No me dejaron terminar de hablar.
No me dejaron ni siquiera la mitad.
Ya comprendí que a la mañana es letal,
pero ni siquiera me dejaron la mitad.
Y aunque no me escuchen,
yo grito como un animal,
desde la jaula!
Y aunque no me miren,
voy a iluminarlos como el sol,
sin la resolana!
Y aunque no lo esperen,
voy a convidarles mi café!
Voy a convivir con ustedes.
Ya comprendí que es por la mañana.