Una íntima Lizarazu tocó en Sullivan’s. Entre temas nuevos, bromas, zambas, invitados y algún tema de Man Ray, la cantante exhibió un presente musical que refleja su vida en Córdoba.
Si bien Hilda Lizarazu ya protagonizó alguna esporádica vuelta a los escenarios porteños -de hecho, estuvo el año pasado como invitada de Charly García en el Coliseo-, el recital en el pub irlandés Sullivan`s, en el corazón de Palermo Viejo, tuvo un condimento extra.
Ese gusto se relacionó con saber en qué anda hoy la ex vocalista de Los Twist, de Charly García y de las páginas pop de Man Ray. El autoexilio de 2 años en la localidad cordobesa de Sinsacate cortó en gran parte sus conciertos en Buenos Aires.
Y de entrada el show se acercó más a un reencuentro que a la presentación oficial de nuevo material, aunque hubo novedades, sorpresas, algún que otro clásico de Man Ray y varios invitados.
Sólo acompañada por una guitarra y una base programada, la cantante empezó a desenvolver su presente, con letras que reflejan su estadía cordobesa. Abrió con Microclima: “Yo sigo siendo la misma desde aquí/contemplo el tiempo distinto para mi”.
Y dedicó la primera parte a las nuevas canciones, enhebradas por un pop maduro y bien autobiográfico: “Y en el jardín/ la veo crecer/ fresca y salvaje/ primera flor” canta Hilda sobre su hijita de un año y medio en Primera flor.
En cambio, en el segundo segmento Lizarazu se abrió a nuevos horizontes: en medio de bromas, largó con un par de zambas (las conmovedoras Si llega a ser tucumana y Cuando llegue el alba), fue por un clásico de Man Ray Sola en los bares y otro tema que tiene todo para brillar: Diez contra diez. Esperanza de fútbol.
El cierre llegó con el bajista Guido Nisenson y el tanguero reo Daniel Melingo, en clave de flautista, como invitados. Luego hubo abrazos con los viejos amigos mezclados entre el público, en un concierto cálido, intimista y de entrecasa.