Celeste Carballo sacó su segundo disco acústico, en el cual hace temas de Sui Generis, Los Piojos y hasta de Janis Joplin. La entrevista de Guillermo Boerr, para Clarín.
Aunque no le gusta que la llamen “fatalista” (“tiene una connotación negativa que no me gusta nada”) Celeste Carballo está convencida de que “cada uno está en el lugar en que tiene que estar. El destino se ocupa de ponerte ahí, y es imposible escapar del destino”. Tal vez sea por eso que no se muestra molesta cuando el cronista llega más de una hora después de lo pactado. Abre las puertas de su evidentemente recién remodelado departamento de San Telmo, ahora devenido sala de ensayo. Dispuestos en círculo, dos teclados (un Rhodes y un piano Yamaha), una batería y amplificadores varios le hacen lugar a una computadora. Como signo de los tiempos que atraviesa la cantante, que acaba de editar su segundo disco acústico, Celesteacusticados!, un par de escobillas descansan sobre el parche arenado del tambor.
¿Por qué decidiste volver a grabar un disco acústico?
Estoy siguiendo la línea de Celestacústica. Había mucho material que quedó guardado, y creo que las canciones tienen vida propia y merecían otra vuelta de hoja. También hay un tango que grabé con (José) Colángelo (Buenos Aires no tiene la culpa), la canción que hicimos con el Zorrito (Quintiero, Como loca) el año pasado y una chacarera que escribí con Cuti (Carabajal, Cuando seamos del amor). Estoy como en un movimiento de componer en coautoría. Viste que las costumbres hay que dejarlas…
Casi siempre escribiste sola. ¿Te resultó difícil escribir con otra persona?
No, y creo que eso es síntoma de crecimiento. Descubrí que cuando dos personas aportan sus diferentes miradas se genera toda una química nueva. Me encanta mezclar las químicas, lo descubrí cuando empecé a escribir tangos. Por todas esas cosas fue que grabé Aprendizaje (Sui Generis).
¿Qué pasó con el disco de tango que ibas a grabar?
Eso fue un malentendido que generaron los periodistas cuando se enteraron que estaba componiendo tangos. Nunca existió semejante proyecto. Todo empezó cuando me conecté con Analía Lechantín (de la Camerata Tango), y luego toqué con ella en el el Los Angeles Latino Film Festival, que en esa edición estaba dedicado al cine argentino.
Además de estas canciones, el disco tiene versiones de Agua (Andrés Ciro), Veneno (Marcelo Alberto Ferrari, de la banda La Negra) y Mercedes Benz (Janis Joplin). La canción de la banda de Palomar llegó a Carballo mientras estaba con ellos de gira por los Estados Unidos. “Me invitaron a cantar con ellos en un show en Los Angeles y me regalaron el disco en vivo. Cuando lo escuché, me encantó el tema, y decidí incluirlo. Lo mismo me pasó con el remix del tema de Janis Joplin. Tal vez sea un pecado —se ríe—, pero me gusta la música electrónica, lo voy a confesar”.
Para demostrar qué tan imposible es escapar al destino, la cantante cuenta que su vocación es la psicología. “La tuve que dejar de lado porque vivo de la música, y tengo que mantener a mi pareja y a sus hijos. De todos modos, me sigue interesando el tema, y leo todo lo que puedo para mantenerme al día. Puedo decir que mi gran guía es Carl Jung”.
¿Si ahora pudieras dejarías la música para dedicarte a la psicología?
Sí, sin dudarlo.