Fanáticos, sádicos, fantásticos
Mostrando sus tesoros tan cínicos
Imitando modales epicúreos
Ahí vienen galopando los
fetiches boys.
Los ojos del amo admirando el ganado
Lenguas mojan milagros con sus químicos
Escandalizados, bien intencionados
Hasta que peligran sus placeres trillados.
¿Quién recuerda a los buenos carnes de matadero?
Y a quienes de este lado cagan tormentos
Esos muñecos son diseñados
Para servir a los titireteros.
Vida mía, vida mía…
Son tan especiales, galácticos
Voraces, pensantes lacónicos
Son tan especiales y ácidos
Corazón y sangre de plástico.