Se te apretó el estómago,
pusiste las cuatro ruedas al mango
y no supiste cómo frenar.
La luz de tu luna se apago,
no te supiste bancar este tango
y la dama de negro te quiso amparar.
Por qué decidiste tomar ese atajo hacia el infierno,
donde todo es más gris, donde todo es invierno
y no pudiste decirle que no,
a esa línea que separa a la vida en locura y realidad.
Ya no había mas flores que crecieran en tus primaveras,
ya no tenías el calor de ninguna pollera.
Ninguna cuota de amor que te brindará el destino,
ninguna piedra pudiera cambiar tu camino
y por eso decidiste apagar este blues sembrando tu cruz sin rosas.
y pedías pala, pediste una pala para cavar tu fosa en
este bosque donde siempre te encontraré.