Patricio Rey realizó dos shows en ese escenario porteño, los días 18 y 25 de octubre de 1986, en los cuales presentó oficialmente «Oktubre», su segundo disco de estudio. Durante esas dos noches también se registró el pirata «Paladium», con audio de consola. Lo que sigue es la crónica de aquellos shows, firmada por Federico Oldenburg y publicada en la Revista Pelo 278, en noviembre de 1986.
Los Redondos en vivo. Oktubre rojo y rockero
Los Redonditos estuvieron recluidos en un estudio durante un par de meses y algo se apagó en el oscuro ambiente underground porteño. Los Redonditos volvieron para presentar su segunda obra, “Oktubre», en un duro octubre para los que se aventuraron en organizar algún concierto, y Paladium se llenó hasta reventar.
Escenografía de revolución, brazaletes rojos, banderas y panel de manifestación más una opertura gloriosa, el monumental tema “Oktubre“ fueron la contundente imagen y sonido del reencuentro. Y la banda sonando mejor que nunca, potente pero fresca. El grupo ya tiene diez años, pero se ha superado y ha transformado su concepto para sonar, conmover más allá del mito. Lo que no suena bien —como una bateria directamente fuera de tiempo durante varios pasajes— al menos es simpático.
Una exposición de todo el nuevo material puede parecer riesgoso como para presentarlo ante un millar de fans —fans absolutos, de los que corean todos los temas— enardecidos. Pero los Redondos lo hicieron, y tan bien como para que la gente se diera cuenta que las canciones más recientes son también excelentes: ”Semen Up” —una especie de tango psicodélico—, “Ya nadie va a escuchar tu remera” —con una interesante teoria sobre los slogans estampados sobre la ropa— y “Divina TV Fürer”, junto con la primera, fueron de hecho lo mejor del concierto en Paladium. Otros pensarán que la verdad de los Redondos es el rockanroll más clásico. Pruebas no faltan: el final, con esa serie de siete —u ocho o nueve— rockanrolles seguidos fue sencillamente apoteótico.
Federico Oldenburg