El tema corresponde al segundo corte, adelanto de su primer disco «Sintonía». Grabado de manera independiente en el 2017, bajo la producción artística de Osvaldo Padrevechi y de Sergio Paoletti en la mezcla y el mastering. Además cuenta con un videoclip, dirigido por Laura Lagronch y realizado por La Bicha Producciones.
El proyecto nace de manera solista en el 2013, a través de Maru Lerner y sus poesías que luego mutan en canciones. Enmarcado siempre dentro del formato acústico, las composiciones empiezan a tomar una dirección más compleja y se complementan con la colaboración de numerosos artistas.
Tres años después, Gonzalo Romero se une a la vocalista para presentarse como dúo e incorpora una guitarra eléctrica. Así es como la idea de crear un sonido más sólido se torna más palpable. Al poco tiempo se incorporan Martín Lafroscia en guitarra y coros; y Federico Javier Cáceres, en el bajo y coros. Ambos compañeros de Maru en la escuela de música El Abridor. A su vez, se suman Leo González, en la batería; y Amaranta Moauro en los coros.
Tomando como eje el Festival Sintonía, el vivo de la banda propone una puesta escénica multiartística de la que participan editoriales independientes y artistas amigos. Uno de ellos es Boris Hick, actor y miembro estable, que termina de completar la intensión de puente entre el rock, la danza, el teatro y la literatura.
¿Cómo fue la selección de temas que llegaron al disco?
Maru: Siempre supe cuáles eran porque me quedé con lo mejor y el resto lo descarté en casa.
Leo: Hubo una canción llamada «Castle» que la llegamos a tocar en vivo, pero no la grabamos porque era demasiado larga. Una de las ideas de Maru fue reversionarla y hacer varias canciones.
Maru: Vendría a ser el plan de nuestro próximo disco conceptual.
¿Cuándo decidieron salir a grabarlas?
Maru: Fue como el plan inicial, porque la banda se formó para grabar el disco. Pero lo que vino después fue tan bueno que quisimos ser un grupo.
Hablemos del proceso del videoclip.
Maru: Laura Lagronch pertenece a La Bicha Producciones y también a la escuela El Abridor. Su sello es medianamente nuevo, pero se la banca bastante bien. En principio nos sugirió que eligiéramos algo representativo de la música que hacíamos y del mensaje que buscábamos dar.
Leo: «El curandero» tenía un aire a música country/folk. A su vez, la letra era muy importante.
Maru: A diferencia de «Sintonía», que es más abstracta, «El curandero» destaca la claridad y el mensaje sencillo, que se termina de entender al final. Te plantea un clima de viaje, gauchos, cowboys, campo y libertad. A su vez, habla del curandero que te cura el mal de amor, pero no el misterio.
Fueron seleccionados por Lito Vitale, Miss Bolivia y Juanchi Baleirón como la mejor propuesta musical de Capital Federal en el concurso Vamos las bandas.
Maru: Sí. Somos partidarios de meternos en la mayoría de las convocatorias gratuitas posibles y cuando nos llegó la data de Vamos las bandas, delegamos las tareas para mandar la información. Entre los requisitos, nos pidieron un tema y elegimos «Sintonía» porque fue la primera canción que grabamos y que le dio nombre al disco. Después, pasaron los meses y nos olvidamos, hasta que en un momento un profesor de música de la secundaria me mandó una lista diciendo: Bravo. Ahí me di cuenta de que se trataba del concurso y sentimos una alegría enorme.
¿Cuándo se concretaría?
Maru: Nos dijeron que en octubre, con lugar a definir, y el espíritu del concurso sería visibilizar a las bandas jóvenes emergentes.
¿Hubo alguna modificación en la formación?
Maru: Sólo del bajista, que se fue hace poco y probablemente incorporemos en su lugar a una chica.
¿Cualés serían los próximos objetivos a nivel fechas?
Maru: Nuestra idea es seguir haciendo los «Festivales Sintonía», porque consideramos que son una forma de acercar el mundo de la poesía oral, la literatura y las editoriales under, con la música.
Leo: Las canciones piden perfo, entonces le damos espacio a la danza, el teatro y las proyecciones.