Ay! Las estrellas me miran
sin demasiado brillo.
Los árboles y el viento
se ponen de acuerdo
para hacerme callar.
En este triste paquete
sólo me queda un cigarrillo…
y mi maldita cabeza
no te para de extrañar.
La luna me advierte:
«Uy! Qué noche te espera!»
Como si supiera que es lo que va a pasar.
Las luces de las ventanas
se prenden poco a poco
y los vecinos, como locos,
salen a bailar…
al ritmo del country de la soledad.
Será que no te tengo enfrente
para tus labios acariciar.
Será que entre toda la gente
no te puedo encontrar.
Los grillos me cantan como desaforados,
al borde de esta sombra
que anda mal de amores.
Mi corazón te llama a gritos
a orillas de este lago,
y los peces de colores, en blanco y negro,
no paran de saltar…
al ritmo del country de la soledad.
Será tu voz que me derrite el alma
y no puedo escuchar.
Será tu cuerpo que me hace perder la calma
y no puedo abrazar.
Al ritmo del country de a soledad.