La segunda jornada del Campus Rock se suspendió por mal clima. El lunes será la última noche en la que Las Pelotas finalmente ponga fin al evento. El sábado Attaque 77, Karamelo Santo y A.N.I.M.A.L. fueron las estrellas.
Charlas, un Museo Rock, clínicas, películas y un mega evento por partida doble dieron forma a lo que se llamó Campus Rock Cultura Rock en Córdoba. El broche de oro estaba previsto para el domingo, pero la lluvia y el frío hicieron que se pospusiera para el lunes.
El sábado comenzó con la aparición en escena del grupo local La 66, mezclando el rock and roll con el blues. Mandril, banda de larga trayectoria en la provincia, mostró su repertorio entre algunas fallas de sonido al público que lentamente iba poblando el predio ubicado frente al Aeropuerto Pajas Blancas. Luego sería el turno de Herederos que llamó la atención de los punks presentes. La nota la dio Infierno 18, esta banda bonaerense mostró sus temas y algunos covers clásicos de su repertorio, culminando su presentación respondiendo los insultos de algunos chicos en el campo.
Párrafo aparte para Juan Terrenal. La banda con mayor protagonismo en Córdoba demostró, una vez más, que está a la altura de los grupos consagrados de nuestro rock. Corearon todos sus temas de principio a fin en un pogo enérgico, y los despidieron con grandes aplausos. Una muestra clara del gran momento por el que atraviesan los liderados por Miguel Amaya, a pocos meses de haber presentado «Nuestra Forma», su primer disco oficial (Sin Red, trabajo doble, fue en formato CD-R). Acto seguido, Pier aportó lo suyo mechando sus hit entre la ovación de un importante grupo de chicos de San Francisco, localidad del interior de la provincia donde juega de local.
¿Quién dijo que la cumbia es mala palabra en el rock? Karamelo Santo, a pocos días de partir nuevamente de gira por Europa, hizo bailar a todos. La quermés de los mendocinos puso de pie los cansados esqueletos y, reinventándose a si mismos, no dejaron cabeza sin sacudir. Una hora intensa de reggae, rock y ritmos latinos ejecutados por una banda que consiguió el éxito desde la independencia más absoluta y sin dejar de lado su esencia.
Andrés Giménez, Titi Lapolla y Martín Carrizo pusieron la necesaria cuota de metal al evento. Este emblema de la música pesada repasó verdaderos himnos de sus más de diez años de vida, junto a algunos temas de «Combativo», su último disco. Los detalles fueron el atrapasueños colgado en el micrófono de Andrés Giménez (no quedó en claro en alusión a qué, aunque las malas lenguas se animan a señalar que fue una indirecta a un ex compañero de ruta), la capciosa referencia a Andrés Calamaro y el cierre con algunos fanáticos cantando Co-Killer, donde se destacó una agraciada señorita que para sorpresa de Giménez conocía la letra del tema.
El Otro Yo y Attaque 77 fueron los números finales. Los chicos de para bienes: primero con los hermanos Aldana que no escatimaron energía y luego la banda punk más convocante del momento que en febrero coronó la primer noche del Siempre Rock.
Sobre el final del show de Pertusi y compañía, la lluvia y el viento comenzaron a mostrar su poder.
Del sol radiante de la tarde a las camperas, el Campus Rock tuvo que suspender su segunda noche prevista para el domingo. La grilla liderada por Las Pelotas, Javier Malosetti, Mimi Maura y Dancing Mood será concretada el día lunes por la tarde. La productora del evento, Nueva Tribu, informó que ante el riesgo de lluvia en la segunda noche decidió posponerla y tiene previsto devolver el dinero de los tickets a quines no puedan asistir ese día.