«Despedazado por mil partes» es el cuarto disco de La Renga. Producido por la banda junto a Ricardo Mollo, fue editado en noviembre de 1996 y significó un importante aumento en la popularidad del grupo. De ese trabajo, este esencial: «La balada del diablo y la muerte».
Buenos Aires, Estadio Obras, diciembre de 1996
Chizzo, Tete, Tanque, Chiflo y Manu miran extasiados el estadio Obras repleto. Es la cuarta noche seguida que lo ven así, reuniendo en total a más de 20.000 personas eufóricas coreando las canciones de «Despedazado por mil partes», el cuarto álbum de La Renga, que significó su consagración definitiva.
El disco se había editado apenas un mes atrás y el track Nº 4, «Balada del Diablo y la muerte» se convirtió rápidamente en hit. «Despedazado fue el primer disco bien grabado de la banda. Lo grabamos en ION y estuvo Ricardo Mollo de productor por primera vez con nosotros, que fue un maestro para mí. Fue el disco que nos hizo conocidos, tiene temas que quedaron como hitos de los ‘90» cuenta Chizzo.
Los dos primeros discos habían sido producciones independientes de la banda, hechos con el dinero que habían podido juntar en ese momento, por eso fue muy evidente la diferencia con el tercero. La Renga ya convocaba multitudes desde sus primeros tiempos, aun cuando los primeros trabajos no se habían vendido mucho, y de hecho el primer Obras lo hacen en forma independiente. Es allí donde los ‘ficha’ la discográfica Polygram, que decide invertir para que puedan grabar un disco con los recursos necesarios, incluyendo a Mollo como productor.
Chizzo recuerda los comienzos: «La esquina de Homero y Garzón era donde nos juntábamos de chicos, con las guitarras, a tocar hasta altas horas de la noche. De entrada nos unió la música, y en esa esquina llegamos a hacer recitales. El primero fue la noche de fin de año del ’88, y nos gustó cómo salió, entonces al poco tiempo empezamos a llamarnos ‘La Renga’ y empezó nuestra historia».
Esta esquina de Mataderos, tan importante para ellos, es donde «estaba el Diablo mal parado…y al lado de él estaba la muerte con una botella en la mano». Aquella noche de invierno que encontró a Chizzo desvelado, las tentaciones de drogas y alcohol lo acecharon, intentando «llevarse un cordero con sólo cruzar la calle». Finalmente se fueron amigando y los fantasmas de aquella noche se hicieron canción. Una canción/balada que entró en la historia del rock nacional.
Ficha técnica:
Autor: Gustavo Chizzo Nápoli
Intérprete: La Renga
Álbum: Despedazado por mil partes (1996)
Formación: Gustavo Chizzo Nápoli (guitarra y voz), Gabriel Tete Iglesias (bajo), Jorge Tanque Iglesias (batería), Gabriel Chiflo Sánchez (vientos), Manuel Varela (coro).
Duración: 5 min. 36 seg.
Letra
Estaba el diablo mal parado
en la esquina de mi barrio.
Ahí donde dobla el viento
y se cruzan los atajos.
Al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano.
Me miraban de reojo
y se reían por lo bajo.
Y yo que esperaba no sé a quién,
al otro lado de la calle del otoño.
Una noche de bufanda
que me encontró desvelado.
Entre dientes oí a la muerte
que decía, que decía así:
Cuántas veces se habrá escapado
como laucha por tirante.
Y esta noche que no cuesta nada
ni siquiera fatigarme.
Podemos llevarnos un cordero
con solo cruzar la calle.
Yo me escondí tras la niebla
y miré al infinito
a ver si llegaba ése
que nunca iba a venir.
Estaba el diablo mal parado
en la esquina de mi barrio.
Al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano.
Y temblando como una hoja
me crucé para encararlos.
Y les dije me parece que esta vez
me dejaron bien plantado.
Les pedí fuego y del bolsillo
saqué una rama pa’convidarlos
y bajo un árbol del otoño
nos quedamos chamuyando,
Me contaron de sus vidas,
sus triunfos y sus fracasos.
De que el mundo andaba loco
y hasta el cielo fue comprado.
Y más miedo que ellos dos
me daba el propio ser humano.
Y yo ya no esperaba a nadie,
y entre las risas del aquelarre,
el diablo y la muerte se me fueron amigando.
Ahí donde dobla el viento
y se cruzan los atajos.
Ahí donde brinda la vida
en la esquina de mi barrio.
De mi barrio.