Silencio como pluma en el vacío
como quien calla un sueño mientras sueña,
silencio en el espacio y los navíos,
y en el alma de fuego de la leña.
Silencio en los portales de la guerra,
hagan silencio tropas y armamentos,
en los ordenadores de la tierra,
de; cosmos y del mar guarden silencio.
Silencio hasta que el aire se desmaye,
en los arcos vacíos del aliento,
pobladas las gargantas de la calle
que nada quede flotando en el viento.
Silencio en los balcones y en los templos,
quiero pedir silencio en los estrados,
a los jueces quiero pedir silencio,
a los absueltos y a los condenados.
Silencio porque una palabra muda
es más que una palabra hueca,
donde los cuestionarios y las dudas,
son como un manantial que no se seca.
Silencio cuando estemos casi muertos,
de tanto decir muerte por la boca
comiendo con nuestros oídos abiertos
palabras, esqueletos de gaviotas.
En el silencio habrá palabra nueva,
saltando como flor de los deshechos
que nos borre de los labios la niebla
y nos vuelva a llenar de luz el pecho.
Avispa que se ha ido agigantando,
hasta de cubrir de mentira los muros,
sin ver que su aguijón quedó brillando
como una estrella contra un lienzo oscuro.
Silencio cuando estemos casi muertos,
de tanto decir muerte por la boca
comiendo con nuestros oídos abiertos
palabras, esqueletos de gaviotas.