¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
Vamos a ver al hombre.
Vamos, salgamos.
A ver si lo ayudamos nosotros
porque siempre lo vimos nosotros
los que nunca volamos.
Palabras solo sol.
Mentiras nada más.
Los mismos que ahora gritan
lo atacaron sin piedad.
Porque desde el día en que voló
lo crucificaron con crueldad
condenándolo por diferente
censurándolo por desigual.
Igual, igual, él más alto subió
para las voces no escuchar
ese coro resentido
que lo quería bajar.
Bajar, bajar.
No es ése un ángel
no, no, no.
Ni es un dios.
No.
No es una ilusión.
Es sólo un hombre con alas
que volando va
sobre las miserias
de los demás.
Miren, ¿qué le habrá pasado?
¿Con qué arma lo habrán derrotado?
Si él era lo que nunca fuimos.
Y él era lo que siempre soñamos.
Mentiras otra vez
ahí lo dejarán.
Porque ahora es como ellos
porque ahora es uno más.
Tanto les gustaba criticar
tanto les placía ofender.
Inhumanos clones agresores
que no lo dejaban ser ni hacer
ni hacer, ni hacer,
ni hacer lo que él amaba.
Y con envidia y con desdén
a su dignidad hirieron
y sólo se dejó caer,
caer, caer.
No es ése un ángel
no, no, no.
Ni es un dios.
No.
No es una ilusión.
Es sólo un hombre con alas
que volando va
sobre las miserias
de los demás.
¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
¿Quién quiere ver al hombre con alas
tirado en la vía del tren?
Esas palabras eran piedras
Esas palabras eran balas.
Parece que ahora todos lo lloran
pero nadie hace nada.
Y ahí llega el tren.
¡Ahí llega el tren!
No es ése un ángel
no, no, no.
Ni es un dios.
No.
No es una ilusión.
Es sólo un hombre con alas
que volando va
sobre las miserias
de los demás.
Es sólo un hombre con alas
que volando va
sobre las miserias
de los demás.