Y finalmente, acá está la tercera y última parte de esta producción, en la que seleccionamos los mejores discos editados en la última década en nuestro país. Si te las perdiste, acá está la primera parte y acá la segunda.
«Activistas», Nonpalidece (12/13)
Después de cuatro discos que habían recibido una gran acogida de la crítica y de editar «Hagan correr la voz» (2006) y «El fuego en nosotros» (2009) durante la cresta de la ola reggae en la Argentina, Nonpalidece sentía que debía reformularse.
Para eso, la banda de Tigre impulsó un cambio que tuvo que ver sobre todo con la incorporación de voces femeninas y una grabación 100% en vivo, con los doce músicos a la vez. «El coro le dio un toque muy especial y distinto a lo que veníamos haciendo -explicó el cantante Néstor Ramljak en una entrevista con Monterrey Rock-. Encontramos en el reggae un género que nos permite expresarnos y contar lo que nos pasa, en lo personal y como grupo. La evolución que buscamos es que el contenido sea sincero».
Con un arte de tapa sencillo pero contundente, «Activistas» también muestra algunas de las letras con contenido social más fuerte de la banda: «Rasta no palidece», «Excusas» y «Grita lo que sientes» son pruebas de eso. Mientras tanto, «Chalice» y «Feed me» se convertirían en números fijos de los shows del grupo.
Canciones destacadas: «Rasta no palidece», «Chalice».
«Marginal y popular», Las Manos de Filippi (04/14)
La banda del «Cabra» De Vega siempre fue ecléctica. Desde la crítica religiosa que habían impulsado con «Biblias», pasando por el humorístico «Borracho 14» y hasta la contestataria «Fa. Sin. Pat»; Las Manos de Filippi fue un colectivo inclasificable desde sus comienzos.
En «Marginal y popular», esa búsqueda se profundizó gracias a una producción y un sonido envidiables. La tradicional apuesta anti-capitalismo se dio desde la apertura (con «Van por el oro», una crítica al kirchnerismo) y sobre todo con «Crisis internacional» y «Gobiernos».
Históricamente, el disco cobró una importancia aún mayor ya que fue el último que grabaron el saxofonista Charles Bardon, el baterista Lucas Honigman y el guitarrista Gaspar Benegas. El violero se despachó con un memorable solo funky en «El rey de la autocrítica», mientras que Bardon se puso al frente de la irónica «Multivitamínico». También hubo una participación más acentuada del trompetista Pecho Anzoátegui, que cantó en las crudas «Villa Manuelita no» y «Ratas».
El álbum, que se liberó como libre descarga, no sólo fue uno de los mejores de la banda, sino también del año… ¡y hasta de la década!
Canciones destacadas: «Van por el oro», «El rey de la autocrítica».
«Remolino», Acorazado Potemkin (07/14)
«Me siento más un letrista que un poeta, porque amo trabajar con la síntesis de las palabras. Hago un esfuerzo enorme para que los versos entren en la métrica que pide la canción, y que el texto acompañe la intensidad. Me encanta la poesía, pero desde un lugar de curioso», le explicó el vocalista Juan Pablo Fernández a la revista Soy Rock. «Como somos sólo tres, usamos las voces como instrumentos e intentamos que haya variaciones, aunque sean pequeñas, que distingan a un tema del anterior. Todo eso quedó plasmado en ‘Remolino’».
Para un extranjero, el Acorazado Potemkin puede referirse a ese barco y su motín ocurrido dentro de la revolución rusa. Pero para los argentinos, no hay dudas de que se trata de una de las bandas creativas y especiales del rock. El grupo -que completan el baterista Luciano Esain y el bajista Federico Ghazarossian- encontró en «Remolino» un lenguaje más que propio. Desde la pegadiza «A lo mejor» hasta «Cerca del sol» y «El pan del facho», este disco fue trabajado en un período de cuatro meses durante el que el trío terminó la composición al 100%.
«Nos gusta mucho salir a tocar, nos invitan de todas las ciudades del país -agregaba Fernández en la misma nota-. Pero también está bueno decir: ‘no atiendo más el teléfono’, y mirar para dentro a ver qué hay. La mejor forma de trabajar nace cuando se es libre puertas adentro». Y el proceso dio sus resultados.
Canciones destacadas: «A lo mejor», «Disuelto».
«Pesados vestigios», La Renga (12/14)
Aunque el trío de Mataderos ya había plasmado su fórmula en una decena de discos de estudio, esta vez fue más allá: su álbum de 2014 suena más crudo, más hard rocker y más directo. Las canciones fueron grabadas, mezcladas y masterizadas en el propio estudio del grupo, y se eligieron como singles «Corazón fugitivo» y «Mirada de acantilado».
Más allá de tener diversas temáticas, muchas letras siguen una misma línea: la del viaje. «A un corazón que se escapa no lo quieras enjaular», canta Chizzo en el primer corte de difusión; mientras que en la segunda recita que «el horizonte ya no tiene adonde ir».
Como si fuera poco, hay un homenaje a Miguel Ramírez, quien falleció en uno de los recitales de la banda («San Miguel»); y en «Sabes que» participa de invitado el histórico Ricardo Soulé, de Vox Dei, cantando e incluso aportando un violín. Así, La Renga creó un disco que representó un cambio de rumbo, pero sin salirse de su propio estilo. Algo que la mayoría de las bandas intenta alcanzar, aunque no todas pueden alcanzar.
Canciones destacadas: «Corazón fugitivo», «Sabes que».
«Nuevo orden mundial», Malón (10/15)
En 2011 se produjo el regreso de una de las bandas más importantes del metal nacional. Y aunque hubo que esperar bastante, hubo nuevo disco de estudio. «Sabíamos que con el tiempo debíamos entrar a grabar», admitió el baterista Claudio «Pato» Strunz en una entrevista con Télam.
Tal como cuenta su título, el álbum tiene una óptica algo distópica… aunque no lejana a la realidad. «Las letras van a la cuestión social, a eso que nos pasa a todos. Estamos más grandes, más maduros, con ganas de seguir haciendo música. Consideramos que vamos por el buen camino», agregaba Strunz.
El disco, que cuenta con doce temas, fue grabado en los estudios In Fire y Romaphonic, de la mano de Javier Casas. Tanto él como Álvaro Villagra lo mezclaron, y este último además lo masterizó.
«La matanza», por ejemplo, relata la masacre de los indios pilagá en Rincón Bomba (Formosa); mientras que «Fuiste y serás» es un homenaje al fallecido Nico Takara, guitarrista de Los Parraleños e histórico miembro del metal argentino. Definitivamente, con este disco Malón estuvo a la altura de las expectativas… y las superó.
Canciones destacadas: «Nuevo orden mundial», «Barbarie colectiva».
«La salvación de Solo y Juan», Los Fabulosos Cadillacs (05/16)
A partir de un relato de Flavio Cianciarulo y de Vicentico, la banda compuso uno de sus discos más especiales. Por primera vez, un grupo argentino de su estilo lanzó una ópera rock. Y esa es la palabra justa: porque no sólo están los ritmos clásicos de Los Cadillacs (en temas como «El rey del swing» y «Averno, el fantasma»), sino que también hay guiños a la carrera solista de ambos, que se entrelazan como un álbum conceptual.
«Juan» tranquilamente podría haber estado en un disco de Vicentico, mientras que otras piezas más alternativas («No era para vos» y «La tormenta») encajan en algunas facetas de Cianciarulo, como Mandinga, Sardinista y Misterio. Casualmente, el saxofonista Sergio Rotman se ausentó en gran parte de la gira, alegando «falta de protagonismo en la creación».
Pero la belleza de «La salvación…» -producido por Héctor Castillo- está en su visión como una obra de arte en conjunto. El texto que acompaña al disco, escrito por el mexicano Adolfo Vergara Trujillo, es simplemente brillante y le da al álbum una mayor consistencia. Por eso, es recomendable oírlo mientras se lee el relato. Sólo así se tendrá una visión completa de la trama, que aborda la tragedia, la ironía y el drama como ningún artista argentino lo había hecho en décadas.
Canciones destacadas: «La tormenta», «La música salvará al mundo».
«Soundamérica», Los Pericos (10/16)
Casi una década después de su último lanzamiento de canciones nuevas y luego de la muerte de Horacio Avendaño, la banda de Juanchi Baleirón editó un disco a la altura de las circunstancias. Aunque el comienzo con «Señales erróneas» es algo tranquilo, sirve como antesala para algunos de los mejores temas que Los Pericos compusieron desde su renacimiento.
«Inalcanzable», una de las puntas de lanza, está construida a partir de una letra canchera y con un ritmo radiable, pero mantiene la originalidad y no pierde la frescura. El dueto con Carla Morrison en «Anónimos» muestra que Los Pericos todavía tenían un nuevo terreno para explorar, mientras que «Todos lo hacen» -y su gracioso video- grafican a la perfección al argentino promedio.
La distorsión de «Ícono gurú» recuerda al sonido de «7» (2005), y el clima reggae-funk de «Salgo» parece venir de uno de los primeros discos de la banda. Por todos estos condimentos, Los Pericos lograron en «Soundamérica» una obra que representa muy bien todos los costados de su carrera. Y ese es un gran logro.
Canciones destacadas: «Inalcanzable», «Salgo».
«Random», Charly García (02/17)
Editado casi de manera intempestiva luego de varios problemas de salud, el decimotercer disco de estudio de Charly García lo volvió a encontrar como cantante popular. La belleza de «Random», más allá de sus guiños electrónicos, está en que la mayoría de los temas funcionan perfecto con una guitarra o un piano.
El comienzo de «La máquina de ser feliz» ya marca un clima melancólico, que se afianza con el lo-fi de «Primavera» y los coros de Rosario Ortega, casi tan presentes en la mezcla como la voz del propio García. En esta canción, Charly grita con furia: «Ahora que estoy rehabilitado, saldré de gira otra vez. Me encerrarán cuando se acabe, ¡y roben lo que yo gané!».
«Rivalidad» parece haber sido escrita para funcionar en vivo, y los teclados de la concisa «Otro» recuerdan al Charly de los ‘80. Todo esto bajo la ingeniería de sonido de Nelson Pombal y de Álvaro Villagra, ambos próceres de la escena argentina.
El regreso de García fue hecho a base de grabaciones de baja fidelidad, climas predominantemente oscuros y letras en las que Charly habla desde su propia realidad. Una excelente forma de volver al ruedo.
Canciones destacadas: «Primavera», «Otro».
«Agua ardiente», Los Espíritus (05/17)
Entre 2016 y 2017, Los Espíritus se convirtieron en una de las bandas fetiche para el periodismo y el público nacional. Fueron uno de los pocos grupos de su «camada» en agotar funciones sucesivas en El Teatro de Flores y hasta dar un concierto propio en el Estadio Malvinas Argentinas.
Pero como todo fenómeno, sólo el tiempo se encarga de afirmar si ese éxito es pasatista o no. Los años y las canciones demostraron que Los Espíritus llegaron para quedarse, y que el hype se construyó en base a cimientos reales.
Sobre una capa de delta blues, psicodelia y hasta folklore mezclado con rock, la voz de Maxi Prietto funciona como un instrumento más en «Agua ardiente». El músico declaró al diario Página/12: «Nunca había hecho un disco tan directo sobre pensamientos y no sobre emociones. Así es como veo la sociedad».
El experimentado técnico Patricio Claypole, de El Attic, le terminó de dar el background perfecto: temas que suenan intencionadamente a décadas pasadas, grabaciones hechas en vivo en el estudio y cintas analógicas. El hype no fue en vano.
Canciones destacadas: «Jugo», «La rueda que mueve al mundo».
«Elite», Baltasar Comotto (08/17)
Más allá de haber acompañado a grandes íconos del rock nacional (Indio Solari, Luis Alberto Spinetta y Andrés Calamaro) y de haber lanzado un disco solista («Rojo», de 2006), el guitarrista terminó de afianzar su propia carrera con «Blindado» (2011) y «Elite» (2017). Comotto dejó en claro que además de un excelente violero, es un gran compositor y cantante.
Aunque fue grabado en Romaphonic y cuenta con guiños a las guitarras («Marr» y «Jaguar»), Comotto explicó en una entrevista con la revista El Bondi: «Todavía no hice mi disco de violas. Estoy apuntando a la canción, y que los solos la decoren. No soy muy fan de Steve Vai o de Joe Satriani, prefiero escuchar a tipos con un enfoque más allá del instrumento».
Producido por Edu Herrera y Rafael Franceschelli, «Elite» fue un disco riesgoso: las bases se grabaron en dos días y con tres tríos diferentes. Esa aventura también se nota en temas desérticos y acústicos como «Sabrás escapar» (con Daniel Melingo), que generan un cambio y descubrimiento en comparación a sus trabajos anteriores. «Elite» ganó el Premio Gardel al Mejor Álbum de Rock Pesado/Punk, y fue el que lo reafirmó a Baltasar Comotto como lo que realmente es: no sólo un guitarrista, sino un artista con todas las letras.
Canciones destacadas: «Jaguar», «Libertad».