Tras lanzar su primer disco de estudio «Pastillas para amar mejor», el power trío radicado en Buenos Aires repasa los inicios de la banda, sus logros y cómo seguirá la gira de presentación por el resto del país.
«Pastillas para amar mejor» corresponde al primer disco de estudio de la banda de rock Le Temps. La misma se encuentra actualmente integrada por Sergio Juárez en guitarra y voz; Brian Moore en bajo y coros; y Matías Scheidegger en batería. Cabe destacar que este material fue grabado en Estudio A de la Nave de Oseberg, con la participación de Horacio Castro en la mezcla y masterización.
En marzo de este año fue presentado oficialmente en The Roxy Live con gran éxito y el próximo desafío los encontrará girando por las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Formosa y Corrientes, entre otras.
Imagino que fue todo un desafío venir sólo a Buenos Aires.
Sergio: Sí, la verdad que al principio me costó bastante. El primer mes paré en un hostel, donde dormimos ocho personas en una misma pieza, así que fue duro. Pero siempre me gustó Buenos Aires, vine muchas veces a ver bandas y fue una pizca más de energía para poder quedarme. Además ya conocía la geografía y me sabía mover.
A los pocos días me establecí y lo primero que hice fue buscar un lugar para estudiar música. Empecé con Julián Barrett, que es el guitarrista de Asspera y Barilari, entre otros. Él me abrió mucho la cabeza, porque es un músico con experiencia que empezó de abajo. Más allá de que me gustaba cómo tocaba, es un tipo musicalmente independiente y me hizo crecer mucho a nivel personal.
¿Cómo se dio la unión con el resto de los integrantes de Le Temps?
Sergio: Con respecto a Brian, que es el bajista, era fanático de mi ex banda Apatía y hablamos siempre por chat. Él tuvo un accidente de tránsito, donde se quebró las piernas, y vinieron a operarlo acá. Se dio de juntarnos y todavía andaba en muletas.
Nos pusimos a tocar y yo justo le comenté que estaba por grabar este EP. Me dijo que quería sumarse y grabamos con un batero cesionista. Ya con los temas listos buscamos uno propio y terminamos desembocando en bateristas que vinieron porque les gustaba lo que hacíamos.
¿Los músicos que se incorporaron son de acá o también del interior?
Sergio: Los tres somos provincianos. Tenemos al batero que es formoseño y fue el primero en venir para acá a estudiar a la EMBA. El bajista, a su vez, es tucumano y yo cordobés. Abandonamos todo por el mismo sueño y por eso nos llevamos tan bien.
Vos vas a ver cualquier músico profesional de acá y decís qué bien que toca, pero lo que tiene Le Temps es que en el vivo la gente puede percibir a tres chicos que se llevan bien y que sienten lo mismo. Tenemos una cohesión muy importante, entonces no se hace referencia al baterista o al guitarrista sino que la banda es la que transmite.
¿Con qué panorama se encontraron una vez que decidieron salir a buscar lugares para tocar?
Sergio: A diferencia de Córdoba, Buenos Aires es enorme y hay otro tipo de tratos. Si bien en la primera existe un mercado amplio, es súper local y se autoabastece. Entonces si uno quiere apuntar alto puede hacerlo, pero dentro de la provincia porque a nivel nacional no llegás.
Acá pasa lo contrario porque lo que haces directamente repercute en todo el país y afuera. Es una forma cultural que tenemos los argentinos de consumir Buenos Aires.
Respecto a los lugares, es algo similar porque los hay muy grandes con alquileres caros y, obviamente, al inicio de la banda no apostamos. Pero para la presentación del disco elegimos el Roxy porque teníamos la posibilidad de hacerlo en un lugar bueno y vender el proyecto de otra manera.
En aquel entonces llevamos una cajita con dinero, por las dudas de que nos fuera mal, y al salir al escenario vimos que estaba lleno. Fue una gran apuesta y por suerte salió bien.
A su vez, están los lugares más barriales y accesibles como El Emergente y Gier, donde también tocamos al principio. Así que el panorama de lugares y bandas con el que me encontré fue muy amplio.
Fueron seleccionados para telonear a The Rasmus.
Sergio: Tuvimos un poco de buena política y también la suerte ayudó. La banda tenía sólo seis meses de vida y habíamos teloneado a Sergio Sergio Chotsurián, de Los Natas. Esa experiencia fue una de las más intensas que tuvimos. Una vuelta vino y me dijo que le gustaba mi actitud escénica y la banda. Eso desembocó a su vez a que llamáramos la atención de otras productoras y otros lugares.
Nos convocaron para tocar por los cuarenta años de los Sex Pistols y aceptamos encantados porque amamos el punk. En ese entonces compartimos escenario con bandas como Mal Momento y Nihilismo.
Recuerdo que Carlos Tolosa nos preguntó si nos queríamos postularnos para tocar con The Rasmus, ya que la banda misma elegía a sus teloneros. No pensamos que íbamos a quedar, pero sí estábamos muy entusiasmados en tocar en todos lados. Aceptamos y a las dos semanas nos dijeron que habíamos quedados seleccionados porque les gustamos.
¿Cuál sería el concepto de “Pastillas para amar mejor”?
Sergio: El disco plantea a lo largo de los doce tracks la pérdida de la inocencia, desde distintos puntos de vista, y obviamente es bastante crudo. No es un universo igual al nuestro, pero sí se mantienen las mismas consignas.
La estética nuestra se basa un poco en el género Steampunk donde se desarrolla la era a vapor. Gracias a esa licencia artística nos permitimos poder plantear un universo paralelo, donde se manejan las mismas reglas de juego en cuanto a lo personal y los sentimientos.
El video «Despierto» también refleja mucho de esto.
Sergio: Sí, son las tapas con movimiento. En la misma sesión de fotos hicimos la filmación del video y mi idea es que en el próximo Roxy que haremos en septiembre para cerrar la gira presentemos el segundo que está en proceso.
La realidad es que nosotros estábamos reacios a sacar un disco porque preferíamos los EP y automáticamente volcarlos en videos, pero la gente lo empezó a exigir. Así que decimos hacer un material conceptual e invertimos la misma cantidad de tiempo y dinero en las gráficas y el audio.
¿Cómo sigue la gira de presentación?
Sergio: A partir de que presentamos el disco, yo me focalicé en buscar fechas afuera porque considero que es importante hacer llegar nuestra música a otros lados. La primera fecha fue Rosario, después le siguió Adrogué, en zona sur, y el 1 de julio nos vamos para Córdoba. Ahí tocaremos en una fecha organizada por nosotros en Casa Babylón con tres bandas locales que son históricas. Tal es el caso de BabyBlack, cuyo cantante tiene alrededor de cuarenta años y tocó en todos lados. La segunda es Mandril que también tiene muchísima historia y, por último, Alunacy que ya cuenta con una larga carrera musical.
Va a ser una fecha muy interesante porque planteamos pilares históricos del rock alternativo de Córdoba, junto a nosotros que ahora vamos de visitantes.
Después de ahí nos trasladaremos a Entre Ríos y la segunda mitad del año queremos hacer todo el norte de Argentina, incluyendo Formosa, Corrientes y Tucumán. La idea también es llegar a Neuquén y Río Negro.