Entra bastante luz por el ventanal en el que termina el amplio ambiente del nuevo departamento de la familia García. Deben ser ya como las tres de la tarde, y afuera hace bastante calor. Tirado sobre la gruesa alfombra, y apoyando el codo en un multicolor almohadón, Charly se acomoda para contestar las preguntas. ¿Por qué el boom? ¿Peperina es un paso «en la ruta de crecer»? ¿Qué pasa con los chicos de hoy? ¿Cuál es el mensaje? ¿Cuál es la verdad del grupo número uno?…
Enfrente de él, David se recuesta en un sillón de mimbre. Pedro, según anunció una llamada telefónica, «está por llegar». De Moro «no hay señales de vida». A pesar de las ausencias, ha llegado el momento de poner en marcha el grabador. Zoca, la mujer de Charly, alcanza una botella de Coca y reparte los vasos, mientras James Taylor sigue cantando desde el disco. Cuando quedan presionadas las teclas del «play-record», Seru Giran comienza a desnudarse.
Comencemos hablando de Peperina. ¿Quedaron conformes? ¿Es un disco que escuchan continuamente?
David: Yo lo escucho en mi casa, y me gusta. Yo, por ejemplo, nunca tuve música en mi casa. Era un tipo que grababa un disco y no lo escuchaba más. Pero desde que grabamos “’Peperina”… Mirá, lo llevé a casa porque me dijeron que la pasta estaba muy bien. Y ahora lo escucho todo el tiempo. Estoy super-conforme, y eso es medio difícil para un músico.
Charly: Yo creo que Peperina atrajo a mucha gente que antes no estaba. Y creo que es, fundamentalmente, por cómo está el disco. Tiene una magia, o algo, que no tienen otros discos de acá…
¿Por qué no apareció “’José Mercado”’ en Peperina? Cuando salió ““Bicicleta”* se dijo que no se lo incluía por ser temporal…
CH: Bicicleta tenía una onda en la que »José Mercado”” no tenía nada que ver. En Peperina era distinto el asunto. Á mí me gusta cómo quedó… super electrónico.
¿Y qué dicen del producto, tanto a nivel de producción, es decir, técnico, como en el trabajo de composición? ¿Están conformes?
CH: Sí, en todo. Los temas de «Peperina» hablan de algo como nuevo para acá. Tiene una nueva onda, más compacta. Lo veo como algo real.
D: Es algo típico de un grupo que, después de cuatro o ciñco discos, se manda un long play impresionante, porque están al pelo, musical y humanamente, se mira y sale todo.
CH: Además nos controlamos mucho en la «toquela”. En “Bicicleta” y en los otros discós hay más zapadas… esas fantasias de tocar…
D: De llenar espacios…
CH: “Peperina” es sólido. Están valorados los silencios. En los otros discos hay temas alucinantes, pero los veo muy pretensiosos, fantasiosos. ‘Peperina’ es algo más modesto. Fue como decir: »vamos a hacer algo más cuadrado”… pero vamos a hacer algo bien”.
En “Bicicleta” hay un tema, «Nayla”, que, a consecuencia de su longitud, perdió un poco de consistencia…
CH: Lo que pasó ahi es que me serrucharon. Llamaron a Diego (Rapoport). El solo que hacía yo era más lindo (risas)… Me parece que Rapoport mata como toca, pero yo tenía otra idea.
¿Y por qué no se cumplió tu idea?
D: Porque yo no lo dejé…
CH: Yo tenía la idea de empezar el solo con piano Fender y después ir creciendo, más tipo Genesis, con sintetizadores, para llegar a un clima. Y él lo hizo todo liso, tipo Hancock… ¡que mata!, pero… ¡Ojo!, que quiero que pongan que para mi, Diego es lo más…
D: El otro día estuve hablando con Diego sobre esto. “Nayla” surgió de Seleste y yo me acostumbré a escuchar a Diego al final. Cuando lo hicimos con Seru, con una base totalmen-. te distinta… no sé, creo que Charly podria ha- ‘ ber puesto su solo.
CH: De todos modos, te digo: yo no sé hacer solos. Es decir, cuando hago uno es porque lo escribí y recién después lo toqué. No tengo habilidad para hacer un lindo solo. Un lindo arreglos, por ahí-si. Por si no me dan los dedos, me escribo una secuencia y listo.
Ustedes hablan de «Peperina” y “Bicicleta», pero hay mucha gente que parece haberse quedado en «La Grasa»… ¿Cómo reaccionan cuando les piden eso? .
CH: Nos piden “La Grasa…” porque es un tema fuerte.
D: Eso no es importante. Lo importante es que, lo que ellos te pidan, vos lo tenés que dar. No ponerte en un tipo, como .ya he visto a muchos, que cuando le piden un tema, salen diciendo “no… yo no… ese tema, no… era una época pasada…” (risas ante el tono catedrático de la afirmación). Si la gente está loca con vos, ¿por qué no le vas a dar eso? ¿Qué te cuesta?
CH: Hay quienes siguen hablando de La Grasa, pero cuando salió fue duramente criticado. Incluso por el Expreso… Creo que, además, se juega mucho con el mensaje. Parece que la gente está esperando un tipo de mensaje. Yo veo lo que los pibes dicen del tema «Nueva Ola». Los nuevaoleros se pusieron verdes. Me odian. Y yo no quise hacerlo con una actitud tan definida. A veces se le da mucha bola a un mensaje aparente, y el mensaje es eso, sólo una apariencia.
D: Lo que pasa es que vos-les estás tocando, en ese momento, a una persona que está renaciendo en eso. Entonces toda su energía está en el punk, en la nueva ola, en los últimos discos…
CH: Lo que dice el tema, de última, es bueno, está bien. No es en contra. Es medio satírico. Es como cuando Zappa lo bufonea a Dylan. No creo que Dylan se vaya a poner verde por eso. No está hecho con mala leche.
Lo que pasa es que el decir «esto ya lo vi…» puede interpretarse comu una expresión de suficiencia…
CH: ¿Y no es cierto? ¿No lo vimos ya?
D: El otro dia le hicieron un reportaje por TV a Moris y dijo lo mismo. Si eso de «ya pasó…» es verdad. Yo cuando empecé a tocar andaba con la corbatita finita, el flequillito y las botitas… Era la Nueva Ola y era el mismo furor de ahora. Toda esa polenta…
CH: La polenta mata, más bien. A mi me encanta que haya venido la Nueva Ola y que se haya acabado la otra mano. Lo que pasa es que el uniforme y esa cosa de identificación me parece un poco burda. A mi el grupo que más me gusta es Polive. Y es uno que viene de la Nueva Ola. No viene de esa mano, especificamente, pero los tipos pelan corbatita, trajecito… Son un rock nuevo, moderno…
Además es una actitud. Llegó un momento en que el rock no iba a ningún lado. Eso es cierto. Pero también hubo cosas impresionantes. Lo que dice el tema es como “ojo, que no hay que comprar un simple todas las semanas y tirar el de la semana pasada”’. Por ahí a ése lo podés escuchar diez años seguidos. Fijate que la música del tema es totalmente nuevaolera. Es lo mismo que “A los jóvenes de ayer”. Muchos tangueros se sintieron atacadísimos, pero muchos otros vieron como un homenaje.” Porque la música es super tanguera.
D: Lo que pasa es que cada uno lo ve como lo quiere ver, y lo disfraza de sus colores.
CH: Mirá, el otro día se me acerca Gustavo Santaolalla y me dice: “mis películas existen”. Y yo no sabía de qué hablaba, fue lo primero que me dijo. Después me acordé que eso tenía que ver con “*Canción de Hollywood”. ¡Pero yo no lo hice para los argentinos que están ahí! Me parece perfecto que estén ahí y la superhagan. Lo que hice para el tipo de cartón pintado de Hollywood. O por ejemplo, el otro día estaba tocando y vi que una parte del público hacía el simbolo de la paz. Y yo me ponía verde… “¿qué es esto?” Un poco lo que queremos decir es no-uniformes”. Hagamos otra cosa. Algo nuevo. Estaremos en el culo del mundo, pero somos. Todos somos de carne, hay un montón de gente que nos sigue, y hay todo como una bola alrededor nuestro. La cuestión es no tirarle a la gente una onda de »hacé esto, o hacé lo otro”…
D: Yo creo que el problema está en los tipos que están indecisos. Un nuevaolero de verdad, jamás se pondría mal con ese tema. Al contrario, se cagaría de risa…
Vos hablás del mensaje que la gente está esperando. ¿Es que vos tenés conciencia de que ese mensaje existe?
CH: Si, pero lo que la gente necesita es, fundamentalmente, fuerza. Lo que yo rescato más claramente, es que la gente precisa vitalidad. No hay que cortarle el viaje. Es como decía David, si nos piden un tema, no hay que decirles NO!… Me parece que estamos en un momento en que no hay que decirle a la gente que no.
D: Incluso fisicamente te matás por eso. Cuando terminamos de tocar la otra noche en La Plata, yo estaba para que me lleve la ambulancia. Cuando estás arriba del escenario, la única que te queda es dar. Esa es una gran responsabilidad. Porque también, ojo con lo que das. Por ahí das cualquier cosa.
CH: Además, hemos pasado por tantas… ¿Qué le vas a decir a la gente? Ponele que vos tengas que transmitir un mensaje. ¿Qué le vas a decir? ¿Métanse en la revolución? ¿Eso le vas a decir? ¿Después de toda la gente que murió? ¿Les vas a decir ““dróguense*’? ¿Ahora? Hay que dar otra cosa. Y creo que lo más claro es : dar energía y amor. Nosotros somos un grupo moderno, a cierto nivel. La gente baila y nosotros le damos y le damos. No somos un grupo hippie que la gente se pone… en trance.
Hay quienes habian despectivamente del público que va a los conciertos de Seru Giran. Dicen que son “pendejos, chetos» y cosas así. ¿Cómo explican ustedes este fenómeno de acercamiento de esta gran masa de adolescentes?
D: Mirá, hay de todo en nuestro público. Desde Peperina hay un montón de aquellos “viejos’* que.alguna vez habían estado en la cosa, y que ahora son dueños de fábricas, qué sé yo. Claro, tipos que alguna vez fueron muy locos y que iban a recitales, y que, de repente, por todo lo que pasó, empezaron a comprar discos importados, pusieron un buen equipo en la casa, y no salieron más.
CH: Atención, que tenemos un gran porcentaje de gente de plástico… tipo Beatles… gente que se agarra de los pelos, que se enloquecen….
¿Y qué explicación le encuentran a eso?
D: Y… es natural.
CH: Es natural porque estamos dando energia y hacemos canciones lindas, Y no hay muchos grupos que hagan canciones lindas. Entonces se engancha gente que viene del rock, y una minita de 13ó l4 años. Esa piba, que por ahi recién empieza en esto, arranca escuchando Peperina y se le vuela la cabeza. Entonces viene al recital y se pasa, desde el primero hasta’el último tema, llorando, gritando… Creo que, generacionalmente, nuestro público es chico. Lo que veo es que son ellos los únicos que realmente se movilizan en masa para ir a un concierto. Me imagino que la gente que va a ver a los Stones y se pasa horas haciendo la cola, no son tipos grandes…
D: Hay otro fato importante. Nosotros estamos fuertemente unidos. Y entnces se crea una unión con la gente. Van miles de personas, de todo tipo, a vernos. Y todos con la misma «carita de velocidad”…
CH: Lo que veo es que esto es fortisimo, Yo me acuerdo de Sui Generis y todo, pero ahora hay como una mano manía que es tan fuerte o más fuerte que antes.
D: Ahora no hay tanto intelecto matando la frescura, como teniamos nosotros antes.
CH: Nosotros somos un grupo que siempre estuvo en una mano de no casarse con nadie. De no ser un grupo de rock, o de esto, o de otro.
D: Ese es el encaje del que hablábamos an“tes. El (Charly) tiene una onda muy especial, yo soy rockero, Pedro es super-jazzero y Moro es re-cuadrado. Por eso cuando componemos quedan temas que no sabemos bien lo que son. Y por todo esto hay gente que gusta de algunos temas y de otros, no. No es todo un recital de lo mismo. Mirá, yo quiero ser lo más sincero posible. Y tengo miedo con lo que puede pasar, con los pocos que somos nosotros. Hay una bola tan grande, y hay tan pocos tipos, y nos llevamos tan mal (no hablo de Seru Giran)… Pero, ¡¿Por qué?! Después de tantos siglos de miserias, de guerras, y de que nunca pasó nada, seguimos insistiendo en la agresión, en que un músico hable mal del otro. Yo no sé, es tan ridiculo… A mi me causa un dolor muy profundo. Como para ser bien claro: para un tipo como Santaolalla, que de la m… fue a la totalidad, se crea que es Dios… Eso me causa un dolor increible. Porque es un ser humano, y es un tipo lindo. Me parece que ya no podemos más así. Para nosotros es tan duro trabajar, porque para Seru Giran es muy dificil seguir laburando porque tenemos muchas barreras y nos pasan muchas cosas, que nos cuesta llegar al escenario. Ahora, cuando estamos ahi arriba, ¿entendés?… en nuestro mundo, viene la cosa. Tipos como nosotros que estamos laburando hace cuarenta mil años y que nos rompieron el «… millones de veces, seguimos teniendo fe. ¡Y seguimos tirando esa onda de energia, de amor…!
… Aunque todos estemos aplastados por el mismo pie…”
CH: Ese es el asunto. Nosotros somos un grupo que, en las lelrass denunciamos cosas, somos medianamente contestatarios. En algunas letras sí, en otras no, pero también tenemos una onda de alegría. Por ahi hay temas como «Viernes…» o “La Grasa» que son terribles, pero… Por ejemplo, «Viernes…» lo prohibieron porque dicen que es una incitación al suicidio… y qué sé yo. Pero la gente va a divertirse, a cagarse de risa… a pasarla bien.
D: Cantan todos los temas, del principio al fin. Tocamos para la gente, ¡ésa es la onda! Yo creo que los tipos no necesitan ver a un excelente guitarrista…
CH: Ni necesitan un mensaje que diga “hay que hacer esto…”
¿Entonces no hay un mensaje claro?
CH: No, el mensaje es lo que está sucediendo. Hay quienes, en pos de un compromiso o de una cosa intelectual, le dicen a la gente mentiras o chantadas. Son cosas que, vos sabés, no van a ningún lado. No te digo mundialmente. Hablemos de la Argentina. Por nuestra propia experiencia. Yo a veces veo chicos que vienen con el símbolo de la paz y que quieren ser hippies… Nosotros les tiramos ondas como diciendo “*no te creas ésa, loco, que no va…”” Tratamos de no dar información inexacta, que no sea funcional.
El hecho de que la gente vaya nada más que a divertirse y pasarla bien, ¿no condiciona la evolución musical de la banda?
D: Pero, papi, ¿qué evolución? ¡Se terminó todo! No hay más nada. Lo que la gente necesita es felicidad. No hay más evolución, no hay nada ¿No ves que estamos chocando contra la pared todo el tiempo? ¿Y que es todo una repetición de lo mismo, de lo mismo… de lo mismo? ¡No hay más evolución! Evolución era la de los Incas. Nosotros somos de última. Entonces la mejor evolución es darle felicidad a la gente. Que los tipos se vayan llenos a la casa, que salgan contentos y que durante tres días le digan a su papá y mamá: **mirá, Charly estuvo impresionante”’, Aunque los padres no crean. Pero que los pibes sientan que hicieron algo ese viernes o sábado a la noche, ¿entendés?
CH: Evolución es también ser eficiente. Como te deciamos, »Peperina”* no va a cambiar al mundo porque no tiene una propuesta blablabla, o una denuncia blablabla. Simple»mente son canciones, pero que están bien hechas, tienen lindas melodías… tienen buenos arreglos. Pegan, ¡tienen polenta! Eso es algo; eficiente, como nuestro sello. Porque cuando nos fuimos de Sazam, ibamos a las compañias y nos decian: “ustedes van a fracasar, no van a vender un disco en su vida…” Ahora tenemos a Peperina primero en el ranking -y los tipos se agarran la cabeza… Eso para mi es revolucionario, es demostrativo más allá de las teorías, de los cráneos… Lo mismo me pasó con Palito Ortega. Yo le gané un juicio. Y eso pasa ahora por una conciencia de no vivir más en las nubes.
D: Nosotros luchamos como bestias. ¿Te acordás? En los comienzos de Seru, andábamos con las valijitas de acá para allá. Después del primer Obras, cuando nos dieron con un hacha en todas las criticas, nadie daba un mango por nosotros. Todos decian que éramos de última. [bamos a tocar en clubes y no venía gente. Pero la luchamos. Nosotros nos dijimos: ¿cómo puede ser que con un grupo así, con tipos que se juntaron bien, y que suena al pelo, no pase nada? ¡Es imposible!
CH: Creo que, además, inconcientemente buscábamos el éxito. Hay quienes nos critican por eso, ¿pero quién no lo busca?
D: Y tenés que mantenerte fisicamente bien. Muchas veces, después de cuatro shows, vas a tu casa, te tirás en la cama y te das cuenta de que tenés una tara infernal…
CH: Creo que también lo que nos ayuda, es que estamos sumergidos en un mundo polenta. Y que, un. poco, nos rodeamos de eso. De nuestra pared, de nuestra burbuja, que es la música. Nosotros estamos viviendo en un mundo de energía, de realizaciones y de polenta, y el resto de lá gente de este pais está viviendo de presión, de frustraciones y de amarguras. Entonces, tratamos de darle a la gente un poco de lo que tenemos. Esto no quiere decir que nosotros estemos de primera. No está todo perfecto, ni mucho menos. Simplemente hemos encontrado algo útil y nos agarramos de eso. Además, formamos un equipo de gente que mata. Y hacemos todo lo que podemos para que la gente salga dada vuelta. Además hemos aprendido muchas cosas. Por ejemplo, a tocar, en un show, durante una hora y media sin parar. Es una boludez, pero hace al espectáculo. Siempre hemos tratado de tener los mejores equipos, las mejores luces, haber grabado Peperina con metrónomo porque sabíamos que iba a salir mejor… no sé. Siempre se creyó que el rock tenía que ser algo despojado… y yo no comparto esa opinión.
Seru Giran es, hoy, una especie de ‘boom’. Esto es ¿a consecuencia de qué? ¿Del mensaje? ¿De la polenta en escena? ¿De la composición? ¿De la producción del último álbum? ¿Del concierto de la Rural? ¿De qué?
CH: Todo ha influido, Nosotros no somos un grupo que tiene una oficina, un manager, y nos llaman para tocar y vamos, y listo. Nosotros decimos: “¿Qué vamos a hacer este año?”” Bueno, la meta de este año es ¡ésta!. Y es clara. Queremos dar una imagen de ¡esto! Y todo está bajo control. Por eso la gente sabe que va a ver algo grande, algo que no es improvisado. Todo tiene que ver. Por ejemplo, que elijamos la mejor pasta para el disco, aunque nos cueste más… o gastar más guita en la cartulina…
“TIPOS IMPORTANTES»
Se sabe que gente del gobierno ha llamado a dialogar a músicos, productores, managers, en fin, gente de rock. ¿Ustedes fueron?
D: Sí. Nosotros tuvimos una reunión con un señor llamado Olivera, que es el asesor de Viola en asuntos de la juventud. Y para mí este momento es tan importante que no se puede mostrar delirio y desajustes…
CH: Además sabemos que eso no lleva a ningún lado, ni tampoco repetir la misma historia de siempre. Y además es fenómeno estar con un tipo así, porque te dice: **qué pasa, ¿cuáles son sus quejas?” Daniel (Grinbank) le dice: “bueno, los carteles son muy caros…”, cosas de su área. Pero yo le digo al tipo que tiene que cortarla con la censura. Y eso es bárbaro, que un tipo como yo no se cague y salga diciendo: “loco, tenés que cortarla con la censura, porque sino nadie va a escribir nada, estamos cagando nuestra cultura nacional, toda una pálida, por la censura’”. Eso mata. Por ahí, hace tres años yo hubiera dicho “’no voy, no quiero transar con esa gente”. Y ahora digo, bueno, voy y les digo la verdad de lo que pienso. Porque la tienen que entender…
D: Y lo hacés porque querés. A nadie le gusta que termine el recital y se lleven diez pibes en cana, porque sí. Si a algún pibe lo agarran con algo raro, bueno, es culpa de él. Pero a la mayoría los llevan porque están mal vestidos, cosas así. Entonces, la única manera de solucionar eso es salir del agujero. Utilizar todas las cosas posibles para tratar de lograr algo. Aunque sea un ilusión. Pero por lo menos vos sabés que lo intentaste. Vos, como individuo, te vas tranquilo.
Es que también, por otro lado, ellos deben haber tomado conciencia del poder de convocatoria de la música de rock, ¿no?
D: Eso es muy importante. Desaprovecharlo sería como seguir rompiendo todo y no cortarla con esa mano rara. Eso es lo que no tiene la gente que va ahora. Es muy fresca, se divierte muchísimo. Eso es algo que se dio con Sui Generis y que se da con Seru Giran. O sea, más concretamente, con las letras de Charly. Los pibes se sienten fenómeno, porque lo entienden desde el principio hasta el fin… No es Lucy in the Sky… Y si encima subis al escenario, como lo hacen muchos, con una mano tipo Rector… ya es como para no ir nunca más a un recital. En serio, si vos vas a ese único lugar, el viernes a la noche, a juntarnos todos, y vas con la ilusión de que vas a escuchar buena música, y el tipo agarra el micrófono y dice «porque ustedes son unos pelotudos…» o más sutil… bueno, los pibes por ahí escuchan la música, pero no pasa nada… Es lo mismo que hubiera subido Mussolini. A los pibes de hoy, no hay que decirles nada. Ellos entienden todo…
CH: Creo que hay que hacer el sueño efectivo. Hay que romperse para darle a la gente lo que la gente quiere. A nosotros nos interesa dar cosas funcionales, que tengan vida propia, que no sean el delirio de alguien. Y a veces nos frustramos por eso. Peperina, por ejemplo, venía acompañado de un video que en todo momento quisimos hacer. Lo visual, en este disco, venía desde el nacimiento en el mismo sentido que la música. Y al final no lo pudimos hacer…
D: El delirio en tu casita, loco… con tu mujer. Si no, a la gente le das cualquier cosa. Subis al escenario y sos un loco y lo único que le estás pasando a la gente es tu locura, y ellos van a salir y van a decir “hay que ser como él…’
A veces podés dar una locura, o una fantasta muy loca…
D: Bueno… la fantasía es como Walt Disney.
CH: En nosotros también hay fantasía y escapismo. Muchos dicen que tenemos letras escapistas, y es cierto. Nosotros queremos pintar un espectro, pero de una forma periodística. “Yo nací para mirar…””, esa mano. Y trata» mos de rodear eso, con lo mejor. Para mí, todos los grupos tendrian que ser como Queen, en el sentido de tener un buen equipo y una buena infraestructura… pero el mensaje, las letras y la música son otra cosa. Acá hay mucha gente que no tiene bien en claro, todo eso. Ponés humo, y luces, y te dicen que ya sos igual que todos. Hubo una época en que todos estába- mos experimentando y buscando por todos lados y no le dábamos bola a nuestros equipos, ni nada: estábamos en nuestro delirio. Y eso fue bueno, porque sin aquello explosivo y medio caótico no hubieran salido un montón de cosas. Pero ahora estamos llegando a las verdades. Por ejemplo, uno o dos watts por persona. Eso sirve acá, o en la China. Hay otra cosa que es super-real, acá y en cualquier parte: tenés que dar un espectáculo íntegro, que valga lo que pagás. Si yo tengo un mal equipo de sonido, mi voz va a salir mal, y las leiras no se vana entender. Nosotros somos concientes de todo, no sólo de los equipos o de la afinación del piano. Para nosotros to perfecto es buena música, las canciones que hacemos, buenas letras, y estar bien nosotros.
«Loco», por ejemplo, ¿no se incluyó porque no están de acuerdo con el mensaje?
CH: ‘No te sobra una moneda…” (risas). Mirá, tiene un montón de cosas que no me gustan. Creo que mata mostrar una realidad, pero no en este momento. Además, lo de “*Loco”” no es algo que vos puedas decir “ésta es la posta”. No queremos que la gente tome como posta, cosas que para nosotros no lo son. Cada uno hace su vida, y nosotros estamos en no cortarle el mambo a nadie, y en no confundir a la gente con propuestas exóticas. Lo mismo pasó con “Inconciente colectivo”. Es un tema que me gusta, pero que no iba para Seru Giran. Espero incluirlo en mi disco solista, En Seru Giran tratamos de hacer una cosa masiva, con un mensaje piola. ¿Si el mensaje está condicionado? Sí, por Alá y toda su corte. Pero, de última, es como hablábamos al principio. La cuestión es darle fuerza a la gente…
D: Yo creo que los pibes de hoy, tienen una cabeza impresionante…
CH: A cierto nivel matan, pero a atro nivel son poco creativos. Lo que está pasando es que, después de nosotros, hay una generación que no pasa nada. O sea que, mucha gente cree que los pibes son estúpidos, nos dicen que tocamos para chicos y que ellos no tienen nada en la cabeza. Creo que hubo una mano guadaña que hizo que los pibes de esta generación se queden impotentes para crear, porque sino tendrían que haber salido mil conjuntos. No hay que darles circo, pero sí fuerza, alegría, ganas de ir a su casa y componer un tema. Y hacer un conjunto. Ir para arriba.
EL QUINTO SERU GIRAN
¿En qué medida influye Grinbank en las decisiones del grupo?
CH: Mirá, él confía totalmente en nosotros. No vino jamás al estudio de grabación. Por ahi pasa y escucha, y te da opiniones, pero jamás me dijo «hagamos un tema así o asá”.
D: Yo nunca tuve un manager como él. Un tipo que vos lo llamás porque te enamoraste de una guitarra que viste en la vidriera, y a la media hora essstá el quia con el auto y con la guita para llevarte a comprarla.
CH: Y sin segundas intenciones. No te compra una guitarra y después te hace firmar un contrato de quinientos años como me ha pasado a mí, por estúpido. Muchas veces me han dado una golosina y he firmado cualquier cosa. Hay otra cosa que valoro mucho en Daniel. El tenía la idea de Sui Generis, y otro manager me hubiera gastado. Pero cuando le dije que no, él lo aceptó. Lo llamé a las tres de la mañana y le dije ““loco, a lo de Sui Generis, no, porque me siento mal y no puedo dormir””. Bueno, OK, chau, no hay más que hablar. Al día siguiente canceló todo.
Pero Sui Generis se reunirá en el exterior…
CH: Si, el otro día vino Nito a ensayar, pero no pudimos hacer nada. No podiamos ni cantar. Entonces decidimos no preparar nada. Sabemos todo de memoria, para nosotros no es ningún desafío, no tiene ninguna gracia. No quiero imponer algo que ya murió. Y si Sui saliera ahora, sería un grupo new wave o punk, cosas así. En Chile lo haremos a lo bestia, sin ensayo. En realidad, Sui Generis era a lo bestia. No había ensayo, no había nada. Se componía un tema, venía Nito y le ponía la segunda voz y ahí se acababa todo…
En el sobre interno de Peperina hay una onda Beailes… ¿Ustedes pensaron en eso?
CH: Sí, y además le dedicamos el disco al Sgt. Pepper. De ahí salió “’pepperina’”… (risas). También tiene una onda con John Lennon. Para mi, el grupo modelo, como cosa clásica, son Los Beatles…
¡VIENE PEDRO!…
(Llega Pedro y se incorpora a la charla. ¿De qué estaban hablando? De la tapa de Peperina y la onda Beatles…)
P: La idea de las cuatro caras fue mía. Me pareció divertido hacerlo.
CH: Yo comparo Sgt. Pepper con Peperina como hito. Marca algo que es importante. Llegamos a un punto, más alléde las canciones, en que el disco tiene un peso. Es momento de pisar fuerte y sacarnos los complejos de inferioridad. Los Beatles también se mandaban al frente con todo. Acá, los músicos siempre están pidiendo disculpas.
P: Ojo, que mucha gente lucha contra eso y no consigue nada. Yo no creo en absoluto, en el “persevera y triunfarás…”
CH: Si sos piola, y tenés talento, triunfarás…
¿Qué pasó con lo de Pal Metheny?
P: Quedó en la nada. Yo le di un cassette con temas, y con un chico argentino que lo encontró en Frisco me mandó su dirección y su teléfono, a la vez que me decía que le habia gustado el cassette y la onda. Pero nada más…
Tus temas ¿se incluyen por imposición tuya o porque todos están de acuerdo con eso?
P: En «La Grasa…» Charly me dijo que le gustaria que ponga algo. Yo todavía no tenía estudio en mi casa, pero igual me la pasaba haciendo play backs. A partir de ese momento, todo quedó tácito.
CH: Igual se ve entre todos. Y lo dejamos al final, para que compense.
P: Ahora voy a sacar el disco solista. En realidad, pensaba en editarlo antes que saliera esto de los cuatro discos solistas de Seru.
CH: Es una forma de preservar a Seru Giran de una especie de desgaste. Ya hicimos cuatro discos, y llegamos a Peperina que es un punto clave, y vamos a tomar un descanso. Después nos juntaremos y estaremos todos más livianitos.
Veamos los proyectos. ¿Yos, Charly?
CH: Cuando estábamos grabando Peperina ya tenía ternas nuevos. Me compré la batería eléctrica, el bajo, la viola, y cuando me quería acordar, ya tenía todos los temas. Si bien no se- rá muy diferente a lo de Seru, habrá algo más personal. Va a tirar para el lado new wave. Mucha viola, cuadrado pero polenta. Los temas más arreglados, prefiero dejarlos para Seru…
¿Vos, David?
D: Yo voy a sacar un disco con mis hijos: Los Pendex… Como los Parchis y los Menudos, ¿viste? (risas). No, mirá, tengo algunos temas, y también otras ideas. Me gustaría hacer un disco experimental… o algo parecido. Ya estuve grabando algunas cosas en El Cielito. Algo informal, pero bien.
¿Y Moro?
D: Seguramente nos pedirá temas y grabará un LP de baterista, con percusión adelante.
Hablemos del gaste. ¿Por qué viene en un grupo grande?
CH: Lo que hunde a los grupos es la rutina, cuando empezás a pudrirte del público. Caes en eso por la falta de desafíos. Tendría que pasarnos, una vez por año, que vayamos a tocar a Río o a USA. O sea, yo soy el número uno, ¿pero de qué?
D: También hay gasto por lo que la gente te saca, o por lo que le estás dando. Bah, ellos te compraron, ¿no?.
CH: La onda del grupo es ponerse metas para no gastarse, y buscar cosas más grandes. Cuando decidimos hacer la Rural, nos preguntábamos si lo podríamos hacer. Cuando subimos y vimos los 50.000 pibes… no lo podíamos creer.
CH: Un lindo desafio es USA, porque Latinoamérica mata pero no es un desafío.
D: Un tipo nos decía (James Murray, yanki) que Seru podría ir allá tranquilamente. Hay violeros que tocan como el c… y figuran en los mejores grupos.
CH: Nos pidieron de la WEA y de A£M que les mandemos un demo, pero en inglés. En castellano, no se puede.
D: El único grupo en condiciones de irse afuera, somos nosotros. No porque seamos buenísimos, sino porque tenemos la posibilidad de hacerlo. Mataría a un nivel cultural, como hicieron Los Jaivas en París. Un grupo argentino yendo a Estados Unidos… .
P: Pero Los Jaivas están haciendo algo que Europa no tiene. Es más específico.
CH: En Europa no se consigue… (risas).
D: Yo no conozco ningún grupo que suene como Seru…
P: Yo conozco un par… como Genesis. Nosotros somos más europeos que yankis. En definitiva, creo que lo que hacemos nosotros, en Europa y Estados Unidos se consigue y mucho mejor…
CH: Pero nosotros somos más baratos (más risas).
Hoy hablábamos del público de Seru Giran. Pedro, ¿de qué manera esos chicos condicionan el mensaje y la música de Seru?
P: Mirá, yo no soy el compositor, pero creo que a Charly no lo condiciona para nada. Igual David. No se ponen a pensar qué le pasa al público. Yo, desde ya, hago también lo que se me ocurre. No tengo mucho que jugarme ahora, porque, teóricamente, no tengo un público que cuidar. Las exigencias me las pongo yo.
Pero hay algo en que todos estos adolescentes capten el mensaje y no otro tipo de público… ¿cómo puede ser?
P: No parte de un condicionamiento. No salgo en defensa de Charly, pero mucha gente dice que él es un comerciante, que está robando gallinas. Estaría robando gallinas si se encerrara en la casa y tocara Bartok… y saliera a cantar otra cosa. Todos tocamos lo que tocamos en casa. David.lo mismo: toca lo que hace en Castelar. No hay diferencias. No nos vendimos.
CH: Aparte, si nos vendimos, lo hicimos tal cual nos quisimos vender, ¿entendés? Vende- mos lo que queremos, pero no nos vendimos a nadie. Le ponemos el celofán y listo…
Pero volviendo a las gallinas. ¿Pedro, que en la casa hace otro tipo de cosas distinto al grueso del material de Seru, está robando gallinas?
P: Si yo robara gallinas no me comprometería. Yo te vendería el Obelisco si te dijera que cuando termine Seru, si algún día termina, seguiría haciendo lo mismo. Es evidente que no, porque yo hago otra cosa. pero, ojo, me gustaría sentarme y componer un tema lindo, con letra, pero no me sale. Es una virtud que no tengo. En síntesis, no me comprometería con algo si estuviera realmente afuera de la cosa. Y en Seru no estoy totalmente afuera. Aprendí mucho y no lo tiro por la ventana…
¿Qué pasó cuando decidieron irse de Sazam?
CH: Seru no existía en Sazam, el contrato era conmigo. El existir era como algo económico, artístico, pero no como grupo. En La Grasa les pagaron como profesionales. Y a mí me curraron toda la mosca. La historia es medio larga y no quisiera involucrar nombres. Hubo problemas desde el primer long play, con los costos de producción que fueron muchos y me los cargaron a mí. Era una mano muy fenicia y muy de usar… La presidenta de la compañía me decía, cuando iba con David… “ay, cómo tráes a un chico que no está afeitado”. Celasco peló una cantidad de dólares para que me quede, pero hablamos entre nosotros y dijimos que nos íbamos a piletear. Así, nos sacamos todos los dolores de cabeza, y empezamos un negocio brillante. Nunca ganamos tanta guita como ahora, porque nadie tiene interés en vos, como vos mismo.
D: Si no, todos quieren meter el mordiscón…
CH: Ahora, nosotros cobramos el 100 % de la ganancia. Es como si vendiéramos una camiseta. Deducimos lo que nos costó hacerla, y la vendemos a un precio. No hay posibilidad de facturar en negro, blanco o amarillo, o que la computadora ande mal. De la otra forma, no te pagan nunca, se quedan con el 95 y, y si les pedís un disco o un poster te los descuentan de las regalías. SG Records es sólo para Seru Giran. No hay papeles, no hay nada. Se reúnen cuatro tipos y la hacen… y les metés el dedito en el c… a todas las compañías. Son 50.000 tarados que no hacen nada. Acá no hay edificios, no hay nada super. Están Daniel, Olga, Caíto y nadie más… Las ganancias las repartimos con Daniel y nosotros cuatro, luego de deducir los gastos.
Hablemos de “Alicia…” En cuanto al mensaje, es un tema clarísimo…
P: No es tan claro…
CH: ¡Pero te das cuenta! Todos se dieron cuenta, por la música, por la onda. Mucha gente me dijo que le hacía acordar cuando se quedaban a oscuras cuando eran chicos. Lo que pasa es que vos ponés poesía para disfrazar al lobo de cordero. Al final, decís lo mismo…
¿Cómo es el asunto de “los brujos que piensan en volver”, en Alicia?
CH: Es López Rega, negro, está claro. La morsa es Onganía y la tortuga es Illia.
P: ¿En serio? Yo debo ser medio tarado, porque no me di cuenta…
CH: Y si dice que no habrá morsa ni tortugas… Alicia es lo mismo que el libro de cuentos. Ahi se desmitificó un montón de fatos que pasaban en la época. Alicia era una pelotuda que no entendía nada, una burguesa. Yo comparo un poco la situación. Se habla del crocket y de las cabezas. Es una onda “no te hagas la boluda, nena”, porque cuando quieras decir algo nadie va a defenderte…
Pero la dirección de un mensaje cambia de acuerdo al estilo de vida que el músico empieza a llevar…
CH: Yo siempre viví de la música, y tuve un nivel de vida aceptable. Lógico, cuando empecé con Sui Generis me cagaba de hambre, pero siempre tuve guita para comprarme un disco. No pasaba necesidades. Lo que me pasa es que yo busco lo que quiero. Busco el ambiente que me gusta. En Peperina hay un par de temas que cuentan lo que le pasa a la gente rica. Yo eso antes lo criticaba, pero ahora podés meterte en la casa de gente con guita, y ves lo que pasa con tus propios ojos. Tenés otra visión de la cosa. Es material para curtir.
D: Mi onda no cambió jamás. Yo ahora vivo muy bien, pero siempre me cagué de hambre. Pero siempre me pregunté ¿con quién tengo que estar para que la gente me mire bien? ¡Pero si podés estar con cualquiera!… Antes, por todo el sufrimiento de no tener guita, era el incomprendido. Te alejabas de la gente del Rolls Royce, pero esa gente también puede ser impresionante…
CH: Todos los Mick Jagger que andan por ahí son trillonarios. Y nosotros estamos hablando de eso recién, porque nos podemos comprar una viola. Pero no tenemos una mansión ni nada… Que ahora un músico no se cague de hambre, en la Argentina, es increíble. Pero todos, desde el más protestatario, tipo Dylan, hasta los más psicodélicos, tienen un toco de guita…
D: Lo que pasa es que el que no tiene la guita se transforma en un enfermo… Por ahí se pone en pedo y se pone muy agresivo. Ese tipo no puede estar con alguien de guita, porque se pondría mal. A mí me pasa, hay lugares donde no pego ni con cola, pero yo me siento fenómeno, y ellos conmigo… Yo era el típico José Rincón con la guitarrita y mirando el universo. Pero no me juntaba ni con alguien que tuviera un Citroen, y sufría como un chancho. Ahora sufro como un hijo de p…, pero puedo ver a un psiquiatra o a un médico… Yo creo que lo bueno, en Seru Giran, es que hay libertad. Yo siempre me había sentido tipo ejército, donde uno quería mandar. Acá no pasa eso, Charly compone y lleva un poco las cosas adelante porque tiene ese don que todos nosotros no lo tenemos en igual medida. Pero, al final, no nos peleamos porque hay libertad. Nunca llegamos a una conclusión chata porque cada uno es completamente distinto al otro. Y eso es bueno para un grupo. Cuando todos son iguales, entran otras manos. Viene el desgaste, llegan los celos. Cuando subís a tocar, todo eso se ve… Mirá, este mundo no fue hecho para problemas. Por eso no hay soluciones…
Víctor Pintos / Roberto Pettinato
Fotos: Carlos Nava