En Villa Las Ranas,
nacido fue un Cristo, que yo
conocí como El Jefe.
Así lo llamaban los viejos malandras
que a fuerza de balas comprenden.
Niño Jefe !!!
Se ganó el respeto matando a
unos bravos mierderos.
Solito a los 13.
Y poniendo el pecho todo lo que
afanó, lo compartió
con su gente.
Toda la yuta provincial,
se unió para detenerlo.
Denunciado por las hembras
de los ex jefes ya muertos.
Huyó del encierro disfrazado de mujer,
niños y abuelas sonrieron.
Jamás fue de esos chorritos
soretes que aventajan a un obrero.
Los diarios hablarón de él
sin apenas conocerlo, como
el loco de la metralla,
y él, sus 14 cumpliendo.
Recuerdo muy mío que no he de
guardarme.
Cantandote estoy niño Jefe.
Tal vez por ser bruto, no puedo olvidar
y prefiero quebrarme a doblarme.
Yo vi a la villa marchar, en reclamo
de tu cuerpo, muerto por las balas
pagadas con lo pagado de impuestos.
¿Qué vas a hacer? Niño Jefe.