El periodista Nelson Barceló publicó Las criaturas del pantano, un libro que reconstruye la historia del mítico compilado editado en 1994 por el sello Perro Andaluz. A través de testimonios de músicos, productores y periodistas, la obra repasa la escena alternativa de Montevideo en los años 90, con bandas como Buenos Muchachos, Trotsky Vengarán, La Hermana Menor y Chicos Eléctricos.
«El libro trata sobre un compilado de seis bandas uruguayas de los años 90, con doce canciones y ningún hit, que es un hito en la música uruguaya», resume el autor. En 1994, el sello Perro Andaluz lanzó un cassette de seis bandas emergentes de la escena uruguaya. La iniciativa surgió de Ángel Atienza, empleado bancario y dueño del sello, y Gerardo Michelin, productor y exmánager de Los Estómagos. Con una tirada de 500 copias que se agotaron rápidamente, el compilado se presentó con un recital en el pub Amarillo, donde participaron todos los grupos incluidos.
Treinta años después, Barceló decidió reconstruir la historia de aquel registro clave para el rock uruguayo. Publicado por Ediciones B, Las criaturas del pantano recopila más de 60 testimonios que permiten entender la importancia del compilado y el impacto que tuvo en generaciones posteriores. En sus páginas, el libro refleja la efervescencia del Montevideo underground de los 90 y cómo algunos de sus protagonistas lograron mantenerse en el tiempo, mientras otros proyectos quedaron en el olvido.
Cada capítulo está acompañado por textos de distintos artistas y periodistas, como Beto Quintans, expropietario del pub Juntacadáveres, el cineasta Manolo Nieto y la periodista Belén Fourment. A través de estos ensayos, el libro aporta contexto, análisis y nuevas perspectivas sobre una época clave del rock uruguayo.
Barceló, quien escribe en el diario La Diaria y conduce el podcast Isla de Encanta, contó en una entrevista con Patricia Turnes que su interés por el compilado surgió de su propia curiosidad y el impacto que tuvo cuando lo escuchó por primera vez. Según el autor, la distorsión y el uso del inglés en muchas de las canciones lo sorprendieron, ya que se alejaban del sonido predominante del rock uruguayo de aquel entonces.
El proceso de investigación no fue sencillo. Conseguir algunos testimonios, coordinar entrevistas y lidiar con recuerdos contradictorios fueron algunos de los desafíos que enfrentó a lo largo de los dos años que llevó la producción del libro. Sin embargo, el formato coral le permitió dar voz a quienes realmente vivieron esa escena, construyendo un relato a múltiples voces que refleja fielmente el espíritu de la época.
El libro también destaca la creatividad detrás del compilado. Según Barceló, el concepto surgió como una especie de “soundtrack de una película porno” protagonizada por un actor de Carmelo, en un intento de generar una identidad visual y estética disruptiva. La presentación del casete no solo sirvió para difundir la música, sino también para asegurar la venta de entradas al show y fortalecer la escena alternativa en espacios como el pub Amarillo.
Sin financiamiento externo, el proyecto fue aceptado rápidamente por su editorial, que ya conocía el trabajo de Barceló en libros previos como Rengos con Nike, sobre Pedro Dalton y los Buenos Muchachos. La selección de los participantes del libro surgió de manera orgánica, con nombres que aparecían recurrentemente en las entrevistas o en el material de archivo consultado.
Barceló, que en 1994 tenía 16 años y no llegó a ingresar a la presentación del casete, se conectó años más tarde con bandas como Buenos Muchachos y Chicos Eléctricos. Su vínculo con Pedro Dalton y Orlando Fernández, con quienes trabaja en el podcast Isla de Encanta, también fue clave para obtener testimonios de primera mano sobre aquella época.
Con Las criaturas del pantano, Barceló rescata una pieza fundamental de la historia del rock uruguayo, reconstruyendo una escena que, aunque breve, dejó una marca imborrable en la música del país.