Dentro de unos pocos días, Leonor Marchesi estará de nuevo en su Buenos Aires querido. Recordada por su labor como cantante del grupo Púrpura en los 80, antes de tomar el avión en Madrid escribió una carta abierta para ser publicada en www.rock.com.ar. Aquí está.
Su voz y su delgada figura quedaron en la memoria de los entusiastas seguidores de Púrpura, que fueron muchos en un momento, pero ese momento fue muy breve: el grupo apareció en la escena grande del rock local en el B.A.Rock del 82, unos meses después de la traumática guerra de Malvinas, y se disolvió tres años después, con solo dos discos editados. Entonces resultaría lógico que muchos estén preguntándose quién es esta muchacha.
En aquel comienzo de los 80, Leonor fue la contrafigura de Patricia Sosa. O algo así. Una, Patricia, comandaba La Torre; la otra, era la cara visible de Púrpura. Los dos grupos hacían rock duro, rock de guitarras con estribillos para multitudes; las dos chicas tenían cabelleras voluminosas, minifaldas escuetas y voces seguras.
En el 85, cuando todavía tenía todo para ganar, Marchesi se quedó sin Púrpura porque sus principales socios volaron a Madrid. Y después de un intento nuevo que no prosperó, ella también hizo las valijas.
Allá, supimos luego, tuvo un buen paso con el grupo Santa y también grabó un disco como solista que tuvo buenas críticas.
Ahora, está volviendo a la Argentina. Encontrará otro país, otro rock, otro público.
Veremos qué pasa.
Veremos todos, ella y nosotros.
Bienvenida a casa.