Un hilo de plata recorre su cara
tímido el humo de la taza de té
es abril, llovizna y dejadez.
Esta noche de bruma tiene
cierto perfume de madera oriental
pero afuera el hambre y el frió
le descosen los recuerdos a cualquiera.
Vos sos el mismo, yo soy otro
barco pequeño, cruzando el mar
y es aquí donde muere la sed.
El otoño dulce gotea su muerte
barriendo el patio de la niñez
el instinto y el sueño animal
te hacen temblar porque ves
que los años se pasan,
la luz sigue estando siempre igual
de lejos, y cerrás los ojos, ni querrás mirar