Cien me dijeron que eran los ríos
y yo confiado les creía.
Yo les hubiera gritado a todos
para decirles que era mentira.
Solo y perdido con el agua más cerca,
que mira y que crece buscándome a mi.
Siento que muero cuando yo veo
todo el esfuerzo ahogado en el suelo.
Hoy más tranquilo me olvidé de Las Sierras
y de la gente que me hacía mal.
Tarde o temprano los vicios se dejan
si es que alguien los quiere dejar.
Siento que muero cuando yo veo.
Todo el esfuerzo ahogado en el suelo.
Pocas veces me animo a ver
en mis manos esas manchas,
que ya nunca se irán
porque tienen que estar.
Siento que muero cuando yo veo.
Todo el esfuerzo ahogado en el suelo