No soy yo el que regresa,
sólo es mi cuerpo que ha quedado rezagado.
Mis sentimientos están bien lejos
pero el estuche quedó anclado en el pasado.
Mis piernas tienen deseos de verte,
lo mismo ocurre con toda mi anatomía,
pero es el alma la que decide
que en este instante has dejado de ser mía.
Escúchame, escúchame,
si ves el cuerpo de un tipo que se parece
a aquel que te amaba hasta hace algunos meses,
te ruego me lo envíes, por favor.
Porque es el mío,
el de tu ex amado,
si no lo tengo no puedo ir a ningún lado.
La ausencia física hace más grande el dolor.
Si tienes pena,
enhorabuena,
son las heridas que ha dejado nuestro amor.