Niños de plástico
juegan elásticos
sueños para vivir
y en un errático
vagabundeo
se vuelven a consumir
en el estático
mundo simpático
que les dan a elegir
Mienten, mienten
que forma de mentir
No es el mundo que quiero
ni el cielo que espero
no puedo vivir así
En «sachets» de colores
nos venden «amores»
y todos decimos: Si
Mienten, mienten
Que forma de mentir
Mienten, mienten
que forma de mentir
Mienten, mienten
que forma de mentir.