La banda cordobesa realizó este sábado un show histórico en el Estadio Monumental de Alta Córdoba, del club Instituto de la docta. En el marco de la gira «Veinticirco – Nunca es tarde para ser un niño», en su ciudad natal Los Caligaris demostraron por qué triunfan en todos los escenarios del mundo.
Con localidades agotadas, la cancha de la Gloria estaba colmada de familias completas, donde grandes y niños mostraban sus caras pintadas, con pelucas de payasos y narices rojas. Los presentes tuvieron la oportunidad de disfrutar durante dos horas cuarenta de un show impactante, con mucha alegría, lleno de gags circenses, una escenografía imponente y de estos doce impresionantes artistas que forman Caligaris.
Las puertas del estadio se abrieron a las 18hs, para que la audiencia llegara con tiempo y se acomodara para disfrutar del convite. A las 20:30 recibimos con aplausos a la encargada de hacernos calentar los motores: La Delio Valdez, formación que nos hizo bailar y cantar al son de la cumbia por más de hora y media.
A las 22hs, uno de los anfitriones, Raúl Sencillez (el personaje que interpreta Diego Pampiglione) fue el encargado de brindarnos la bienvenida al show: «A todos los payasos y payasas de Córdoba ¿están listos para cantar? ¿Estáis listos para bailar?. 25 años de esta banda de Residencial América Córdoba. Veinticinco años de alegría, veinticinco años de cosechar amigas y amigos por el mundo, hoy tenemos la suerte de festejar aquí, en este Estadio Monumental de Alta Córdoba, Veinticirco – nunca es tarde para ser un niño, que lo disfruten familias, muchas gracias«. Acto seguido se prendieron las luces del escenario y pudimos ver en el mismo dos carpas de circo y detrás pantallas donde aparecen niños en bicicletas y una leyenda que dice año 1997, y comenzaron a sonar las primeras estrofas de la noche con la canción Mis tres amores. Le siguieron Tyson, Mejilla izquierda, Entre vos y yo, Camello.
Llegó el momento de la torta y el brindis, por lo que Juan Taleb nos dijo: «Yo sé que ustedes nos envidian, pero seguro que están brindando con algo… salud para toda esa familia, gracias por acompañarnos en esta locura como siempre. Vamos a brindar por los clásicos, los de siempre», dando pie al tema en cuestión Añejo W. Al que le siguió Nadie es perfecto, canción que hizo saltar a toda la audiencia.
Tampoco faltaron los juegos, el enroque de canciones entre los cantantes. Donde Juan caracterizó a Martín Pampiglione y cantó El oasis, mientras que Martín con un piluso interpretó No estás.
El repertorio continuo con Bolso gris, Un rato de amor, Un elefante en un pesebre, Que corran y Con Vos.
Las distinciones
Cerca de las once de la noche, se subieron al escenario el Intendente y el Viceintendente de la ciudad de Córdoba Martín Llaryora y Daniel Passerini, quienes les entregaron dos placas en reconocimiento a la trayectoria. La primera en nombre de la Municipalidad de Córdoba, mientras que la segunda era el beneplácito otorgado por el Consejo Deliberante de Córdoba.
Sumamente agradecidos y conmovidos, los Cali siguieron con la grilla, Ser feliz, Queda en esta noche, Quiero Cumbia.
Taleb y su talento para entretener
Solo con su guitarra el músico nos dice: «¿quieren que cantemos un ratito? Podemos hacer cualquier canción, no hace falta que sea de Los Caligaris» y empieza a cantar a capela Quien Te Crees de la Barra y se acerca un invitado especial, Pablo «Lanzallamas» Brizuela para acompañarlo. Después de este encuentro, Juan siguió haciendo de las suyas, interpretando temas como Provenza de Karol G, Quevedo: Bzrp Music Sessions, Vol. 52, siguió con un mix de A vos y de Tus besos de los Caligaris y finalizó con Florentinos y ferminas del álbum No es lo que parece.
Rimas perfectas y Quereme fueron la antesala de Raúl Sencillez y su show. De repente se fijó que en el público una persona se descompensó y para dar el toque de humor y descomprimir la situación nos dijo «vos sabes que cuando canto yo siempre alguien se desmaya… Y eso que todavía no canté». Pidió un aplauso a los verdaderos héroes que son los paramédicos. Cuando ya la situación estaba controlada comenzó a cantar El amor nunca pasa de moda y La carta.
La niñez y el Circo
Martín nos hizo emocionar con su relato de infancia: «como ustedes saben con mi hermano nacimos en un circo, pero les voy a contar algo que nunca dije. Para mí los aplausos, siempre fueron más importantes de lo que ustedes piensan. Cuando tenía un año o dos, no sé, me metí a la pista del circo y escuchaba esos aplausos y yo soñaba, jugaba con que era un gran artista y saludaba como si me estuvieran aplaudiendo, y no había nadie. El circo era mi mundo, pero cuando cumplí diez años, mis padres deciden abandonar la vida del circo. Yo estaba devastado, yo me quería volver. Bueno si yo pudiera hablar con ese chico de diez años, que se está yendo del circo, que está triste, que mira para atrás y llora, le diría Martín no te apures en estar triste, porque los aplausos no se van a terminar para vos, aunque no me creas…» vuelve el aplauso generalizado. «Ese chico que está ahí siempre fue mi guía, fue mi faro, fue mi camino a seguir. Y todas las noches que me aplauden a mí yo siento que lo están aplaudiendo a él, ese pequeño gran artista que sigue vivo cada vez que subo al escenario, aunque ahora viva en el cuerpo de este mayor.» Detrás acompañando su relato podíamos ver imágenes y videos de los hermanos y su vida en el circo. A lo que luego empezaron a tocar el último estreno de la banda Un Chico en el Cuerpo de un Mayor.
Luego de que Taleb cantara La Montaña, llamaron al escenario a los integrantes de la Delio Valdez para cantar todos juntos el tema de Gilda No es mi despedida.
Con Mi estanciera y yo, Razón y Asado y fernet empezábamos a vaticinar el desenlace de la noche. Justamente Juan nos lo confirmó: «Bueno viste que todo tiene un comienzo, y todo tiene un final. ¿Qué pasa están manijas?» no nos vamos nada que nos saquen a patadas fue la respuesta del público. «Todo concluye al fin, nada puede escapar / Todo tiene un final, todo termina / Tengo que comprender, no es eterna la vida…» Nos cantó Taleb y solo pudimos acompañarlo con nuestros coros, porque el emblemático Presente de Vox Dei, nos hace eso siempre, imposible no cantarlo.
El cierre de una noche llena de fiesta
Con Kilómetros levantamos nuestros trapos en alto, luego de este tuvimos las palabras de los excombatientes de Malvinas que se acercaron a saludar a la banda. Luego del merecido El que no salta es…Sencillez, seguimos bailando y cantando Frijoles y La Abundancia.
Con un «Hasta la próxima, feliz cumpleaños familia, los queremos manga de locos«, los cordobeses se despedían de Córdoba. Cerrando esta hermosa velada con Todos locos.
Presentaron a cada integrante de la banda, quienes iban saliendo por las carpas a medida que eran llamados, cada uno llevaba una remera negra con una letra en amarillo, y al acomodarse para la foto final formaron, entre todos, la palabra Veinticirco y el logo por los 25 años.
Estos son fueron y serán desde Residencial América para el mundo Los Caligaris, celebrando el cuarto de siglo, las bodas de plata el Veinticirco!! Muchísimas Gracias!!!, bendiciones familias un sueño hecho realidad para nosotros festejarlo de esta manera…«.
No solo se despidieron a lo grande de la ciudad que los vio nacer, también se despidieron de la Argentina, ya que los espera una impresionante gira de un mes por México, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, pasan por Mendoza, y terminan en Chile.