El músico del litoral, Pol Nada, culmina su trilogía discográfica con el lanzamiento de «Aparecido». En este disco, explora la mitología mesopotámica y las luces y sombras de la región donde creció, fusionando elementos electrónicos y corales. Además, se prepara para presentar su música en Buenos Aires y Santa Fe.
«Aparecido» es el final de una investigación que empecé en el 2015. Digo un poco en broma y un poco en serio que es una especie de tesis, donde además del litoral y su música, estuvieron presentes la electrónica y la música coral como materias de estudio», explicó el músico.
«Fue un trabajo muy intenso y también muy placentero -comentó el nacido en La Paz, Entre Ríos, en una entrevista a la Agencia Télam– porque de alguna forma fue encontrarme escuchando y compartiendo hacia afuera algo que durante bastante tiempo solo estuvo como una idea resonando en mi interior.»
El álbum se enmarca en una trilogía que incluye «La San Llamarada» (un álbum de relectura de la obra de Linares Cardoso) y «Pluma» (2018), que presenta «versiones del mencionado álbum realizadas por otros artistas con un enfoque más electrónico». Sobre las razones de la trilogía, Pol asegura que «hay una conexión más literal entre estos últimos tres discos que entre mis discos anteriores. Esa narrativa tomó forma a partir de elementos en común, que son del lugar donde nací».
Para «Aparecido», Pol Nada contó con la participación de destacados músicos, entre ellos Javier Casalla, Barbarita Palacios, María Ezquiaga, Juana Aguirre, Barda, Pablo Dacal y el Coro Folke del Max Nordau.
El título del álbum proviene de una leyenda local sobre «El aparecido,» que no se refiere a una entidad especial, sino a una «figura retórica» que representa la naturaleza del litoral, con sus humedales, ríos, montes y bosques. Este «folclore oscuro» impregna el álbum y se reflejará en las presentaciones en vivo. «Es algo cotidiano y sutil como las historias de aparecidos de los pueblos, pero que a la vez es misterioso, y tiene algo oscuro y épico. La figura del aparecido que recuerdo de aquellas historias funcionaba de esa manera, era sutil y estaba ahí rondando, sin molestar, podías pasar toda una vida sin enterarte de que existía, pero si te dejabas llevar se volvía hermoso y hasta fascinante».
«La idea de lo fantástico y lo misterioso nos entusiasmó a todos, desde los músicos hasta la puesta de luces y estamos llegando a lugares que creo van a ser cautivantes y singulares en relación a las presentaciones habituales. En lo musical vamos a estar junto a un grupo coral de 12 voces -llamado Coro de Garage- y me acompañará una pared de músicos, guitarristas, y percusionistas maravillosos».