Shows homenaje, un nuevo libro sobre su vida y hasta una obra de teatro. A una década de su suicidio, el cantante de Flema sigue vivo. Publicada en la Revista Rolling Stone 171, junio de 2012.
“Que no los engañen: Flema no sigue más”. De aquellas palabras del bajista Fernando Rossi en Cemento, en 2002, durante lo que fue el primer homenaje a Ricky Espinosa tras su muerte (registrado en el disco en vivo Y aún yo te recuerdo), ha corrido mucha agua bajo el puente: la polémica por la vuelta del grupo sin su cantante original, la salida de un disco póstumo, la publicación del libro El último punk, a cargo del periodista Sebastián Duarte. Este año, una obra de teatro basada en la biografía escrita por Duarte y la edición de un nuevo material (Flema es una mierda, de Diego Vecino) aparecen coincidentemente con el décimo aniversario de su suicidio. Espinosa se tiró de la ventana de un quinto piso de un monoblock de Avellaneda, el 31 de mayo de 2002, a los 36 años.
En línea con la obra de teatro y el libro de Vecino (un ensayo con tono de crítica cultural sobre los años 90 en Argentina), sus ex compañeros de Flema tocarán el próximo 21 de julio en un tributo al cantante en el Teatro de Flores. En ese recital, se presentará el trailer de un documental producido por el programa Banda Soporte, que está siendo compuesto por 80 horas de filmación, sacadas de una caja de vHS que estaba guardada en la casa del cantante en Gerli. Hay imágenes de los inicios de su carrera, cuando solamente tocaba la guitarra y todavía cantaba Fernando Cordera (primo del ex Bersuit), y hasta de la noche en que telonearon a los Ramones en Obras. “Va a ser una historia de su vida”, explica Rossi. “No va a tener golpes bajos ni hablar tanto del reviente. Es un documental para que sus nietos lo vean dentro de unos años y estén orgullosos del abuelo, que no piensen que era solamente un drogón.”
Rossi, el ex compañero y amigo de Ricky, tiene la difícil tarea de reemplazarlo como cantante. Y revela un dato hasta ahora desconocido: “Ricky estaba escribiendo un libro con historias y cuentos tipo Bukowski. Está escrito a mano en un cuaderno, ojalá que algún día los padres lo saquen a la luz”.
Inspirado en la biografía que editó en 2006 (y que ya va por su ¡sexta edición!), Duarte produjo un unipersonal sobre Espinosa, que se estrena el 5 de este mes en el teatro La Ranchería, en la calle México al 1152. “Es una especie de fantasma que vuelve a la vida y se hace planteos existenciales y discute con él mismo”, detalla el autor. “Personificar a Ricky no es pavada”, se ataja. “La gente no se va a encontrar con un morochito de ojos marrones: tratamos de romper con ese estereotipo y buscamos más un espíritu que un parecido fisico.” El actor se llama Cristian Majol y es un chico de 24 años que vino de Tandil a instalarse en Buenos Aires sólo por la obra. La trama va a estar centrada en el disco solista Vida Espinosa (1999), que tenía temas depresivos como “Caigo en un pozo” y “Mi dolor”, y terminaba con el acústico “¿Me recordarás?” (“Puedo irme, ¿sabés? / Voy a irme, lo sé / No me llores y prometeme / que en mi ausencia estarás bien”).
Diego Vecino, por su parte, opina: “Ricky nunca escribió canciones lindas. Incluso cuando quiso hacer un disco solo, le salió una cagada, como todos los otros”. Periodista y sociólogo de 27 años, tomó la carrera del cantante punk para teorizar sobre la era menemista.
Niko Villano, que grabó una versión del clásico “Si yo soy así” en el álbum Superpoderosos (2004), dice: “Cada tanto, cuando estoy solo en casa, hablo con Ricardo frente a la foto de los compacts que me regaló… Lo recuerdo con cariño y alegría siempre, como un festejo interminable”. Se conocieron a la salida del show de los Sex Pistols en Obras, en 1996. “Ricky era nihilismo puro y esa clase de artistas que se les va la vida en su arte, hacía catarsis de todos sus demonios en las canciones”, termina. “Siempre mantuvo la esencia del punk más puro”.