«Somos una banda de bar… rio», sostiene este quinteto que ya tiene tres discos en la calle.
Paquete de tres está integrada por Hernando Canata, en guitarra y voz, Gabriel Delgado y Mariano Zaballo, en guitarra y coros, Juan Manuel Bravo en batería y David Tuliano en bajo. Se formaron allá por el 2002 con la idea de reeditar ese sonido inmenso llamado rock sureño y lo logran con tres ediciones en CD, «Paquete de Tres» (2003), «Buenos tiempos: Homenaje al rock nacional» (2005) y «Corriendo con el paquete» (2006), que reflejan la propuesta y la idea de un rock pulido y bien aceitado, con el sello de tres guitarras líderes bien al frente. Antes de un show en el bar La Forja dejaron muy en claro a qué apuntan.
¿La banda cambia de 4 a 5 integrantes, sienten el cambio tan fuerte como en los registros discográficos?
Nando: Era la idea. Yo quisiera haber cambiado hace tiempo, pero en la anterior formación solo tenía el apoyo de Gaby, que es el más responsable de la banda. Mariano debería estar tocando en el grupo desde el comienzo.
Mariano: Siempre nos encontrábamos y decíamos de hacer algo juntos, tenemos muy buena leche.
Aparte se nota que las canciones dan perfecto para las tres violas.
Nando: Seguro, da fenómeno. Fijate que muchos de los temas que hacemos son del primer disco, pero para contestarte la pregunta anterior, los cambios fueron mas allá de otra viola: se notan en los climas y en la fuerza. También debo decirte que la composición no varió mucho, tampoco te olvides que es una banda que grabó y no tocó.
Es real que graban el trabajo debut y luego salen a tocar, ¿pero ya lo hacen con cinco integrantes?
Gaby: No, estuvimos un año aproximadamente con dos violas. Después se incorporó Mariano y se adaptó enseguida, porque es el estilo de él. Es más, lo hizo en medio de la grabación del segundo disco. Además nació una química bárbara entre los tres y ubicarnos en cada plano…
Nando: Claro, el detalle dice que los tres son primeras violas, ya con una primera guitarra y el rítmico llena… imaginate con tres violas al frente.
Mariano: Pulimos mucho en vivo, tocando. Zapamos mucho en el escenario y salen cosas tremendas.
¿Cómo canalizar las influencias propias a la hora de llevarlas al set de grabación y cómo derivan en este rock sureño, podríamos llamarle?
Mariano: Es rock n’ roll un poco más elaborado de lo que estamos acostumbrados a escuchar.
Nando: Me hago cargo de la culpa de ésto. Busqué la gente que tenga los mismos conocimientos o los mismos intereses musicales. Con Mariano, como te dijo antes, había buena leche y queríamos hacer esto juntos. En el caso de Gaby, le pasé unos discos y le fue comiendo la cabeza y llego el momento que el traía cosas para escuchar. Es como que estaba en el fondo de él…
Gaby: Claro, sabía lo que me gustaba pero no sabia qué era (risas)… Es más, cuando nos conocimos estábamos en la casa y empezamos a escuchar música y cada cosa que escuchaba decía «eso es lo que quiero hacer, eso también…» (más risas).
¿Logran llevar la efervescencia del vivo a la sala a la hora de grabar?
Nando: Particularmente tengo dividido mi cerebro. Una parte funciona para el estudio y otro para el vivo. Queda feo que lo diga yo, pero los chicos lo saben. En estudios le metemos cinco violas, piano, siete voces en algunos temas. En vivo no lo podes hacer… en cambio la fuerza y la intensidad del vivo no llega al estudio. Ahí tenés que lograr climas de mesa que sean bien visuales, eso se logra con la buena química que hay entre nosotros.
A partir de ahí logran el complemento…
Nando: Exacto. Gaby es muy heavy, yo soy muy blusero y Mariano muy country. Entonces logramos meter cada viola y tener el espacio de cada uno y tras de eso conformar los climas de los que te hablaba antes. Y en vivo está la actitud de sonido, es más crudo.
Gaby: Al laburar lo hacemos sobre la canción, no sobre lo individual. Si es mas heavy, blusero o country llevará el acento del que corresponda, dividiendo el laburo, pero siempre trabajando para la canción.
Más allá de haber sacado un disco el 30 de diciembre pasado, ¿tienen en agenda sacar un disco en vivo?
Mariano: Queremos hacer un disco acústico.
Nando: Sí, la idea es hacer un estilo que se llama música del pantano, se baja mucho la afinación, muy pantanoso.
Mariano: Lo probamos en el estudio y nos gustó mucho para hacerlo con nuestros temas, es un lindo desafío. Es lindo proyectarse en nuevos sonidos. Seguro que de los temas grabados van a escuchar nuevas versiones en vivo que nos gustaron más que la grabada, o algún tema nuevo que no está en el disco que salió hace un mes. Tenemos algo muy bueno y es que nos miramos y ya sabemos qué queremos.
Otra de las características es encontrar al frente a tres tipos experimentados y la base de dos pendejos que se tocan todo. Cómo lo llevan ustedes?
Nando: A los cachetazos (risas). El problema más grande es el presupuesto en Danonino y Cindor que gastamos (risas). Hay un secreto básico, son los hijos de mis dos mejores amigos. Nacieron escuchando Lynyrd Skynyrd. por ejemplo David, es el hijo del bajista de Bloque, una de las primeras bandas de heavy argentino. Imaginate que iba a la ensayo cuando tenía 9 meses. Y el papá de Juan fue baterista de una banda de blues. Vienen los dos de una muy buena escuela, forman una base sólida y además podemos pasarle los lineamientos que queremos para el sonido y ellos toman las ideas, cosa que quizás un tipo más grande no haría.
Gaby: Ojo, por sobretodo son muy buenos compañeros los dos. Juan sin ir más lejos, es el cocinero de gira: nos da de comer a todos.
A dónde van con la banda desde el punto de vista laboral?
Nando: Mirá, quiero no sonar sin expectativas, pero no estamos pensando en tocar en River. Prefiero ser una banda de culto. Pero quiero que se entienda bien: no es soberbia, es que cuando viene una, dos o cien personas y te dicen que escucharon la banda y les partió la cabeza transformando eso en algo de culto…
Digamos vos lo que intentás mantener es la independencia interpretativa, musical y de movimientos.
Nando: A mi me interesa el culto. Lo que pasa es que la palabra culto se perdió.
Entonces digamos que preferís menos gente que te respete y te entienda a una muchedumbre que te idealice?
Nando: Claro. Yo no puedo ser ideal de nada, tengo todas las zapatillas rotas… Qué puedo decirle yo a alguien (risas).
En el ideal, viene una compañía y dice que te respeta todo… te prendés?
Nando: Si viene y me dice que tengo qué hacer cumbia, digo no. Me dicen un mensaje político, digo no. Ahora me dice éste estribillo cantalo tres veces más, digo si. Este tema no, éste sí, digo sí. Estoy laburando, vivo de esto.
El segundo disco es de clásicos de rock mas temas propios. Cómo llegaron a la elección de los temas del rock nacional?
Nando: Muchos quedaron en el tintero, poniéndonos fríos en busca de conceptos. Pones a «Muchacha ojos de papel», «La Balsa», «Ayer nomás», sentís la esencia del rock nacional de acá a Bariloche… Pero si me preguntas cuál te gusta, «Rutas argentinas» son tres tonos y hay mil temas iguales… pero la letra que te muestra al quía en la ruta esperando que lo vengan a buscar es increíble. «No pibe» es tremenda, me parece un tango hecho blues. Sentís que te lo cantan a vos.
Y qué paralelismo encuentran hoy dentro del rock nacional?
Nando: El padre de todo esto es sin dudas Los Dulces 16… hoy podrían ser los Chevy Rockets.
Particularmente encuentro en la banda el resumen de muchas vertientes. Llamale Mississippi, Chevy, La Renga, La Mancha… lo ven así?
Nando: Es muy grosso lo que decís, quizás por fuerza podría decir La Renga, pero no te olvides que ellos son más crudos. No quiero que suene pedante, pero Paquete de tres es otra historia: tenemos tres violas. En La Renga vas a encontrar crudeza, química y tienen lo que hablábamos antes, ellos saben cómo mostrar en un disco la pasión del vivo. Me saco el sombrero y encima son de una humildad infinita.
Pasaron uno de los desafíos más grandes que fue el Pepsi, ¿de acá en adelante, qué?
Nando: Después de hoy, gira por la costa y de vuelta por el interior y seguir trabajando. Quiero recalcar esto nosotros trabajamos de esto y no por la guita: porque nos gusta. Tenemos la suerte de laburar de lo que nos gusta, crecer musicalmente y no perder lo que somos. Estoy orgulloso de la banda que tenemos.