Editado por Gourmet Musical, este libro recopila testimonios de destacadas mujeres del rock argentino, tanto conocidas como olvidadas.
En 1964 emerge una artista con una fuerte impronta rockera y compositora, cuya vida sigue siendo un misterio. María Ramona Elvira Michel, conocida como Mery Mitchel, formó parte del elenco de cantantes del programa «Aquí… la juventud» en Canal 13, conducido por Julio Vivar. Su canción «Soy dinamita» merece especial atención: «Me voy a presentar, así como yo soy / llevando pantalones y el pelo a la sans façon / Ey, ey, ey, dinamita».
En aquel tiempo, una chica vistiendo pantalones y conduciendo una moto generaba interrogantes. La relación de la mujer con los pantalones tiene una historia, detallada por Valeria Manzano en el libro «La era de la juventud en la Argentina». En 1957, el intendente de Rosario, José R. Araya, prohibió su uso para las mujeres en la vía pública por considerarlo inmoral. Mery Mitchel, quien antes de dedicarse a la música fue maestra, sabía que usar pantalones era un gesto de rebeldía.
La imagen de una mujer en moto a gran velocidad está vinculada al concepto de «la vida como vértigo», característico del rock and roll, pero siempre asociado a lo masculino. Por tanto, es novedoso que sea expresado por una mujer en aquel entonces.
Antes de «Soy dinamita», Mery Mitchel ya había grabado un EP titulado «Para bailar con alegría», lanzado por Editorial Abril en 1964. Allí, en una canción llamada «Si yo fuera un muchacho», reflexiona sobre los roles de género. Mery Mitchel falleció en 2016, a los setenta y nueve años.
En 1964, se lanzó el EP «Gatos vs. Mosquitas» por el Sello DPS. El lado A contenía «Soy dinamita», y el lado B presentaba «Juana la buena», canción de Giulio Lug. Este disco también incluía las versiones en castellano de dos temas de The Beatles, así como la canción «Si yo fuera un muchacho». El diseño gráfico estuvo a cargo del artista Rogelio Polesello.
En la misma época, Stella Maris Conde, cuya madre soñaba con ser cantante, decidió seguir su vocación musical. A pesar de la resistencia de su padre, su madre la apoyó y grabó su primera canción, una versión en español de «Che m’importa del mondo». Luego, Stella Maris Conde se unió al grupo Las Mosquitas, un cuarteto vocal integrado solo por mujeres. En 1965, grabaron dieciséis canciones en Music Hall, entre ellas, covers de The Beatles y temas compuestos por Ricardo Romero.
La igualdad de género no se consideraba en aquel entonces, como lo reflejaba el título «Gatos vs. Mosquitas» y la ilustración de la portada. Faltaban años para que se discutiera el cupo femenino en festivales y se abordara la igualdad en el rock.
Claudia, también conocida como Claudia Mores, lanzó el sencillo «La balsa» en 1965, una versión en español del tema de Gerry and the Pacemakers. Previamente, participó en el disco «Ritmo en rombo» y en la película «Escala Musical». Su trayectoria marcaría un camino en el rock argentino.