A punto de encarar una gira internacional, el cantante habla sobre la vuelta de Malón, las exigencias del repertorio, la conexión con su público y la muerte de Ricardo Iorio.
Claudio O’Connor se prepara para un año intenso con Malón, la banda que integra junto al Tano Romano, Karlos Cuadrado y el nuevo baterista, Javier Rubio. Luego de varios meses girando con La H No Murió—proyecto con los mismos músicos pero enfocado en el repertorio de Hermética—, el cantante se mostró entusiasmado con lo que se viene y realizó un balance positivo de 2024.
“Sin tener en cuenta el gobierno, el 2024 fue un muy buen año para nosotros”, comentó en una entrevista con Alejandro Do Carmo, destacando la intensa actividad de la banda y la relevancia que han vuelto a cobrar algunas letras de Hermética y Malón. “Quizás las letras de Hermética, las de Malón y las de otros tantos artistas vuelven a tomar vigencia, porque están describiendo un momento que es idéntico a este. Uno después de más de 30 años las vuelve a leer, y hay cosas que se resignifican con el paso del tiempo”, reflexionó.
El regreso de Malón y su conexión con el público
Consultado sobre si le resultaba difícil cambiar el chip de La H No Murió a Malón, O’Connor explicó que, aunque las diferencias musicales son sutiles, la exigencia vocal en Malón es mayor. “El chip es el mismo, porque en realidad estamos haciendo lo que nos gusta: rockearla con la gente, que se arme la fiesta y que canten las canciones; y eso pasa con los dos repertorios. Lo que sí es diferente es la exigencia, porque cantar las canciones de Malón me cuesta un poco más, son más difíciles, porque Malón afina distinto… ¡pero todavía las puedo cantar!”, aseguró entre risas.
Desde su regreso, Malón ha optado por trabajar con mayor calma, editando solo dos discos en trece años: Nuevo Orden Mundial (2015) y Oscuro Plan del Poder (2023). Estos lanzamientos no solo les permitieron mantener el vínculo con su público, sino que también consolidaron su lugar entre las bandas más convocantes del metal argentino.
El año comenzó con fechas importantes, como el show en Groove el 22 de febrero y la presentación en el Teatro Ópera de La Plata el 15 de marzo. Además, la banda tuvo una gira por Centroamérica, visitando El Salvador, Honduras y el Quito Fest en Ecuador, donde el nuevo material fue muy bien recibido. En abril, Malón volverá a España.
Sobre la recepción de la banda en Europa, O’Connor resaltó que el fervor del público es idéntico al de Argentina. “Corean las canciones todo el tiempo, sobre todo los estribillos. En Barcelona tuvimos que agregar una fecha porque agotamos enseguida. Fue una experiencia que no nos esperábamos, porque todos los lugares estuvieron sold out. Muchos lloraban porque hace mucho que se fueron del país y esas canciones les traen recuerdos”, contó.
Para él, esta conexión con el público tiene un componente especial que va más allá de la música. “Hay una química, como un germen que se esparce cuando tocamos, que hace que la gente se emocione. Más allá de los riffs del Tano, de las letras, de mi interpretación, en vivo hay algo que se produce entre el público y nosotros, que no está fabricado. Es una conexión espiritual”, expresó.
Giras, desgaste y proyectos solistas
Si bien disfruta de las giras, admitió que algunas pueden ser agotadoras, como la reciente por Centroamérica. “Nueve vuelos en tres días… ¡No teníamos tiempo ni de tirarnos un gas!”, bromeó. “Terminamos muertos. Pero cuando te reponés del cansancio y de todo el estrés que te generan los aeropuertos y los vuelos, te das cuenta de que valió la pena”, agregó.
En cuanto a su proyecto solista, que comenzó en 1999 con el disco Hay Un Lugar, reconoció que hoy no está interesado en rearmar la banda, pero que sí le seduce la idea de volver a interpretar esas canciones. “Estoy en una etapa en la que quiero disfrutar, no estoy para embarcarme en los problemas que lleva rearmar una banda. Aparte, cada uno está en la suya… no le puedo dedicar mucho tiempo a un proyecto con continuidad. ¡Pero me gustó tu idea de volver a tocar y resignificar esas canciones! Lo voy a pensar para este 2025”, adelantó.
El legado de Hermética y la muerte de Ricardo Iorio
Uno de los temas inevitables en la charla fue el fallecimiento de Ricardo Iorio en octubre de 2023. Para O’Connor, su partida fue un golpe fuerte y lo llevó a reflexionar sobre su propia vida. “La verdad que la muerte de Ricardo me cayó mal, me dio mucha tristeza, porque teníamos prácticamente la misma edad, él era un año mayor. Y eso me hizo recapacitar sobre mi forma de vida… yo hace tiempo que dejé los consumos problemáticos, hace más de un año y pico que no tomo alcohol tampoco. Y eso me ayudó bastante, me mejoró la voz y un montón de cosas… fue muy feo prender el noticiero y ver el graph con la foto de él. Me quedé congelado, la verdad no me lo esperaba”, confesó.
Sobre si le quedó algo pendiente con Iorio, O’Connor respondió que no, ya que lo más importante de su vínculo quedó plasmado en la música. “El legado que quedó de esa unión fue Hermética. Fueron esos siete años de compartir escenarios, grabaciones, giras. Me parece triste que se fuera tan pronto, porque nosotros lo admirábamos desde antes de Hermética. Se nos fue un soldado del metal… ¡más que soldado, Ricardo era un general!”, enfatizó.