El grupo británico ofreció un concierto furioso, con tres de sus miembros originales, un repertorio cargado de energía y un emotivo tributo a Brian James, su histórico guitarrista fallecido días atrás.
Hablar sobre The Damned es hablar de una parte de la historia contemporánea de la humanidad. Banda nacida en 1976, perteneciente al inicio del punk británico (no entraré en la discusión si el punk empezó con Stooges, Ramones, Sex Pistols o Los Saicos, quedará a criterio del lector), dejando más de un éxito y una imborrable huella en los anales de la música.
Pero eso ya lo sabemos todos, o al menos los avezados al punk. Vamos a hablar sobre la cita que tuvimos el sábado en El Teatro de Flores.
T.V.Smith (ex Adverts) teloneó el encuentro. Otra leyenda sobre el escenario. ¿Quién más, sino, para tan tremenda presencia?
Aproximadamente para las 21 empezó a sentirse el barullo tras el telón. Punkies y góticos de todas las edades (qué esperanza que me dio) comenzaron a impacientarse. Se abrió el telón, salieron los muchachos-ya-no-tan-muchachos a escena y, con los primeros acordes, en lo único que se notó el paso de los años fue en la imagen y la evolución de la voz de Dave Vanian, más profunda y más cercana al rockabilly. El trío pogo, mosh y slam no se hizo esperar.
Éxitos como “Neat Neat Neat”, “Ignite” (tema aparte Rat Scabies prendiendo fuego la batería), y la infaltable “New Rose” (a esa altura, ya habían volado varias zapatillas por mi cabeza) sonaron en un recinto completamente lleno.
Paul Gray y su bajo Rickenbacker rojo furia machacando nota a nota los fraseos de “Dr. Jeckyll and Mr. Hyde”. A Captain Sensible pareciera que no le pasan los años, y nos deleitó con la hermosa intro de “Smash It Up”. No voy a olvidar mencionar a Monty Oxymoron al teclado, quien al principio parecía tímido, o tal vez intimidado con la audiencia argentina (lo sabemos, así somos), y que después se soltó y agitó a la concurrencia
Noche memorable e inolvidable para muchos. Nuestros héroes de la adolescencia se están poniendo grandes.
Y no se ve que haya remplazo.