Ramas peladas
troncos son posibles abajo
pequeñas simetrás plegadas por la mano adelante
el fuego y la calma
presencia sin el cuerpo y la córnea
dos negra agujas clavadas en mi espalda y en mi cuello
el bramido y todo eso silencian mi garganta
diluvio de materias palabras sin destino
el cielo aguanta el desorden del juego
del juego que juego
el reflejo en el vidrio en el marco si se abre
las paredes cuatro para siempre
la casa
la ventana
las calles se arrastran mientras cortan la pared
todo es para el ruedo de los autos que se pasean distantes
queriéndome tragar el aire siempre se despide
nunca es siempre la misma pared
rasco
escarbo
de repente estrecho un túnel
clavo
hondo
profundo
punto
todo se encadena