Quisiera dormir en los brazos de Jesús,
pero los tiene picados…
Comprender al fín qué se siente al ver la luz
y llegar al otro lado.
Me lo dijo
el mismísimo Señor:
“A vos, hijo,
no te salva ni el Amor”
Quisiera no haber hecho nunca una canción,
no haber tenido motivos.
Ser como una planta…¿quién dice que la pasión
es condición de estar vivo?
Me persigue
el demonio con fervor:
“A vos, pibe,
no te salva ni el Amor”