Era callejero por derecho propio
Su filosofía de la libertad
Fue ganar la suya sin atar a otros
Y sobre los otros no pasar jamás
Aunque fue de todos nunca tuvo un dueño
Que condicionara su razón de ser
Libre como el viento era nuestro perro
Nuestro y de la calle que lo vio nacer
Era un callejero con el sol a cuestas
Fiel a su destino y a su parecer
Sin tener horario para hacer la siesta
Y rendirle cuentas al amanecer
Era nuestro perro y era la ternura
Que nos hace falta cada día más
Era una metáfora de la aventura
Que en el diccionario no se puede hallar
Era nuestro perro porque lo que amamos
Lo consideramos nuestra propiedad
Era de los niños y del viejo Pablo
A quien rescataba de su soledad
Era un callejero y era el personaje
De la puerta abierta en cualquier hogar
Era en nuestro barrio como del paisaje
El sereno, el cura y todos los demás
Era el callejero de las cosas bellas
Y se fue con ellas cuando se marchó
Se llevo de golpe todas las estrellas
Se quedo dormido y nunca despertó
Nos dejó el espacio como testamento
Lleno de nostalgia, lleno de emoción
Vaga su recuerdo por mis sentimientos
Para derramarlos en esta canción.