Los rumores fueron muchos. Es cierto. Sanamente ellos desaparecieron de la escena, inclusive hasta de los lugares en donde habitualmente podía encontrárselos con facilidad. No hubo actuaciones, ni respuestas para reportajes durante casi 5 meses. Grabaron su long play silenciosamente: pocos se enteraron cuando estuvo terminado y su aparición en el mercado fue realmente sorpresiva.
Hace unos días volvieron a presentarse en público, por primera vez en el año, en la Capital. Ese silencio de meses, si bien había creado expectativa y dudas, también consiguió despertar un interés pocas veces visto en los recitales. Una campaña fuerte pero breve de publicidad, alcanzó para reunir más de mil quinientas personas curiosas por ver a Vox Dei en trío: la secuela más novedosa que habían dejado en esos meses de inactividad. Pocos días después, el bajista Willy Quiroga, confirmaba algo que muchos venían presintiendo desde hace tiempo: “Vox Dei —comentó— siempre fue un trío, a pesar de tas apariencias. El grupo humano siempre estuvo integrado por tres personas que saben qué es Vox Dei y hacia dónde está encaminado. Por nuestro lado pasaron dos guitarristas rítmicos, dos excelentes intérpretes, pero por una cuestión de sentimiento o de naturaleza, la cosa siempre estuvo entre nosotros tres: Rubén, Ricardo y yo. Eso es Vox Dei: más allá de cómo pueda sonar en cuarteto o en trío».
Eso parece ser lo que también entendieron los que presenciaron esta vuelta de Vox Dei a la escena. Contentos con el grupo por rememorarles temas de los long plays «Caliente” y “La Biblia”, se sintieron super agradecidos a la hora de escuchar por primera vez en vivo las canciones del tercer album “Jeremías, pies de plomo”.
No estuvieron demasiado devotos, en cambio, en lo que muchos consideran la mejor novedad de Vox Dei: sus temas acústicos, realizados con Quiroga en guitarra, Soulé en violín y Basoalto en percusión. Lo que hicieron fue prácticamente internarse en un camino nunca antes transitado por la música progresiva argentina.
Esos temas anticipan no sólo un nuevo Vox Dei sino un desprejuicio, una mentalidad abierta de algunos pocos músicos argentinos, que en definitiva son los que suelen darle aire al rock local cuande lo necesita para renovarse a fondo. Vox Dei varias veces ha estado en ese camino.