actitud lo que importa.
Detalle significativo: Hace dos años eran los que más vendían, ahora graban salteado.
Balance: «Los cuarto de hora» siempre pasan.
LOS NAUFRAGOS (AHORA SON «LOS NAUTICOS»)
Para Francis Smith, inventor, productor, regenteador, del conjunto, para los empresarios que se mueven a su alrededor, para los organizadores de shows, y para todos aquellos que algo tienen que ver con el negocio del espectáculo, los Náufragos ya no pueden llamarse así. La cantidad de dinero que ganan no es digna ni corresponde a náufrago, por eso le han modificado el apodo por otro aparentemente más digno y afín: Los Náuticos. Enos, o mejor dicho, Francis Smith que es el que mueve las hilos, siguieron en la misma. Esta temporada fueron
«Zapatos rotos» y «Te quiero ver bailar». Este último tema demuestra un cierto esmero del «entretenido» Smith por mejorar la calidad de sus arreglos. De todas maneras, sus creaciones (¡y sus letras!) siguen sin sobrepasar el rótulo de «música para niños». O lo .que es peor «música para pueblos subdesarrollados», un tipo determinado de composiciones de quienes pretenden (o ayudan) a convertir a la Argentina en un país de jóvenes infradotados.
Detalle significativo: La insistencia de Los Náufragos en demostrar que su música no es mala ni boba. «Simplemente —cuentan— hacemos música de entretenimiento». Está bien, háganla, pero por qué no se callan la boca.
Balance: Millones, muchos millones de pesos.
JOVEN GUARDIA (HACIENDO BUENA LETRA)
Hay una oportunidad más para este grupo que, desde hace unos meses se redujo a trío. Ellos ya anunciaron varias veces que iban a cambiar. Hasta el momento parece que lo están haciendo. Sus letras han mejorado muchísimo y superan ampliamente a la de otros conjuntos considerados grandes. Musicalmente están buscando definición. Esta temporada fue de manoseo total para ellos: en pocos meses tuvieron tres guitarristas diferentes y echaron al organista. La historia ya es bastante conocida.
Detalle significativo: Cierto prejuicio entre músicos y público local que les impide creer que alguien quiera cambiar sinceramente.
Balance: Hasta agosto, un desastre. Después de las sucesivas crisis el panorama se aclara.
KATUNGA (SONGOROCOSONGO)
Y bueno: hay gente que se entusiasma con la ondita (tropicalSantana del momento. Katunga (antes se llamaba Zandunga pero debió cambiar por esos arreglos de grabadoras) hace las cosas bien. Pero están más en el show que en la música. Sin embargo son correctos. Pero nada más. De ellos se esperaba más.
Detalle significativo: Al público le gusta en vivo ¿pero hasta cuándo?
Balance: Estaban desahuciados en sus anteriores conjuntos, se rejuntaron en Katunga y están contentos: trabajan. Nada más.
ARCO IRIS (LA MEJOR TRAYECTORIA)
Es el conjunto que tuvo la mejor trayectoria durante la última temporada. Despacio, después de ganar un festival en Mar del Plata que no le reportó ningún beneficio, Arco Iris encontró su línea musical y fue conquistando al público. Cuando llegó al festival B.A.ROCK, del velódromo, se dio el gran gusto: fueron los más aplaudidos (y respetados) de los treinta y cinco grupos que participaron. Y allí estaba Almendra, Gatos, Manal y toda la plana mayor. Arco Iris es hoy la salida más nacional, con toda seguridad la más auténtica de la música popular argentina. Viene estirando un viejo problema con la percusión: no hay baterista que le venga
bien: ya cambiaron tres. Pero ahora decidieron que utilizarán baterista como acompañante, no como integrante. Una medida oue sólo pueda ser momentánea, de lo contrario se convertirá en perjudicial. El grupo no hace éxitos. N,o vende discos. Sin embargo, su compañía grabadora cree que Arco Iris ( y conjuntos similares) son el futuro de una música de catálogo.
Detalle significativo: La aceptación que tiene el público a pesar que no tienen discos difundidos. Su tranquilidad escénica: producto de las enseñanzas yogas.
Balance: Un año de consolidación musical. Es el grupo «marcado» para convertirse en número uno. Pero a nivel calidad, aspirando, en menor grado, a la popularidad.
PEDRO Y PABLO (LOS MAS LUCIDOS)
Este dúo está demarcando un nuevo camino —bastante lúcido— para la música nacional. Rescatan la música de testimonio (Dylan, Donovan, Baez) pero sin sobrepasarse en el uso de ritmos importados. A la esencia básica e internacional del rock y el folk ellos agregaron mucho de lo típicamente argentino. Pero en lo musical aún se están formando. La faceta más importante del dúo es sin duda la concerniente a las letras. La más inteligentes, frescas y espontáneas que se hayan escrito en la música pop de Argentina.
Detalle significativo: La admiración y el respeto de todos los músicos netos de rock.
Balance: Extraordinarío, aunque censurado…