Marcar cabezas como vacas.
Alejar al mundo de toda la verdad.
Con las palabras de un dios y el alma de una rata.
Un día nos dijiste que todo iba acabar,
Cuanta verdad, nuestros sueños no sueñan más, no.
Y quisiste tirarnos al pozo, que tapaste con polvo; tu impunidad.
Y volviste a borrar con el codo, promesas y espejos rotos.
Y tu mentira nos calma, pobres diablos que te dimos poder.
No matas y engañas. Alejas al mundo de toda la verdad.
Y no estas buscando el sueño eterno.
Estás en busca de un dios, que te saque de la nada.
Vos no creías, que esto pudiera seguir así.
Vos no creías. Y esto no puede seguir así.