Andrés Calamaro es un tecladista que después de mucho trajinar por grupos subterráneos consiguió ser reconocido gracias a ser el autor de varios de los éxitos de Los Abuelos de la Nada. De ahi que no extrañó que se deci diera a grabar un disco solista.
“Hotel Calamaro” es una continuación lógica de los hits que el tecladista compu. so para los Abuelos: melodías sencillas y gancheras. ritmo simple y letras sin complicaciones ni profundidad. Calamaro y sus ocasionales colaboradores autorales no son grandes letristas y tratan de suplir sus falencias con una dosis de humor irónico. Los resultados en este aspecto son desparejos: hay algunos logros (“Detenida”) pero también varias desilusiones (“Miro por la ventana”, “Radioactividad radial”, “Fabio Zerpa tiene razón”. “Un amor Irani”).
Musicalmente, este disco poco y nada tiene que ver con el rock. El estilo está cerca del pop de ritmo bailable y melodía entradora. Los arreglos son poco originales pero se ajustan a lo que el oyente espera del tema.
Pese a contar con una verdadera selección de músicos invitados (Charly García, Lebón, Toth, Iturri, Bazterrica, Guyot) los méritos generales de este disco son escasos. No hay demasiados puntos de interés y todo naufraga en una simpleza que —pese a que la intención es divertir termina por aburrir. Lo más agradable del álbum es el timbre vocal de Calamaro, cualidad que seguramente Los Abuelos de la Nada explotarán aún más en el futuro. De todos modos, y pese al empeño evidente puesto por el protagonista y la producción en este disco “Hotel Calamaro” no deja de ser un disco pasatista dirigido a un público que no es el que habitualmente consume rock.