La banda va a festejar sus 15 años en Capital, en donde aprovechará a presentar su nuevo single. Su líder explica cómo es trabajar con Ale Vázquez, y por qué cree que los gobiernos “se aprovecharon de la pandemia”.
Miembros de Jane’s Addiction, Queens of The Stone Age, Fishbone, The Stooges, Eagles of Death Metal, Mr. Big y de Billy Idol no podrían estar equivocados: hay un grupo argentino que lleva al rock alternativo en la sangre. Y es Lujuria.
“Claramente, California fue lo que nos unió a ellos”, explica Matt Houdini, su cantante y guitarrista hace quince años. La banda sacó siete discos, giró por los Estados Unidos y Europa, y ahora presenta “Do It For The Pibits”, un single con la producción de Ale Vázquez. Todo esto, antes de tocar por última vez en el año en Buenos Aires.
-Matt, en la nueva canción hablás de liberarte de las ataduras del sistema. ¿Cuáles creés que son las más fuertes?
-Hoy en día es instagram y la bajada de línea social, que los tiene a todos como hipnotizados. También la falsedad para sacar ventaja a los demás, y muchos otros tantos factores que terminan restando más que sumando.
-Además, se vienen dos nuevos singles producidos por Ale Vázquez. ¿En qué línea irán líricamente?
-Y… me encuentro en un momento de lucha permanente. Cuando estoy en la Argentina, automáticamente me siento atrapado en un mundo que no es el mío. Como siempre me refugio en hacer canciones y evadir todo en “estados alterados de conciencia” (sic). Claramente, si bien el panorama en Buenos Aires es divertido con amigos, se siente áspero. En estas canciones estoy recuperando la energía de hace años, de la época de “Sextorsión” (2018), cuando era más subversivo y agresivo. Termino trasmutando lo externo para darme una felicidad interna, de que pude “sacar afuera” lo que pienso y siento.
-En una entrevista dijiste que veías que los gobiernos se aprovecharon de la pandemia. ¿Lo vamos a sentir en las nuevas canciones?
-Si nos sentamos a hablar de mi opinión sobre la política, las leyes y los estados, claramente no hay mucho positivo. Jamás le creí a ninguno, y tampoco cambié de parecer. Cuando las personas se quieran un poco más y busquen sacar lo mejor de los demás, en vez de envidiarlos, competir deslealmente y por ambiciones, ahí van a entender que la desunión de los pueblos es la ganancia de los reptiles. Y sí, me genera una ira que siempre ayuda a sacarle distorsión a los riffs y más griteríos.
-Ya trabajaron con Ale Vázquez. ¿Por qué lo volvieron a elegir para lo que se viene?
-Técnicamente, entiende exactamente el sonido que buscamos. Hablamos de música, sabe cómo llegar a los sonidos y al “vibe” que buscamos transmitir. Es un profesional de primera línea, y completa los factores que permiten cerrar las ideas. Además, no voy a mentir: vivo bastante desequilibrado y errante. Para no perder la costumbre, los vicios cambian, pero sigue habiendo nuevos. Entonces está bueno tener jugadores en el “team” que nos equilibren y estructuren.
-En “PSYCO$T@LK3R” (2020) vinculaste dos cosas que parecían no tener que ver: las computadoras y la hechicería. ¿Cómo nació el concepto?
-Viene del amor, o más bien del desamor, y de la locura por querer revivir como sea una relación muerta. Y pasar el proceso hasta darse cuenta de que había que amarse un poquito más a uno mismo. A veces las uniones no se dan; hubieran sido geniales, pero es mejor ponerse de acuerdo antes que estirar algo que no va a funcionar. Por suerte me encontré a mí mismo al final del túnel, y mi vehículo para salir adelante fue el rock and roll. Pero fuera de eso, creeme que la hechicería y las computadoras están más relacionadas de lo que todos creemos.
-Mencionaste muchas veces que el aura de Lujuria podría ser “death punk”, algo a lo que Nick Oliveri y Jesse Hughes hacen referencia. ¿Creés que esto te da una libertad para correrte del estereotipo de banda simplemente “alternativa” o de “rock and roll”?
-Somos una banda de rock, y exploramos sin miedo distintos géneros. Sí, es acertado, y nos arriesgamos a tomarlos como propios. Esos estilos son como un alma mater dentro del cocktail, pero somos un “súper upper drug de diseño”.
-¿Cómo se dio el contacto con Oliveri y Hughes, y qué aportó cada uno?
-En “Sextorsión” tuvimos el honor placer y la mística de que participen ellos, y claramente cualquier fan de su música, si escucha estas dos canciones (“Electricity” y “Time to Break Bones”) va a descubrir su esencia. Fue una experiencia increíble, ya que compartimos vivencias: rutas, rock and roll, tragos, fiestas. Eso llevó a que conectemos al punto de ser todos la misma banda, una pandilla haciendo música y buscando problemas.
-Hughes te insistió bastante para que grabaras en inglés. ¿Qué razones te dio?
-Según él, por mi estilo de voz, la música y el estar radicado en los Estados Unidos me iba a ser más conveniente. Más que nada para conectar con el flash de allá. Pero además le tomé el gusto al inglés, y me gusta mucho más como suena para crear melodías. En lo artístico le veo mucho resultado, no digo que en español no se pueda, pero en nuestras composiciones es más complicado a la hora de frasear y que quede estético.
-Hace un tiempo tenían la idea de sacar una película de Lujuria. ¿Hay novedades de eso?
-Si, se está haciendo. Ya hay bastante material filmado y editado. Creímos que saldría este año, pero algunas cosas llevan más. Incluso aprovechamos para seguir generando material, gracias al último tour por Europa y lo que estamos sumando ahora.
-Se viene el show del Roxy. Siendo un lugar en el que ya tocaron (y tan emblemático), ¿por qué no habría que faltar?
-Creo que no hay que perderse ningún concierto de Lujuria. Si te gusta el rock, y querés sentir y ver algo real, nos tenés que ver. Quince años haciendo esto nos convirtieron en “rock and roll soldiers”. Y no lo digo yo, pero me contaron que es alta fiesta y que los afters no son para nada ATP.
Lujuria tocará el jueves 16 de junio en The Roxy (Niceto Vega 5542, Palermo). Las anticipadas se consiguen mediante Livepass.