Alla en el bajo… las sombras duermen
callado el río soñando esta…
el viento gime su canto en los sauzales,
la noche se estremece
y lejos ladra un can…
Dos hombres llegan… Son dos rivales;
en duelo criollo, resolverán,
que el brazo diga quien tiene más derecho
a desflorar los besos
de la mujer fatal…
Mientras los guapos con entereza
juegan la vida con ansia fiera,
ella en el baile, la muy taimada,
solo se acuerda que es mujer,
y en las cadencias que dan los fuelles
provocativo, su cuerpo ondula,
es la serpiente que en las pupilas
guarda el veneno de la pasión.
La lucha es brava, no se dan alce,
los dos rivales están de pie,
amaga el brazo, chispean los facones
y brillan las miradas
cargadas de rencor.