Lo primero que hizo Gardel en la ciudad de Nueva York
fue pedir en el hotel un espejo
donde pegar el retrato de la República Argentina.
Del millón de fotos que caben en la vida
la de Gardel en soledad cruzando el puente de Brooklin,
es la foto más querida.
Lo primero que hizo Gardel en la ciudad de Nueva York
fue recortar una muñeca de satén
cuyas piernas lo hacían acordar a la Reina del Plata
Del millón de fotos que caben en la vida
la de Gardel mandando una postal de Wall Street
a los muchachos del Abasto,
es la foto más querida.
Lo primero que hizo Gardel en la ciudad de Nueva York
fue comprar un diccionario para ver
como se decía «mano a mano»,
los otarios, las amigas y el gavión.
Del millón de fotos que caben en la vida
la de Gardel buscando la cruz del Sur
en el cielo de los Estados Unidos
es la foto más querida.
Y lo último que hizo Gardel en la ciudad de Nueva York
fue darse una biaba con Glostora,
sabiendo que pasaría mucho tiempo
antes de volver a oír hablar de la gomina.