El power trío quilmeño formado el año pasado presenta su álbum debut, “22”.
“El 22 es un número maestro, un ideal, el camino correcto para llegar a destino, la energía que lleva a buen puerto –señala Dani San Leone, voz y guitarra de Piedad y Traición-. Mostramos la voluntad y la perseverancia por una meta: mirar hacia adelante a pesar de los golpes, pero llegar al fin”.
¿En tan corto tiempo desde la formación de la banda, cuándo sintieron que estaban preparados para entrar a grabar un álbum debut?
La verdad fue algo maratónico e impensado para nosotros que recién nos estábamos conociendo, pero naturalmente nos sentimos unidos desde el primer momento. Fuimos concretos, responsables y no nos permitimos fallar, esta vez no. Aprovechamos el tiempo al máximo. Nadie nos apoyaba, ni estábamos respaldados. Estábamos solos, pero era nuestro mundo, nuestra decisión.
¿Cuáles fueron las sensaciones al escuchar el disco una vez terminado?
Lo primero que se siente es su desenfado. Es impulsivo, muestra quién es, se siente seguro. Es un disco con potencia. Te desequilibra.
¿A qué le canta Piedad y Traición?
Le canta a los miedos para librarse de ellos, a la inmensidad y fragilidad de la vida. Se ríe de las miserias cotidianas, pero lo inspira el amor incondicional.
Con el disco ya salido, ¿qué planes siguen en la agenda de la banda?
Estamos pensando en la segunda parte del disco, que tendrá ocho canciones, como la primera. Al ser independientes, no teníamos otra alternativa. Seguimos promocionando nuestro corte de difusión, que es el tema de apertura, “Ya fue”. Además de notar mucha aceptación por “Dulce niña mía”, un cover de los Guns. Nos encontramos grabando videos en vivo de las canciones, para próximamente armar fechas.