Rumor de tangos en la noche otoñal.
Compás antiguo que siento latir.
La vida se va se va sin sentir
y trae desde allá el recuerdo feliz.
Algo me abruma el volver a escuchar
el Tango aquel que en sus brazos bailé.
Mi loco soñar me vuelve a traer
el viejo pasado del ayer.
Al evocar su tema con emoción
creo escuchar a Firpo, su pulsación.
Un Trío arrasador
con Tito de violín
y el retintín
de Arolas el bandoneón.
Aquel jardín florido de Armenonvil,
con «mamuasel» Ivette Daisy y Manón.
Puro champán francés,
corría el «Moet Chandon»,
hasta el amanecer.
Escuchemos su compás.
Tango de ayer,
del año 20 o de antes,
cuando Cobián
le dio su estilo elegante
tan personal
vuelve el eco a repetir;
y al evocar
siento que sube a mis ojos una emoción
que me hace lagrimear.