Es uno de los bateristas con más trabajo del momento. Este fin de semana estará en el Drum Fest de Mendoza.
Nacido en Godoy Cruz, Mendoza, en 1976, Pablo Conalbi es uno de los sesionistas locales más solicitados. Actualmente, se desempeña principalmente en los estilos de jazz y música pop, tocando y grabando con artistas de otras partes de Argentina y del extranjero, sobre todo de EEUU y Europa.
-¿Cuáles son tus proyectos para este año?
P.C.: Este año he estado un poco más tranquilo que otros años por suerte. O sea, estaba tocando demasiado y ya estaba tocando por tocar. A veces uno hace eso más que todo para darse a conocer, y bueno, es salir a tocar todo, a donde te llamen. Esa etapa, creo yo, la cumplí. Este año básicamente me he quedado laburando con una banda estable y el resto de los trabajos que he hecho este año han sido sesiones, o sea, grabaciones o shows, pero muy puntuales, con tal banda tal día.
Y bueno, con las bandas por ahí un viaje a alguna provincia surge. Está bueno también pero requiere cierto gasto de energía. Sobretodo hoy, acabo de cumplir 30 años y ya no tengo la misma energía que tenía a los 20 o a los 22. Entonces, uno trata de equilibrar un poco. ¿A dónde quiero llegar yo?… bueno, pero también tengo que comer y que salir a tocar y todo. Básicamente, por eso, este año se me dio como se me dio y estoy, en realidad, bastante contento de que haya sido así porque sino creo que no estaría tocando como me gusta tocar. O sea, requiere muchas horas de estudio y por ahí tocando mucho no se puede. Así que he dejado lo más rentable y me he dedicado a estudiar bastante.
-¿Te imaginabas visitando tantos países con la batería?
P.C.: La verdad que no, yo empecé a tocar para tocar. Por ejemplo el viaje a Australia que me tocó hacer el año pasado fue algo fuera de serie que estuvo buenísimo y que nunca me imaginé que iba a ir. Pero estuvo bueno y aprendí un montón de cosas. No puntualmente de cómo tocar la batería, si bien aprendí un par de cosas, pero más que nada del mundo de la batería, del mundo de la música en general, estuvo muy interesante.
-¿Hay como un ambiente particular entre bateros?
P.C.: Sí, es como un pequeño mundillo. Allí donde estuve, en Melbourne, fui a un lugar que se llama Drumtek, es como una escuela de batería básicamente, sólo de batería. Y era como el sueño del pibe, eran todos bateros, cada uno con una línea diferente bien definida, y con toda la información, con toda la técnica. Es un país bastante desarrollado Australia, y están muy a la vanguardia, y con una línea muy particular que a mí me encanta que es innovar. Me iba todos los días en la mañana, practicaba todos los días, después a la tarde tomaba algunas clases y a la noche me quedaba a ver si podía engancharme con alguien y sino me iba a ver un video. Fueron unos días espectaculares que pasé ahí y nunca me lo hubiera imaginado.
-¿Cuál va a ser tu desempeño en el Drum Fest?
P.C.: Yo voy a estar tocando el día domingo 30. Una parte va a ser con un Trío de música Funk, fusión y, por otra parte, una parte más artística de la batería, que normalmente no tengo mucha oportunidad de demostrar. Porque yo trabajo mucho en bandas o en situaciones así musicales y puntuales, ¿viste? de laburo, pero por ahí no permite desarrollar la parte que más me gusta que es la batería pura. Y bueno, vengo desarrollando ese lenguaje hace como un tiempo ya, desde hace muchos años en realidad, y estoy en punto como que está bueno mostrarlo.
-¿Cómo está formado el trío con el que te presentas?
P.C.: El Trío se llama NN Funk Fusion -muy original el nombre- está formado por Willy Martínez en guitarra y Pablo Guzzo en bajo. Es una banda instrumental, rondando siempre el funk, pero mezcla mucho, digamos. Vamos a hacer un par de temas con ellos, tres temas más o menos.
-¿Cuál crees que es la importancia de este tipo de festivales?
P.C.: Yo pienso que la visión que tuvo Gustavo con el tema del festival, que no surgió ni hace 3 ni 4 años, o sea, ya la venía viendo hace un montón. Empezó haciendo como pequeñas juntadas y después se fue armando algo más grande con los alumnos y un día paró, tuvo un par de años sin hacer nada, y de repente se armó un pedazo de Festival que fue increíble y que terminó siendo el Festival de Batería más grande de Argentina y no sé si de Sudamérica, pero por ahí anda. No sé si uno de Brasil y México y después está este festival. Una por la calidad, no la cantidad, sino por la calidad de batería que hay en la Argentina que es muy artística y aparte por las ganas que hay, y por las ganas que le pone Gustavo también. Eso hay que destacarlo, es impresionante. Aparte de que es muy organizado, la forma que tiene de trabajar él está muy buena, no deja nada al azar, ¿viste?
El año pasado, los bateros que vinieron, por ejemplo de Buenos Aires, se fueron alucinados. Como que no pueden creer que acá se haga semejante cosa. Vino un baterista de Alemania, se llama Marcos Minnerman, el tipo va todo el año a festivales, y quedó particularmente enamorado. Más que nada por la onda que había, el público está como muy pendiente de lo que se toca y se vive ahí. Creo que está bueno.
Para mí es un evento muy importante. Tengo todas las expectativas porque no pasa todos los días. Además no sé cuando va a ser la próxima vez que pueda volver a presentarme así. Está bueno estar involucrado ahí porque siempre se la pasa muy bien. Entre los bateros se entienden, es como un humor muy particular. Vos te encontrás con un baterista de Chile, de Australia, de donde sea y te entendés. Está bueno que se hagan este tipo de eventos porque la industria también crece un poco.
-Para una persona que no tiene ni idea de batería por ejemplo, ¿en que se tiene que fijar para disfrutar mejor el festival?
P.C.: Si no entendés nada de batería, mejor. Vos tenés que ir y decir: a ver, bueno, voy a ir a escuchar un show. Si te llega, de alguna manera, eso es lo importante. Si vas y te aburrís, o no te llega o el tipo hace unas cosas que no entendés, es porque el tipo no supo llegar a vos. Obviamente que hay muchos públicos diferentes en una misma audiencia, pero yo creo que se mide ahí un buen instrumentista o un buen músico. Hay muchos recursos, hay muchas herramientas para llegar a la sensibilidad de la gente. No importa qué es lo que toqués, sino cómo lo tocás. Y si podés decir realmente algo con eso que tocas, sea muy complejo o no, creo que ese es el objetivo. Los buenos músicos se suelen destacar por eso, porque llegan al público. Por ahí están haciendo tres cosas por ahí están haciendo un montón de cosas e igual llegan.