Nadie me leyó el manual de instrucciones
que traías pegado en lo bajo de tu ser
será que por eso yo te daba uso de valquiria
y gladiadora del deseo.
Cuando creí que había perdido la magia
encontré el vaivén de una puerta entreabierta
invitándome a dar un paseo por tu fantasía
a mirar todo desde tus ojos por una vez
porque los trucos sorprenden solo una vez.
Alguien me leyó los labios
entre líneas y cayó en la cuenta que me habita un gran dolor
entre el frío áltico de mis visiones
entre nubes de mota y motas de polvo del desierto.
Cuando creí que había perdido la magia
encontré el vaivén de una puerta entreabierta
invitándome a dar un paseo por tu fantasía
a mirar todo desde tus ojos por una vez
porque los trucos sorprenden solo una vez.