Pity defraudó a su público que llenó Obras. Echó a perder un show bien armado, levantó reclamos del público y dejó en claro que su estado no da para más.
No es fácil encarar una crónica luego de lo ocurrido en Obras. Intoxicados volvía a generar mucha expectativa, que resultó desmedida.
Es que toda esa gente asistió a un show de rock con la ilusión de ver a un muy buen grupo que prometía mucho y nada dio. En ésto nada tuvieron que ver el sonido, las luces, la puesta en escena o algún otro aditamento puramente clásico de cualquier espectáculo musical. En éste caso hablamos de una persona, de un ser humano al límite del asunto.
La imagen que dejo en el escenario Cristian «Pity» Álvarez paso de ser graciosa a lamentable y preocupante por su propia salud. Todo el ambiente del rock sabe perfectamente de las adicciones del cantante, confirmadas por sus propias confesiones, pero evitar que un tipo llegue a ponerse en ese estado debería ser responsabilidad de muchos de los que lucran con su música y su postura. Es muy difícil tratar con un adicto, pero no se puede dejarlo en evidencia y a la deriva con tanta facilidad.
El show en sí contó con una actuación soberbia de la banda que supo llevar las riendas, tratando de encaminar la función y logrando por momentos el tan deseado condimento rockero que todos buscábamos. La larga lista de tracks se acortó, los temas se hicieron casi instrumentales, a pura garganta del público. Hubo algunos pasajes de Pity asumiendo su rol de vocalista en estrofas completas, como el medley de «Quieren rock», «Que sea rock» de Pappo e «Intoxicados». De frases que llegaban a ser párrafos «Lo Artesanal» o «No tengo gas»… o simples balbuceos sin sentido en «Puente la Noria».
La jornada transcurrió así entre largos lapsos de entendimientos, de charlas eternas y los dichos del líder que tanta gracia causan en otra situación, pero de poco sirvieron esa noche. La gente aguantó, puso el hombro y soportó estoica el espectáculo, aunque al final llegaron los reproches anónimos desde la popular, al grito de «… loco, rescátense si van a tocar así no toquen mas…» (sic). El supremo dio su veredicto. Y el cantante también habló, y a modo de sinceramiento declaró: «…mis amigos me dijeron que arruiné el recital, hoy me voy llorando hasta la General Paz o unas cuadras antes…» (sic). A lo mejor pueden barajar y dar de nuevo, todo dependerá de quiénes manejen las cartas.
En conclusión, la estrofa de «Yo no fui», track de la banda que dice «…pasen al circo mas adrenalínico del mundo, tenemos a los payasos que están re puestos y no pueden hacer reír a nadie…», pareció ser una triste radiografía de la realidad de alguien que está pidiendo ayuda a gritos.