Con más de cuarenta años de trayectoria en la escena rockera y blusera, el artista argentino continúa apostando a la música con un disco profundo, del que participan sus hijos y amigos destacados.
El 2020 predispone a Don Vilanova Botafogo a iniciar la grabación de su material discográfico “Hereje”, con la colaboración de Andrés Vilanova en batería y Laila Vilanova desde la composición. También participan músicos como Javier Calamaro, Lito Vitale y Piti Fernández. Este álbum es lanzado inicialmente a través de las plataformas digitales, en formato single, y durante noviembre del 2022 con su versión CD y vinilo por RGS. La presentación oficial tendrá lugar en Club Lucille este sábado 17 de diciembre y su protagonista cuenta todos los detalles a Rock.com.ar.
¿En qué te inspiraste al momento de componer estas canciones que integran el disco?
Un poco lo que dice el título: “Hereje” es como considero que soy en diferentes aspectos. El tema que canta Javier Calamaro, por ejemplo, se llama “Ovejas negras” y tiene la idea política de no dejarse llevar por las masas. “Sr Presidente” va más o menos por ese lado y es de Luis Aguile. “Fumigados” es un llamado a ese flagelo en nombre de los dólares que nos da la soja. Nuestros políticos y dirigentes han sido incapaces de hacer crecer el país laboralmente. A cambio, se talan e incendian bosques. También hay una canción de amor, dedicada a mi mujer, y otra que representa una gran zapada de blues; por describir algunos de los doce tracks.
¿Cómo viviste la experiencia de trabajar en familia durante el proceso creativo?
Lo venimos practicando hace tiempo. Mi hijo (Andrés) estudió en una escuela donde, a la vez que hacían la secundaria, tenía formación en producción musical. A pesar de que lo interrumpió un tiempo para tocar en ANIMAL, yo lo apoyé porque era la oportunidad de su vida. Aunque supiera muchísimo, le hice prometer que en algún momento terminaría los estudios. Al momento de grabar un disco le pregunté si quería producirlo y así salió “Don Vilanova”. Fue un material buenísimo que estuvo nominado a los Premios Gardel. Resultó su ópera prima desde ese rol, pero la batería fue amor a primera vista. Como dicen, nobleza obliga… y mis padres hicieron lo mismo en su momento. Sin el apoyo de la familia, mi carrera no hubiera existido.
¿Por qué la elección de Javier Calamaro, Piti Fernández y Lito Vitale para acompañar esta etapa de reflexión y profundidad?
Javier básicamente es mi amigo y coincidió que nos volvimos a encontrar. Me invitó a su programa y le comenté que tenía un tema que por ahí le iba a gustar. Finalmente se hizo. En el caso de Piti, lo conocí en la fiesta de los 30 años de La Mississippi en El Luna Park. Al principio no sabía quién era porque no estaba al tanto de los grupos nuevos. Sí noté que empezó a saludar a todo el mundo con una onda bárbara. Cuando me vio, vino y transmitió un cariño que sorprendió por lo verdadero. Después me pusieron al tanto de su trayectoria y nos hicimos como una especie de amigos. Volvimos a encontrarnos en un streaming de Luciano Napolitano y me animé a contarle que estaba grabando un álbum. Lo que me impresionó fue su voz cavernosa y le expliqué que tenía una canción acorde a ella. La respuesta fue de alegría y la llevó adelante con la mejor predisposición. Respecto a Lito Vitale, nos conocemos hace muchos años. En una oportunidad me convocó a su programa, grabamos y me atreví a proponerle su participación. Le mandé tres composiciones y aplicó su magia en todas. Finalmente, lo presenté durante la “Noche de las Disquerías” en el lugar donde se fabricaron los ejemplares. Muchas personas lo compraron y me dijeron que sonaba fabuloso.
Mencionaste la participación de un streaming e hiciste público tu canal de YouTube. ¿Cómo te llevás con la tecnología hoy por hoy?
Soy muy troglodita, pero tengo mi lado autodidacta como maestro musical. Escribí varios libros y recibo alumnos hace muchos años. Gracias a uno de ellos, fanático del blues, me estoy poniendo al día con las redes. Le facilité una cantidad de material que tenía guardado y conseguimos una videocasetera para rescatar cosas que ni siquiera sabía que estaban. Se puso muy difícil la promoción para las bandas en los últimos tiempos y las personas que me rodean sugirieron abrirme al mundo de las redes sociales. Trato de adaptar hasta donde me da el cuero. La disquera RGS me ayornó en cuanto a la presencia en plataformas e hicimos toda la revisión de mis álbumes.
¿Cómo vienen los preparativos para la fecha de este sábado en Lucille?
Como no había banda en el momento en que se grabó “Hereje”, armé una con Charly Ribero en batería, Charly Torrado desde la percusión, Fede López con la armónica, Pehuén Inocentti en los teclados; Lucas Sedler, a quien conozco hace mucho y es un guitarrista extraordinario; y Rafa Pravetoni en bajo. Vamos a salir a la pelea otra vez y para febrero tocaré en Cosquín, dentro de La Casita del Blues, con amigos de allá que son amantes de la música buena.