La banda y el baterista de Gran Martell adelantan el show que darán el sábado en Buenos Aires, en el que recrearán las actuaciones de Genesis en el Lyceum de 1980.
«Como venía escuchando jazz y soul, para mí era difícil asimilar esa música que me atrapaba y que no me iba a dejar jamás. Genesis es, hoy por hoy, lo mejor que oí», dice Daniel Rawsi, baterista de Genetics. Y vaya si sus palabras tienen peso: el embrión de este tributo empezó en 1986, con Rael. Desde entonces, la banda homenaje tocó en casi todos los escenarios argentinos. Sin exagerar.
Ahora, la novedad viene por partida doble: van a recrear en el Teatro Ópera los míticos shows del «Lyceum 1980», en los que Genesis presentaba «Duke» (1979). Entusiasmado, Rawsi explica: «Hay dos ramas de gente que va a vernos. La primera es la que nunca tuvo la oportunidad de apreciarlos en vivo, como me pasa a mí, y que con esta música vuelve a esos tiempos. Escénicamente, ven representados más o menos lo que hacían ellos en la época. El segundo grupo es el de los que tienen recuerdos de los shows, o de haberlos escuchado toda su vida, y los llevamos a ese lugar. Y se emocionan».
Esta propuesta de Genetics ya pasó por Córdoba y Rosario en febrero, y la otra gran novedad es la incorporación de un invitado de lujo: el baterista Jorge Araujo, de Gran Martell. Obviamente, también estará el 26 de marzo en Buenos Aires. «Esta oportunidad es genial -cuenta el ex Divididos-. Uno de los discos que más escuché en mi adolescencia fue ‘Genesis Live’, y el otro ‘Duke’, que alguien me lo había prestado o grabado. Entonces, es súper emocionante que me hayan llamado a participar de la época en la que Collins salía a cantar y que Chester Thompson tocaba en vivo. Ahí ni existían las plataformas digitales, y es una era que yo recuerdo mucho. Junto con ‘Seconds Out’, fueron momentos muy importantes para Genesis a nivel de popularidad».
¿Pero cómo trabajaron los argentinos el ensamble de las dos baterías? Araujo señala: «Empezamos ensayando con Daniel en una sala, para ajustar las partes de los duetos. Cuando arrancamos las prácticas generales, obviamente hubo que ajustar todo con el resto y ver cómo interactuábamos dentro de la música. Desde un primer momento funcionó muy bien, pero a la verdad siempre la tenés en el vivo. Sentimos que en Rosario y Córdoba salió todo muy ajustado, que la gente conectó muchísimo energéticamente en los duetos, y también con canciones que sumamos y que no se tocaban a dos baterías. Más allá de que esos shows fueron buenísimos y salimos re satisfechos, el Ópera plantea un escenario muy grande y similar a lo que hacía Genesis. Yo además voy a tocar la percusión, que no pude hacerlo por el tamaño del Espacio Quality y del Centro Cultural Güemes».
SIGUIENDO LA TRADICIÓN
Genetics usa gran parte de los equipos originales de los británicos, como la Roland CR-78, una de las primeras baterías electrónicas (que suena en temas como «Duchess»). Daniel Rawsi fundamenta su importancia: «No sólo trabajamos en replicar nota por nota, sino que es muy importante tener esos instrumentos. Ahí está el sonido analógico, tal como lo reproducían ellos. Por suerte conseguimos esa, que Phil Collins también sumó en temas solistas, pero que es un clásico de ‘Duke’. En cierta forma, el disco fue una bisagra entre el rock progresivo y lo pop que vendría».
Jorge Araujo, por su parte, lo toma casi como un concierto de música clásica. «Tiene que ser muy fiel al concierto original, no hay mucho lugar para la improvisación. Toqué en varios proyectos de jazz y en jam sessions, y ahí podía variar estructuras según el día o el público. E incluso con Gran Martell. El otro día interpreté una obra clásica, Carmina Burana, con músicos del Colón, y me pasó lo mismo que con Genetics: tengo que reproducir una obra ya compuesta y escrita de esa forma. Así que tratamos de hacerla de la forma más fidedigna posible».https://www.youtube.com/embed/bMw4V0yhFz8
¿Lo loco? Que la interacción con la electrónica de «Duke» coincide con el presente de Gran Martell: hace un tiempo que el trío sumó a Lucas Becerra, y su último disco («Entra y Sale», de 2021) tiene muchos de esos matices. «También sigue siendo orgánico, porque no hay secuencias: el pulso es humano -dice Araujo-. No toco con click ni hay sequencers para continuar la actitud del vivo, y con Gran Martell sí podemos improvisar y generar situaciones no tan armadas. Obviamente, a raíz de Genetics, me pasa por la cabeza la idea de tocar con dos baterías (risas). Si llegan a vernos así, lo más probable es que haya tenido que ver con esta invitación».
Lo que sigue para Genetics, según Daniel Rawsi, es mantenerse en la era de Peter Gabriel. «Ya hicimos todos los discos hasta ‘Duke’, en donde Collins tomó el rol de cantante. Así que no creo que sigamos avanzando. Pero sí volveremos a recrear los discos anteriores cuando lleguen los 50 aniversarios», cierra con expectativa.