La leyenda cherokee del soul regresa a Buenos Aires para presentar su nuevo disco, “Black Cherokee Legend”, el 20 de abril en Bebop Club.
Krishna Black Eagle creció entre Nueva York, Francia y Copenhague, pero comenzó su carrera en Dinamarca, donde tuvo su primer éxito como guitarrista y compositor de rock. Cuando era niño, fue a ver un concierto sin saber que sería testigo del origen de Led Zeppelin, ya que quienes se presentaban eran Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham. También pudo ver tocar a Jimi Hendrix, justo antes de su muerte. Esas experiencias fueron decisivas al momento de definir el rumbo de su vida como músico profesional.
En 1970 Krishna tuvo su primera banda Sensory System de hard rock en Dinamarca. Diez años más tarde, decidió probar suerte como solista en New York, grabando el disco Mystery bajo el sello Big Apple Records.
Escribió varios capítulos de su historia musical en los Estados Unidos, hasta que en 1998 descubre sus lazos de sangre Cherokee, lo que lo inspiró para bucear en un nuevo estilo que fusiona el rock, funk y soul.
Argentina lo recibió varias veces con los brazos abiertos para participar en festivales y grabar discos; como en el 2022, cuando entró a los legendarios estudios ION.
En este regreso a Buenos Aires, presentará en Bebop Club su más reciente producción llamada “Black Cherokee Legend”. Lo acompañarán: Psycho Lucas (guitarra); Sebastián Reinholz (batería); Naza James Reyes (bajo); Julián Villalba (teclado) y Nani Moser (saxo).
¿En qué momento se encuentra Krishna?
En estos momentos estoy enfocado en promocionar el nuevo disco y hacer shows en diferentes partes del mundo. Primero en Buenos Aires porque es donde lo grabé, pero al mismo tiempo estoy constantemente componiendo. Tengo cientos de canciones y siempre estoy pensando en el próximo álbum.
¿Tres sueños que hayas cumplido a lo largo de tu carrera?
Tengo muchos sueños y diferentes, no sé si podría limitarlos a tres. Sobre todo, continuar haciendo shows y esperar a que mi música se escuche en todo el mundo.
Toqué con Elton John ante 22 mil personas durante una presentación en Inglaterra y me encantaría tocar con Santana, por ejemplo.
La realidad es que la gente que admiro es del pasado porque, a mi modo de ver, la música fue mucho más creativa, pasional y tenía más identidad. Ahora es un poco, todo un poco, no es el mismo, no tiene personalidad. Así que me concentro en continuar con mi música, componer nuevas canciones y que puedan escucharse en todas partes.
¿Qué sensaciones recordás de aquellos dos conciertos donde pudiste ver a los integrantes de Led Zepellin y a Jimi Hendrix?
En 1968 me invitó un tío a un concierto de The Yardbirds; ahí vi a Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones y John Bonham. Fue un impacto total, como algo nuevo en la música. Resultó el primer concierto en la historia de Led Zeppelin y se concretó en Dinamarca. Obviamente, Jimmy Page fue el fundador que me impresionó. Y todos, porque son todos diferentes, cantan diferente.
Al mismo tiempo a vi Jimi Hendrix, también en Dinamarca, dos semanas antes de que muriera. Los dos shows cambiaron mi vida completamente. Después de eso le dije a mi padre que no quiero estudiar más en la escuela. Que quería tocar la guitarra y hacer música. Él me respondió que si no quería ir a la escuela, que me pusiese a trabajar.
Me fui a la mañana, para comprar mi primera guitarra: una Fender Mustang. Ese fue el principio de mi carrera, después de ver Led Zeppelin y Jimmy Hendrix todo impactó.
¿Cómo describirías el vivo de tu proyecto?
Sería mejor que alguien que los ve los describa (risas) Son shows potentes, hay una mezcla de funk, rock, baladas y al final tengo un medley de gente famosa. Me considero un showman, no es que sólo canto y toco la guitarra, es un espectáculo total, con mucho movimiento y disfrute. Hasta bailo como James Brown, es difícil de describir.
Hablemos sobre el concierto a realizarse en el Bebop Club. ¿Cómo fue que te convocaron?
Toqué en Bebop 6 ó 7 veces, desde que estaba en San Telmo. Ya me conocen, así que cuando les dije que me gustaría tocar nuevamente ahí, no hubo problema. Siempre me reciben muy bien. Es un buen lugar, me gusta mucho, tiene mucha clase y muy buen sonido.
¿Cuál será la dinámica de tu propuesta y qué expectativas tenés durante tu regreso a Argentina?
Me gusta mucho la Argentina, la primera vez fui a fin de 2009 y trato de ir todos los años, cada 6 meses si puedo. Espero que a la gente le agrade mi nuevo álbum y el show. El público es muy bueno, tiene mucha pasión, y me siento bien ahí. Tengo un productor argentino, Nelson Pombal, que hace la producción para Charly García y Palito Ortega, otros músicos. Así que mis discos los grabo en Buenos Aires y también cuento con músicos de ahí que son muy buenos.
¿Hay algún referente de nuestro país con el que te gustaría compartir escenario?
La verdad es que, de música argentina, no conozco mucho. Cuando llegué, al primero que escuché fue a Pappo y grabé “Juntos a la Par” con Yulie Ruth y Bolsa González (músicos de Pappo´s Blues). También toqué con Fernando Samalea y ese fue el contacto más cercano que tuve con artistas de ahí.
Contanos sobre los siguientes objetivos para el 2024.
Estamos hablando con compañías en Bélgica y Escandinavia para promocionar el nuevo disco en los próximos meses. También para hacer conciertos y participar en festivales Europeos y posiblemente en Estados Unidos. Espero volver a Argentina antes de fin de año.