En el marco del lanzamiento de su octavo álbum de estudio, bautizado con el nombre “Discopático”, la banda uruguaya reflexionó sobre su prometedor presente y las expectativas tras la confirmación de su regreso al Luna Park el 6 de octubre.

La Vela Puerca presentó su nuevo material de doce canciones, cuyo nombre hace alusión a “Aquel que ostenta la enfermedad de los discos”. También prepara una extensa gira de conciertos que le permitirá regresar al mítico Luna Park el próximo jueves 6 de octubre.
En una conferencia de prensa que reunió a varios medios nacionales durante más de una hora, la agrupación rioplatense se mostró más unida y entusiasmada que nunca.
“Un disco renueva todo, el show en vivo es de lo que vivimos y para lo que vivimos. Eso hace que salgan divertidos y venimos con todas las pilas”, destacó Nicolás Lieutier.
La gran pregunta vinculada a qué sostiene a una banda como La Vela Puerca después de tantos años de gira, pasó por ellos mismos hace tiempo y llegaron a la conclusión de que es el amor que le tienen a la historia de sus vidas y lo que los mantiene vivos.
“Cuando presentamos Normalmente Anormal, nos vimos contando la historia cada uno desde su lado y ahí dimos cuenta en que no necesitábamos perder lo que teníamos para valorarlo. Esta es la historia de nuestras vidas. Hace más años que estoy con estos tipos que con mi propia familia. Cuando tenés eso en claro, todas las instancias de discusiones, diferencias y dificultades se abordan desde el lugar del amor”, confesó Sebastián “Cebolla” Cebreiro.
En cuanto a la intención lírica de la propuesta integral, El Enano Teysera destacó que la premisa desde el comienzo (2019) fue sacar algo bailable y bien para arriba. Al llegar la pandemia, mantuvieron ese concepto, pero las letras se desarrollaron bajo la lupa y sensibilidad de lo sucedido en ese tiempo: “Me di cuenta que las letras eran un poco ásperas y había rabia e incomprensión. Creo que durante la pandemia la humanidad mostró un montón de cosas buenas, pero también la miseria. Las reflexiones hicieron que quedara de esa manera y nos empezó a gustar. Un disco bien arriba, con letras no tan arriba (…) Miraba los diarios y la muerte salía todos los días como cuando baja y sube el dólar. Me asombró muchísimo la realidad tan naturalizada. A su vez, reflexionando, noté que durante toda su historia el ser humano ha querido pelear con la muerte, cuando en realidad es parte de la vida y hay que saber irse con elegancia”.
En la oportunidad de consultarle sobre los condimentos sonoros, Cebolla expresó que Discopático nació a la inversa de los demás discos de La Vela; en el sentido de una melodía como premisa que trajo implícita una secuencia de acordes y ahí se metió la canción: “Nació con riff de bajo, como una ocurrencia que tuvo Seba, y empezamos a vestir los temas por la parte rítmica. A su vez, volvimos a trabajar con un productor artístico como Ale Vázquez que aportó bastante a esa búsqueda de la sonoridad y grabamos el disco por primera vez en nuestra sala”.
Respecto a los preparativos para el concierto en el Luna Park, y cómo se amalgamarán las nuevas canciones con las anteriores, el proyecto mencionó que es un lindo desafió y siempre termina siendo un show largo; contemplando las doce novedades, más los clásicos y un montón de temas que forman una “parábola emocional”.
Si bien la lista no está definida aún, se encuentran trabajando arduamente para juntarse en julio y concretarla. En paralelo, van incluyendo parte de los tracks a los shows que están brindando con el objetivo de aprenderlas y darles el calor que merecen.
“El Luna es un punto interesante, tenemos la experiencia de haberlo hecho varias veces y es un templo. Nos encanta volver y hay una cosa emocional”, expresó Santiago Butler.
“Vamos a echar mano de las canciones más para arriba y algún clásico será sacrificado, pero con el ensayo se va armar el show”, agregó Sebastián Teysera.
Finalmente, al momento de reflexionar sobre la situación actual del rock nacional, los integrantes presentes coincidieron en que el genero pasó a un lugar de mucho confort y eso hace mal: “El rock tiene que estar en un lugar de inconformismo siempre. No por inconformista, sino porque no podés perder ese espacio de rebeldía y pasar a ser parte del entretenimiento. Hoy en día, con las redes sociales, internet y un montón de cosas, es más fácil llegarle a la gente, pero es más difícil sostenerse desde un lugar real y creíble. Hay músicos que no tocaron por primera vez, pero ya son exitosos atrás de la pantalla. Creo que la historia se vive en vivo. Prefiero ver a rockeros que digan cosas, a que tengan lindas plumas”, concluyó Cebolla.