Hay un acto de violencia
en la fría madrugada,
que no escapa en la conciencia
del que pega sin razón.
vuelan palos por el cielo
y en el suelo buena gente
que aterrada por el miedo
va perdiendo el corazón.
otra vez la misma historia
y en las paginas de un diario
aparecen muy contentos
los que no dejaron ser.
con la pena en la cabeza
y con algunos huesos rotos,
caminando despacito,
hoy no encaro amanecer.